ECONOMÍA / Boletín de coyuntura económica de Caja Viva
Diez años de crecimiento «perdidos»
La economía burgalesa está al nivel de 2006 y se recupera a menor ritmo que la media nacional
Tras la dura travesía de la crisis y la posterior recesión y después de tres años de estancamiento, primero, y clara recuperación, posteriormente, la economía burgalesa ha recuperado el nivel que presentaba hace una década. Tres años de recuperación sólo han servido para que la economía provincial ocupe el mismo lugar en el que aparecía en el segundo trimestre de 2006 en el indicador económico Crisebu, ideado por el equipo de Coyuntura de la Universidad para el Boletín de Caja Viva.
Son «diez años perdidos de crecimiento económico» en palabras del profesor José María Calzada, coordinador de ese equipo universitario que se encarga de radiografiar la evolución de la economía burgalesa, quien remarca que se mantiene la tendencia de crecimiento sostenido en la provincia, pero siempre a un ritmo menor que la media nacional y, en determinadas variables, también del promedio regional. De cara a lo que resta de año y posiblemente también el próximo, el pronóstico de los expertos es que el crecimiento se mantenga en Burgos pero por debajo de lo que avanzará en España.
Una buena noticia con matices que se complementa con un «aspecto optimista» si se repara en que la economía burgalesa está creciendo al mismo ritmo al que lo hacía en los años de bonanza previos al estallido de una crisis que a Burgos llegó más tarde y de la que está costando más tiempo salir que en otros territorios, incluida Castilla y León. Pese a ello, Calzada sostiene que es posible que «se esté cimentando un crecimiento más sólido y diversificado», que en la anterior etapa expansiva.
Siempre y cuando, eso sí, Burgos sea capaz de sobrellevar la globalización con la que se mueve la economía y que se traduce el efecto de atracción sobre los inversores que ejercen grandes centros económicos como Madrid en los que resulta más fácil obtener «economías de escala, mano de obra cualificada» y otros recursos, habida cuenta de que con los «avances en las infraestructuras» las distancias tienen «menos peso» y que Burgos, por tanto, ha perdido su ventaja con la posición geoestratégica.
En ese sentido, Calzada recomendó «establecer políticas de colaboración para la creación de un gran eje de desarrollo regional» con los principales centros económicos que «favorezca el desarrollo local».
A mayores, los analistas de la UBU señalan como factor de freno al desarrollo provincial la «incertidumbre política» y la «falta de decisión» de algunos gobiernos y la ausencia de iniciativa a la hora de «resolver algunas infraestructuras básicas» entre las que citan el parque tecnológico o el tren directo a Madrid. Como contrapartida proponen en las conclusiones de su informe que las administraciones públicas prioricen, a la hora de planificar las inversiones, «su capacidad para generar actividad económica en el medio y largo plazo».
El empleo, con lentitud
La evolución del empleo en Burgos ha evolucionado positivamente y se han reducido tanto la tasa de paro como el número de inscritos en el Ecyl y, paralelamente, se ha elevado la cifra de altas en afiliación a la Seguridad Social, pero de nuevo esta mejoría se ha producido a menor ritmo que en el conjunto del país.
Puesto en cifras, la economía provincial encadena tres años aumentando la cifra de afiliados a la Seguridad Social para que al final de 2005 se contabilizará un 5% más de trabajadores inscritos (6.816 personas), mientras que en España en ese mismo periodo el crecimiento ha sido del 8,3%. Si la afiliación hubiera evolucionado a la misma velocidad en Burgos de lo que hizo en el resto de España, se habrían producido a mayores más de 4.500 altas, según los redactores del informe.
De hecho, el equipo de la UBU que elabora el boletín que edita Caja Viva, calcula que en España harán falta tres años para recuperar el nivel de inscritos anterior a la crisis, mientras que en Burgos se tardarían «más de seis años y medio» en alcanzar ese mismo grado de afiliación.
El profesor Calzada presentó ayer estas conclusiones que figuran en el número 12 del Boletín de Coyuntura que elabora el Área de Economía Aplicada de la Facultad de Económicas de la Universidad de Burgos por encargo de Caja Viva Caja Rural. Su director general, Ramón Sobremonte, por su parte, resaltó la enorme repercusión que está dejando en la economía global el «cambio tecnológico» y el limitado efecto positivo de «las políticas monetarias ultraexpansivas». En el caso de España destacó la evolución del mercado de trabajo en el que se han creado «un millón de empleos», pese a que la tasa de paro está aún por encima de la media europea. Es la misma situación que ocurre en Burgos donde la recuperación es «más lenta y frágil».