MUNICIPAL
Dos rampas mejorarán los accesos de la biblioteca Gonzalo de Berceo
La memoria actual descarta un elevador exterior por «problemas de mantenimiento» / Las obras son las fases 3 y 4 de un proyecto de 2014 y llegan con 2 años de retraso
La Biblioteca Gonzalo de Berceo nacía en 1992 y el paso del tiempo ha supuesto en ella un deterioro lógico del uso diario, junto a las inclemencias meteorológicas, y el desgaste natural y envejecimiento de los materiales utilizados. Las obras de mejora se iniciaron en el año 2014, con un planteamiento de cuatro fases, de las que sólo se han ejecutado las dos primeras por falta de presupuesto, quedando pendiente las 3 y 4, correspondientes a la mejora de la accesibilidad, acumulando dos años de retraso.
Será este mes de agosto cuando finalmente las obras saldrán a licitación, una vez Intervención apruebe su desarrollo y después de haber sido incluidas dentro de las Inversiones Sostenibles. Lo harán con un presupuesto de 135.049 euros, cuando el inicial era de 89.000, y un plazo de ejecución de tres meses, «por lo que las obras finalizarán antes de que termine el presente año», tal y como explica Jorge Berzosa, concejal responsable de las Inversiones Sostenibles.
Cabe recordar que las primeras obras de mejora se destinaron a subsanar las caídas de enfoscados de las cornisas en la entrada, y las penetraciones y deterioros de los zócalos, con un presupuesto total 62.984 euros, de los que 30.377 euros se destinaron a las intervenciones de mayor urgencia como la cornisa y la cubierta, y 32.607 euros a los arreglos del zócalo.
Solucionadas dichas urgencias, parecía el momento de acometer en el edificio las fases 3 y 4, unas obras que se presupuestaron en 89.000 euros y que suponían la colocación de un ascensor en el centro de la escalera de acceso que uniese la rasante de la acera con la cota en la que se encuentra la planta principal de la biblioteca. Esta solución contaba con su correspondiente memoria valorada, redactada y presupuestada, pero ha sido finalmente abandonada porque el ascensor supondría muchos problemas de mantenimiento, dada la ubicación exterior del ascensor y su exposición a las inclemencias del tiempo burgalés y a probables malos usos y vandalismo sobre sus mecanismos, según explica el aparejador municipal encargado de las obras en su memoria.
La solución propuesta pasa por añadir al edificio dos rampas de acceso hasta la cota de la planta baja, una de ellas en la entrada principal y otra en la salida de emergencia de la parte trasera, con lo que se suprimen las antiguas rampas, construidas con pendientes que exigían una notable forma física.
A las rampas se sumarían los remates de todas las obras realizadas en las fases 1 y 2 y en la actual como son la reconstrucción del peldañeado, la reconstrucción del zócalo igual que el realizado en las obras anteriores, los remates perimetrales del zócalo, la colocación de vierteaguas, la reforma de escalera lateral, aplicación de pinturas, colocación de pinchos antipalomas, y la urbanización exterior de conexión, tal y como recoge el aparejador en su informe.
Ya en el interior, la biblioteca también necesita dar solución a la accesibilidad, por lo que el técnico municipal propone dotar de otras puertas de acceso, con apertura automática, cierre metálico de seguridad, así como una reforma y adaptación a la normativa del actual ascensor interior.