Un ‘dibujo pictórico’ de premio
El ganador de la XXI edición del concurso de pintura AXA, Daniel Parra recogerá su galardón la próxima semana
La puerta de Pellejería de la Catedral de Burgos realizada por Daniel Parra se alzó con el primer premio de la XXI edición del concurso AXA de Pintura Catedral de Burgos. El pasado mes de julio el jurado falló en favor de esta obra definida, por su propio autor, como un dibujo pictórico, al utilizado carboncillo sobre tabla. Según Parra, son herramientas que se usan para dibujo, pero después de pintar durante tantos años, decidió incorporarlo, mezclando el trazo con unas «facetas» muy pictóricas.
En un principio introdujo la pintura para darle color a sus creaciones, hasta que dejó de hacerlo. «Al final, como el lenguaje es tan poderoso, no le hace falta color, no me lo pedía», indica el pintor.
El estilo que usó, y con el que más se siente identificado en estos casos, es un realismo contemporáneo, porque opina que así se ciñe uno a los elementos concretos.
Esta es la tercera vez que se presenta al certamen, «a la tercera va la vencida», comenta, siendo en parte su asignatura pendiente, puesto que en las dos ocasiones anteriores ni siquiera fue seleccionado.
Parra asegura que ganarlo es «ponerte una medalla gorda», y más que la cantidad económica que ha percibido, valora la repercusión y el prestigio que ha conseguido gracias a él. «Este premio se considera el mas importante en España en esta modalidad, el jurado está muy bien valorado», apunta entusiasmado.
Este cordobés de 35 años es todo un experto en concursos de pintura rápida. No en vano lleva ganados más de 270 premios, tanto nacionales como internacionales. «Este el año me he presentado en 23 concursos y he ganado 21». Así, subraya que se inició en la pintura porque le gustaban este tipo de certámenes, que para él suponían el uso de una disciplina muy diferente.
«Están los pintores de estudio y luego este tipo de modalidad, que para mi es bastante mas complicada y mas pura. Vas a un sitio y tienes que representar en ese día, con las condiciones climatológicas que sean y en las horas que te digan, algo de allí», resalta. Por eso, destaca que se adquiere un nivel de preparación técnica que te permite resolver un cuadro en cuatro o cinco horas, «yo eso hacerlo hace un año y medio era imposible». Sin trampa ni cartón, el dominio técnico es cada vez mayor y más fiel a los que está representado, «y también creas un lenguaje propio».
La próxima semana se desplazará desde Córdoba hasta Burgos para recoger su premio, uno más para añadir a su colección, pero no por ello menos importante.