MUNICIPAL
Un programa para prevenir conductas de riesgo en chamizos
El Ayuntamiento y Aclad unen fuerzas para desarrollar este programa dirigido a los jóvenes
Prevenir y reducir los riesgos asociados al consumo de sustancias psicoativas y de alcohol y favorecer a la adquisición de hábitos saludables son los objetivos del Programa ‘Prevención y reducción de daños en locales de Burgos’ que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Burgos juntos a la Asociación Castellano y Leonesa de Ayuda al Drogodependiente (Aclad).
«Desde hace varios años se observa que los jóvenes optan por alquilar locales- chamizos- donde disfrutan de su tiempo libre y se refugian del clima», tal y como explicó Isabel Hernando, miembro de la asociación, «sin embargo, en muchos de ellos hemos detectado que se desarrollan actividades que suponen un riesgo para la salud, como el consumo irresponsable de sustancias- alcohol, tabaco y cannabis- y prácticas sexuales de riesgo».
Aunque para Aclad estos espacios «presentan factores positivos como satisfacer las necesidades de relación y el desarrollo integral de la personas, con valores como la solidaridad, el compromiso, el respeto o el autocontrol», también es cierto que «suponen algún riesgo y consecuencias tanto personales como sociales».
El programa preventivo tendrá unan actuación in situ. «Nos trasladaremos nosotros, no vamos a esperar a que los jóvenes vengan porque la mayoría no asume que podría tener un problema».
Así las cosas, una vez conocida la ubicación del chamizo, «dos voluntarias del Aclad se dirigirán al lugar en dos ocasiones- durante los fines de semana-, para informar a través de material preventivo, como postales free, sobre varias temática como drogas, sexo, ruido normas de convivencia, seguridad u accidentes y, además, se les entregará una guía de ocio con las distintas actividades que se desarrollan en la ciudad», comentó.
El objetivo de estas visitas es «establecer una relación de confianza con ellos para ofrecerles, después, un taller de prevención sobre el funcionamiento de las sustancias psicoactivas para aumentar la percepción de riesgo y favorecer un consumo responsable, además se mejorarán los conocimientos sobre sexualidad y se ofrecerán pautas para una mejora de los hábitos de convivencia» que «se desarrollará un día entre semana porque entendemos que en ese momento estarán mucho más receptivos». La idea es «no juzgar su ocio» sino «dar información y prevención de los posibles riesgos o consecuencias», aseveró.
Además, la asociación entregará un obsequio a todos los grupos que participen para que lo coloquen en sus locales- un reloj de pared- como «símbolo de implicación, participación en el programa y como objeto de motivación».
Hernando recordó que «aunque a veces se cree que los resultados del programa deben ser a corto plazo para considerarse exitosos, la experiencia nos dice que los programas preventivos son una siembra y una espera, por lo que animamos a las administraciones públicas a que sigan apostando por la prevención».Las intervenciones por ruido crecieron un 26,6% en 2015Uno de los principales problemas que se derivan del uso de locales como chamizos es el ruido y las molestias que provocan a los vecinos de la zona. En este sentido, el responsable de la Policía Administrativa (UPAD), Carlos Jiménez, aseguraba que «el mayor número de requerimientos que recibimos vienen dados por el ruido y por la falta de seguridad y acondicionamiento de los locales, lo que supone un peligro para los jóvenes» y aseguró que «son muy pocos los propietarios que han optado por acondicionarlos».
La Policía tiene catalogados, en cuanto a requerimientos realizados, «entre 50 y 70» pero la lista es menor porque «si los requerimientos no se repiten en tres meses, descatalogamos el local como problemático», así que «estamos hablando de entre 7 y 10 con requerimientos habituales aunque puede haber más de 100 chamizos en la ciudad».
Durante el año 2014, Policía Local «realizó 64 intervenciones, 45 por ruido, el resto por desorden público, y de ellas, 24 mediciones dieron resultados positivo, mientras que en 2015, se llevaron a cabo 89 intervenciones, 57 por ruido, con 32 mediciones positivas». Este hecho supone un incremento del 26,6% respecto al año anterior.
Una medición positiva «se considera una denuncia grave cuando supera en 10 decibelios el valor límite y tiene sanciones que van desde los 601 euros a los 12.000 euros», explicó el agente, quien añadió que «si lo supera en más de 10, se consideraría denuncia muy grave y tendría multas de entre 12.001 euros y 600.000 euros».