INDUSTRIA
La nueva planta de Campofrío recibe la autorización ambiental
El trámite administrativo llega un año después de la colocación de la primera piedra de la Nueva Bureba, en el polígono de Gamonal
La nueva planta que Campofrío, levantada en el mismo lugar en el que llamas devastaron las antiguas instalaciones en noviembre de 2014, ya cuenta con la autorización ambiental. El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicaba ayer la orden de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, con fecha 29 de agosto, por la que se concede este permiso después de que la cárnica solicitará una «modificación sustancial» de esta autorización el pasado 23 de mayo con motivo de la construcción de la nueva planta en el polígono de Gamonal. La Junta aprobaba el pasado mes de julio el Informe de Impacto Ambiental por el que se determinaba que la nueva factoría no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente. Este nuevo trámite administrativo llega un día antes de que se cumpla un año de la colocación de la primera piedra de la Nueva Bureba. Un acto que contó con la presencia de más de 600 empleados de la planta arrasada por el fuego, así como del presidente de Campofrío, Pedro Ballvé. La colocación de primera piedra se escenificó con seis trabajadores de la fábrica que colocaron seis ladrillos elaborados con las cenizas de la antigua planta de Campofrío.
La nueva instalación será la más moderna de Europa. La inversión asciende a 225 millones de euros.La nueva fábrica tendrá una superficie de 97.000 metros cuadrados y alcanzará una producción de 101.400 toneladas de productos al año, lo que equivale a que cada día saldrán cerca de 40 camiones de la fábrica. La Nueva Bureba se distribuirá en cinco zonas de producción, independientes entre sí: Materias Primas y Cocidos, Embutidos, Loncheados y Expediciones, Servicios Industriales y Control de Accesos. En total, la factoría contará con ocho edificios. Los cinco de nueva construcción, a los que hay que sumar tres que ya existían:la planta de jamones, el edificio de cogeneración y el edificio auxiliar de la planta de jamones. Será en la primera de las nuevas cinco plantas, la de materias primas, en la que se lleve a cabo el control de calidad de la carne, así como de almacenaje.
Un proyecto que plantea una disminución del consumo de agua del 20% respecto a la anterior fábrica y la reducción en un 30% del consumo de energía térmica. El consumo de agua se estima en 481.300 metros cúbicos al año.