Uno de cada cuatro niños burgaleses pesa más de lo recomendado
Con todo, la prevalencia de la obesidad es muy inferior a la del conjunto del país, según el estudio anual del Ayuntamiento y la UBU
¿Tienen los niños burgaleses un problema de sobrepeso? Esa es la pregunta que lanza, año tras año y van cuatro, el programa municipal ‘Sanos y en forma’. La respuesta, apoyada en los datos que cada curso recaba el Ayuntamiento y la UBU en los centros educativos de la ciudad, es la misma desde 2012: uno de cada cuatro escolares estudiados tiene un peso excesivo.
La proporción de alumnos con sobrepeso u obesidad, décima arriba o abajo, se mantiene en torno al 25% de la muestra, que en el último estudio incluyó a 567 niños y 571 niñas de 15 colegios, una cuarta parte de los niños de las estas edades que residen en la capital burgalesa.
La respuesta a la citada pregunta, no obstante, varía en función de las tablas de referencia. Y es que el 25% según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud desciende al 15,8% al cotejar los datos con las curvas de crecimiento españolas de la Fundación Orbegozo.
Aún en el peor de los casos, lo cierto es que la situación local mejora la media nacional. En este sentido, el informe que ayer repasó la edil de Sanidad, Lorena de la Fuente, destaca que la prevalencia de sobrepeso y de obesidad en Burgos es muy inferior a la registrada en el conjunto del país. En concreto, el sobrepeso local ronda el 17% frente al 20% nacional. La distancia se amplía bastante en la obesidad: un 3% en Burgos y un 9% en España.
Si bien la comparativa general con las cifras de años anteriores apenas arroja cambios, sí se aprecian evoluciones diferentes en las variables específicas de sobrepeso y de obesidad, con un aumento de la prevalencia de la primera, de un 15,8% en 2012 a un 17,8% en 2016, frente a un descenso de la segunda en idéntica proporción, del 9,4% al 7,4%.
Cabe indicar, tal y como precisó De la Fuente, que el estudio anual se detiene en tres grupos de edad muy concretos: 6 y 7 años (primero de EPO), 11 y 12 años (sexto de EPO) y 13 y 14 años (segundo de ESO). Se detectan variaciones en los resultados obtenidos, con un 25,8% de peso excesivo en el primer caso, un 27,1% en el segundo y un 23,9% en el tercero.
Con todo, el objetivo del programa ‘Sanos y en forma’ va más allá de contar con indicadores actualizados del peso infantil a partir de mediciones antropométricas. Persigue además conocer los hábitos de los escolares y detectar áreas de mejora mediante las respuestas a las encuestas realizadas a los participantes.
Así, del propio testimonio de los afectados se infiere que el peso excesivo se vincula a una menor actividad física, tanto en el recreo como en su tiempo libre, y un ocio más sedentario, pues los niños con este perfil dedican a las pantallas media hora más que los que tienen un peso normal. También hay factores determinantes relacionados con la alimentación: los alumnos con sobrepeso «no hacen las cinco comidas diarias recomendadas y consumen más bebidas energéticas y menos pescado», explicó De la Fuente. La edil destacó además que «hay menos niños con sobrepeso entre los que comen en el colegio (7,3%) que entre los que comen en casa (20,8%)».
El programa recomienda incrementar la presencia de verduras, hortalizas, legumbres y pescado en la dieta, comer más de una pieza de fruta al día y preferir bocadillo a bollería o galletas. «Para quitar la sed, mejor agua que refrescos y zumos», añade el informe. Por otra parte el estudio concluye que el nivel de actividad física es adecuado aunque subraya el exceso de tiempo que «se dedica a las pantallas». Al respecto, sugiere que sea inferior a dos horas.
Esta iniciativa de promoción de la salud -con un coste próximo a los 4.500 euros- complementa la elaboración del documento pormenorizado ayer por la concejal de Sanidad con talleres nutricionales adaptados a las distintas edades, charlas a padres y un concurso de recetas sanas en el que el curso pasado participaron 410 escolares.