El PIVE retira en 4 años a 10.000 coches ‘obsoletos’ de las carreteras
«Es un elemento dinamizador no sólo para las ventas, sino que contribuye a retirar de la circulación coches que están obsoletos», según los concesionarios
b. olalla BURGOS
Ya no hay más dinero. La hucha del Plan PIVE se secó ayer, dos días antes de la finalización del periodo de vigencia de su octava edición mañana día 31. Desde que se convocó el primer Plan PIVE en octubre de 2012, hasta ayer mismo, se concedieron en Burgos 10.594 ayudas para la adquisición de un vehículo nuevo en sustitución de uno más antiguo e ineficiente. Dicho de otro modo, el Plan sacó de las carreteras burgalesas en cuatro años a más de 10.000 coches «obsoletos».
Es la segunda cifra mayor de la Comunidad, sólo por detrás de Valladolid (con 14.851 solicitudes), en consonancia con las estadísticas de ventas de vehículos en el primer semestre del año que revelan que se ha vendido un 17,84 por ciento más en la provincia que en el mismo periodo del año pasado para los de nueva adquisición y un 15,3%, en los de segunda mano.
A partir de este momento queda pendiente saber si el PIVE tendrá o no continuación, si habrá un noveno Plan como reclama el sector automovilístico con el apoyo de muchos compradores. Razones no faltan y la principal es que está aún por conseguir el objetivo de rejuvenecer el parque móvil español. De hecho, la media de edad ha subido cada año desde que comenzó la crisis en 2008 cuando los coches tenían de media 8,8 años, mientras que actualmente se establece en 11,9 años.
«Es un elemento dinamizador pero al final no sólo para las ventas, sino que contribuye a retirar de la circulación coches que están obsoletos, no tienen las mismas medidas de seguridad y contaminan más», en opinión del presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Burgos (Aconauto), Fernando Andrés. Sin el aliciente del PIVE, que premia económicamente al comprador, esos coches que deberían estar fuera de las carreteras siguen en la familia en vez de dejar paso a una generación de vehículos más eficientes y seguros. «Coches de hace 15 años que pueden circular legalmente porque tienen su ITV, pero al final en las estadísticas de siniestralidad se comprueba que los más antiguos tienen ratios de accidentalidad mayores», recuerda Fernando Andrés.
Son muchos factores positivos los que ha puesto en movimiento el PIVE: desde la ayuda al comprador a la adquisición del vehículo por su seguridad, a la reducción de emisiones al ambiente, pasado por el incentivo para el sector automovilístico, desde la fabricación de componentes, a las cadenas de montaje y la distribución minorista. Además, el Estado ingresa más por impuestos. En palabras del presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Burgos (Aconauto), Fernando Andrés, «es una buena iniciativa porque beneficia a todos». «Que siga o no siga se verá cuando tengamos un Gobierno», ironizó. Pero lo cierto es que el sector es claramente favorable, «pese a que cada vez es más restrictivo», y las cifras de ventas evidencian la buena acogida por parte de los consumidores. El presidente nacional de la patronal de los concesionarios, Jaume Roura, coincide con el burgalés y resalta, en nota de prensa, que es necesario que se continúe renovando el parque, «para lo cual consideramos prioritaria la puesta en marcha de un plan estructural e intensivo. Esta es sólo una razón más por la necesitamos que se forme un Gobierno cuanto antes».