El hospital Yagüe se queda sin fachada
Hasta el momento se han derribado el edificio de enfermería, la lavandería, el gimnasio y la sala de calderas
El derribo del edificio donde se ubicaba el antiguo hospital Yagüe sigue su curso. Actualmente la empresa Erri-Berri, encargada de llevar a cabo el trabajo, está acometiendo las labores de demolición de la parte frontal. Hasta la fecha ya se han derribado el edificio de enfermería, la lavandería, el gimnasio y la sala de calderas y como indica el jefe de obra, Javier Bidaurre, todo va según lo previsto. «Los trabajos a día de hoy van conforme al planning, vamos en plazo y todo va como lo esperábamos». Esto significa que para mediados de próximo mes de noviembre finalizarán las obras, convirtiendo el lugar en un solar para un uso todavía desconocido.
A pesar de algunas quejas de los vecinos, la empresa constructora asegura que dispone de un proyecto con las medidas específicas anti polvo para evitar en la medida que se pueda las posibles molestias. «Estamos llevando todo a rajatabla, lo que pasa que al ser una obra tan grande no es sencillo. Y además, la edificación tiene muchos años, es de hormigón y ladrillo, y no es fácil, intentamos controlarlo todo lo que se pueda», apunta Bidaurre aclarando que cuando tiraron la chimenea hace unos días no se corrió peligro alguno al caer cerca de unos depósitos de aceite usado. «La tiramos de la mejor forma posible y los depósitos tienen aceite usado para la revisión de las máquinas».
Las obras comenzaron en junio en la parte trasera, con el derribo del edificio de enfermería, y con 25 operarios trabajando. En la actualidad quedan 15, que se mantendrán hasta que finalice, «porque ahora lo que queda es todo trabajo de maquinaria», explica Bidaurre. Se está utilizando una máquina de demolición de 42 metros, tres retros de 40 toneladas y se añadirá una cuarta. El horario que están siguiendo es de lunes a viernes desde las 8 de la mañana hasta las 19 horas. «También para no molestar al vecindario, porque somos conscientes que es una incomodidad el ruido, el polvo y demás», concluye Bidaurre.