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COMPROMETIDOS CON LA CULTURA Y LAS TRADICIONES DE BURGOS / ABUELAS DE GAMONAL

La mejor terapia contra la rutina

Siempre activas y orgullosas, las Abuelas de Gamonal se reúnen a diario para hacer «algo diferente» / La socia más joven tiene 43 años

Sea cual sea la actividad a realizar, las socias de este grupo «bien avenido» siempre lucen una amplia sonrisa.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
D. S. M.
Burgos

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Que nadie se deje llevar por los dichosos tópicos. La Asociación Abuelas de Gamonal no es un grupo «de personas mayores», pues tener nietos no siempre es sinónimo de tercera edad. Cierto es que en los tiempos que corren, por norma general, la maternidad se retrasa cada vez más. Pero no siempre es así. de hecho, tal y como explica la presidenta, Basi Román, «la más joven tiene 43 años». Y no es la única, ya que en los últimos meses se han sumado otras abuelas que tampoco alcanzan el medio siglo.

Podría decirse que la asociación, que este año cumple 26 años, nació con fines terapéuticos. Su fundadora, madre y tocaya de Basi, atravesaba «una depresión muy grande». El diagnóstico de los médicos para salir de tan duro trance fue claro: «había que apoyarla en sus iniciativas». Y así, después de un viaje con el Imserso que «no le gustó nada», logró convencer a casi 200 mujeres para formar parte de una experiencia que ha sentado cátedra en la capital. ¿Cómo lo consiguió? Muy sencillo, «era muy conocida en el barrio y en Burgos», replica su orgullosa hija, hoy sucesora en el cargo.

Para formar parte de este club «no hay que ser abuela imprescindiblemente». Basta con estar en edad de serlo, de ahí que la edad mínima se sitúe en torno a los 50. Tampoco hay «límites de zona». La asociación no se circunscribe únicamente a Gamonal. Es más, muchas de sus integrantes «son de otros barrios». Lo que sí es necesario, por pura lógica, es pertenecer al género femenino, aunque siempre hay sitio para «colaboradores» -hombres y niños- que participan en actividades conjuntas.

En este sentido, los más pequeños juegan un papel fundamental a la hora de propiciar un intercambio generacional de experiencias y saberes. El «problema» radica en que «durante el curso poco se puede hacer». Las obligaciones diarias y las actividades del fin de semana dejan muy poco tiempo a las abuelas, que a veces pasan a «un segundo plano». No obstante, los chavales «se lo pasan muy bien» cuando van a la sede para participar en talleres de dibujo, cuentacuentos o juegos antiguos. Tanto es así, que incluso «se les olvida el móvil», toda una quimera en plena era digital.

«Lo que se nos ocurra»

Siempre hay algo que hacer en la sede de las Abuelas de Gamonal. Se reúnen todos lo días para «algo diferente», ya sean bailes -latinos, de salón, sevillanas...-, ejercicios para fortalecer la memoria o diseño de mandalas. También está el ya clásico taller de la abuela, donde el punto, el ganchillo y «lo que se nos ocurra» marcan la pauta.

Los jueves toca reunión para hacer balance y programar las próximas actividades. Las decisiones se toman de manera asamblearia y «todas las propuestas de las socias se tienen en cuenta». De aquí a poco, tendrán que elegir cuál es su próximo destino vacacional, dado que todos los años planean una escapada durante una semana para desconectar.

A día de hoy, la asociación se mantiene gracias a la aportación de sus integrantes y de «algún alma caritativa» que aparece de vez en cuando con una pequeña donación. Hace años las instituciones cerraron el grifo. Ya se sabe, «con la crisis nadie te echa una mano». Sea como fuere, las abuelas forman un grupo «muy bien avenido» con cuerda para rato. «Nos ayudamos entre nosotras», apostilla Basi. Al fin y al cabo, es lo más importante.