La factura del vandalismo contra Bicibur se eleva a 881 euros mensuales

Grafitis, destrozos en el mobiliario urbano, farolas, paradas de autobús, parques infantiles y también en las bancadas de préstamo de bicicletas. Nada escapa a la acción de los vándalos. Todo tiene un coste económico importante que repercute sobre las arcas municipales y, al final, recae en el bolsillo de los burgaleses.

La media mensual del coste de los actos vandálicos en Bicibur durante el pasado ejercicio de 2015 se eleva a 881 euros, según los datos facilitados por el Servicio de Movilidad y Transporte (Samyt) del Ayuntamiento de Burgos. Así, la factura por los destrozos causados en este servicio en 2015 fue de 10.571,63 euros. Se incluyen en este coste tanto las bicicletas robadas como las decenas de daños que se contabilizan desde la empresa que se encarga de la explotación y el mantenimiento de las bancadas.

Durante el pasado año fueron robadas un total de 4 bicicletas de Bicibur, pero se contabilizan otros 17 intentos de robo que, a su vez, han causado daños tanto en las bicis como sobre las bases.

Por otro lado, en cuanto a los daños en general ha habido momentos en los que los usuarios se han quedado sin poder utilizar una bancada concreta porque la pantalla con la que se interactúa para obtener el vehículo ha aparecido totalmente destrozada. Otras averías importantes que impiden el uso de las bicis hasta su posterior reparación son los que afectan a los sillines, a los pedales y a la cadena.

En ocasiones, se roban los sillines y en otras aparecen totalmente rajados y las ruedas es otro de los componentes de las bicicletas que más se suelen sustraer. Además, los vándalos la toman con los cubrecadenas, con las luces y con los guardabarros. En las bancadas, además de las pantallas, a veces hay daños en los candados que impiden volver a dejar la bici en ese punto hasta que no se reparan.

A principios de abril se comenzaron a colocar el centenar de nuevas bicicletas que ya están a disposición de los usuarios en todas las bancadas que distribuidas por la ciudad, un total de 23. Los nuevos vehículos, que han costado 437 euros por bici, cuentan con sistemas con los que se han tratado de proteger de los daños. De esta manera, se han colocado cubrecadenas de metal en lugar de los anteriores de plástico y llevan guardabarros más robustos. Además, las ruedas llevan tuercas antirrobo, así como los sillines, como explican desde el Samyt. Aún así, y como se puede ver en las fotografías que acompañan a esta información, alguna bicicleta ya ha aparecido sin la cesta, que es uno de los elementos nuevos que se había colocado.

Durante la presentación de las nuevas bicicletas, la edil responsable de área en ese momento, Gema Conde, (ahora el servicio está en manos del concejal Jorge Berzosa) añadió que a pesar de que Bicibur está integrado en la ciudad, sigue siendo objeto de todo tipo de actos vandálicos. Conde indicó que se ha realizado un esfuerzo por mejorar la seguridad ya que muchas de las 23 bancadas están próximas a lugares donde hay cámaras que, al menos, permiten «localizar» a los autores de los daños.

Diez años

Bicibur ha cumplido 10 años desde su puesta en marcha en 2006. La gestión del servicio tiene un coste anual de 79.618 euros. La empresa de Isidro Juárez (Ciclos Juárez), que fue adjudicataria del mantenimiento del servicio, se ha encargado también del montaje de las nuevas bicis que cambiaron el color rojo por el gris plateado.

En la actualidad, está en marcha una iniciativa para captar nuevos usuarios con el interés de aproximarse al millar de socios. De esta manera, existe una nueva web (bicibur.es) donde los interesados pueden obtener información para convertirse en usuarios. El coste para inscribirse y poder utilizar el servicio es de 15 euros anuales.