El Correo de Burgos

Manual de botánica o el secreto de la eterna juventud

A finales del año 2017 verán la luz las primeras réplicas del manuscrito Voynich, considerado como el Santo Grial de la criptografía histórica

Juanjo García con Luis Miguel Muñiz, encargado de dar el toque final a las réplicas del manuscrito Voynich, antes de mandarlo al cliente.-RAÚL G. OCHOA

Juanjo García con Luis Miguel Muñiz, encargado de dar el toque final a las réplicas del manuscrito Voynich, antes de mandarlo al cliente.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
VALERIA CIMADEVILLA
Burgos

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«Es un libro que solamente tocarlo impone y da miedo. Presenta un aspecto tan extraño que te subyuga». Así lo expresa Juanjo García, director de la editorial Siloé, seleccionada, entre otras miles, para realizar el facsímil del Manuscrito Voynich. Y razón no le falta. Gracias a la prueba del carbono 14 se sabe que tiene 600 años de antigüedad, pero se desconoce en qué lenguaje está escrito, y si está encriptado, no se ha podido descifrar. Considerado como el enigma literario de la historia de la humanidad por el misterio que le rodea, a día de hoy poco se sabe de este códice en el que aparecen entre otras, imágenes de plantas desconocidas. Por eso podría tratarse de un herbolario con recetas. Algunos van más allá, y aseguran que podría contener la gran receta de la piedra filosofal, para convertir todo en oro, o incluso la fórmula de la eterna juventud. Aunque teorías no le faltan acerca de lo que es o a quién pertenece, como la «descabellada» de ser el olvido de un extraterrestre, algo que no disgusta a García, añadiendo que este ser de otra galaxia fue acogido en un monasterio, «y aprovechó el escriptorium para relatar la flora de su planeta». Bromas aparte, su datación le sitúa entre el año 1404 y 1438, por los peinados de algunas damas. También se han descifrado cerca de 10 palabras, entre ellas ‘cilantro’ y ‘enebro’. Esta escasa información le rodea aún de más misterio. «Ten en cuenta que ahora mismo, mientras hablamos del códice, hay miles de personas en todo el mundo estudiándolo», subraya García.

Hace casi un año que les dieron la noticia de ser los elegidos, justamente en el otoño pasado. A partir de ahí han tenido que realizar varios viajes a la librería Beinecke, perteneciente a la Universidad de Yale, lugar en el que se conserva desde 1969. «Estuvimos una semana con el códice encerrados, sometidos a un montón de controles, como la humedad y la luz del ambiente, para preservar su cuidado», indica el editor.

El proceso meticuloso que deben de realizar implica a más de 20 profesionales o empresas diferentes, llegando a alcanzar las 70 personas de varios gremios. Esto incluye la ejecución de fotografías de altísima resolución del códice, la preparación de los soportes que imiten el pergamino y la encuadernación artesanal, entre otros. «Los cuadernillos van exactamente como está el libro original, con sus agujeros, cosidos y sus deterioros. Es un arte de imitar el paso del tiempo, algo en lo que destacamos y en lo que se fijó la Universidad de Yale para elegirnos como editores de está replica que va a dar la vuelta al mundo», manifiesta García orgulloso. Cerca de dos años de trabajo le llevará, cuyos primeros resultados verán la luz a finales del año 2017.

Se editarán 898 ejemplares, que sumados a los que prepararán para trámites oficiales y colaboradores, no sobrepasarán los 1.000, de los cuales ya hay 300 resrevados, todos ellos con una certificación notarial de tirada.

García asegura que su vida no ha cambiado, de hecho siguen trabajando con otros títulos muy importantes, como el Cartulario de Valpuesta, que contiene las primeras palabras escritas en castellano, o la Vida y Milagros de San Luis, un códice muy importante para la cultura francesa, y catalogado como intocable por su deterioro. Si alguna influencia ha habido, reconoce, es en que ahora son muchas las miradas internacionales que tienen encima, «y tenemos que mantener muy alto el pabellón de nuestras ediciones y de nuestra calidad, porque es la que nos ha llevado hasta aquí». Además, sigue implicado en la conservación y mantenimiento del Museo del Libro, «que es como hijo». Así, destaca que en la actualidad las visitas a su página web han llegado a las 20.000.

García no quiere hacer valoraciones acerca de si hacer el facsímil del Manuscrito Voynich es el culmen o no de su carrera como profesional, «podría ser», comenta, «pero hay muchos más». De lo que sí se siente muy orgulloso es de haber puesto a Burgos en el mundo, y a «España en la historia del Voynich».

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