El Correo de Burgos

EL VALOR DE LAS PYMES

Jesuitas, 72 años al servicio de la FP

El Centro Educativo La Merced y San Francisco Javier apuesta por la formación integral de sus alumnos, orientada no solo a la creación de buenos profesionales sino de personas comprometidas con la sociedad

Vista general del taller de carpintería del Centro Educativo La Merced y San Francisco Javier.-SANTI OTERO

Vista general del taller de carpintería del Centro Educativo La Merced y San Francisco Javier.-SANTI OTERO

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Los jesuitas han estado presentes en los todos los ámbitos educativos desde su fundación hace más de cuatro siglos. Su presencia en la Formación Profesional ha estado vinculada a Burgos a lo largo del siglo XX y es que, desde 1944, los jesuitas vienen potenciando la formación de los jóvenes trabajadores. Primero en la Escuela Profesional Padre Arámburu y, en la actualidad, en el Centro Educativo La Merced y San Francisco Javier, ubicado en la calle Diego Luis de San Vitores.

En este centro concertado se imparten todos los niveles educativos no universitarios, entre ellos, diversos niveles y especialidades de Formación Profesional. Anualmente decenas de jóvenes burgaleses obtienen sus correspondientes títulos académicos en Administración, Comercio y Marketing, Carpintería y Mueble, Informática y Electricidad - Electrónica en Grado Medio, Grado Superior o FP Básica, según especialidades.La FP de este centro burgalés está orientada, como no puede ser de otro modo, a facilitar la empleabilidad e incorporación de nuestro alumnado al mundo laboral. Esto supone que en la FP de La Merced, la formación integral tenga una extraordinaria importancia. Para llevarlo a cabo, el centro se vale de una metodología propia, desarrollada desde la fundación de los jesuitas. Se basa en el conocimiento del mundo en el que vive el joven de hoy; la experiencia como método de aprendizaje; la reflexión que ayuda a la interiorización de lo aprendido y la acción o puesta en práctica de los conocimientos que el alumno va asimilando, seguido de una constante evaluación. Todo ello desde la transversalidad que en la actualidad tienen los saberes.Esa metodología se hace realidad en acciones como la estrecha colaboración que mantiene el centro con un buen número de empresas. Dos instituciones que, gracias a la labor de tutores y empresarios, acuerdan objetivos y acciones conjuntas de gran potencial para los alumnos. Además de la tradicional formación en centros de trabajo, La Merced es puntera en la denominada FP Dual, donde cada vez más alumnos, compatibilizan estudios y el aprendizaje en la empresa, se benefician del conocimiento de una tecnología avanzada y de una mejor integración en la empresa, mejorando sus niveles de inserción laboral.Otro ejemplo del quehacer educativo de este centro es el esfuerzo que el profesorado realiza en la aplicación de metodologías basada en el aprendizaje por proyectos. En este sentido la BusinessWeek (Semana de los Negocios) es un claro ejemplo de ello. En esa semana, alumnos y profesores comparten talleres, charlas e iniciativas emprendedoras punteras que sirven de referencia a los estudiantes para su futuro laboral.Así mismo, hace apenas unos días, un buen numero de alumnos y alumnas de FP de La Merced copaban de cooperativas de todo tipo el Monasterio de San Juan. Una acción educativa en la que el trabajo en equipo, la iniciativa, la corresponsabilidad y el aprendizaje inmediato son las claves del éxito académico.Todos estos recursos forman parte de un proceso educativo en el que el alumnado no sólo cambia su ‘hacer’ mediante la adquisición de competencias profesionales, sino también su ‘ser’. Por ello, La Merced fomenta espacios y momentos de encuentro donde se reflexiona sobre los problemas del mundo actual mediante conferencias, campañas o visitas a diferentes instituciones, entre otras cosas, y donde se da oportunidad a los alumnos de llevar a cabo una experiencia de voluntariado social de larga tradición en nuestro centro. Todo ello, y una larga experiencia pedagógica lo confirman cada día y es que, el alumnado de La Merced, con apoyo de sus tutores, puede concretar sus objetivos vitales y valores personales y determinar, no sólo qué espera de su trabajo, sino también qué espera de la vida misma.Para La Merced, formar solo profesionales no es suficiente. Es necesaria la integración de las distintas dimensiones de la persona. Por eso, proporcionan una educación integral en valores, desde una concepción cristiana y humanista del mundo. Además de formar buenos profesionales, aspiran a formar buenas personas, comprometidas con la sociedad.

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