SANIDAD
La Junta asumirá el tratamiento de Ana
La niña de 16 meses, con un raro tumor cerebral, requiere un tratamiento en el extranjero que se le proporcionará en la ciudad francesa de Orsay
La Junta de Castilla y León sufragará los gastos del tratamiento de radioterapia con protones- que no existe en España- de Ana, una menor de 16 meses de Modúbar de la Emparedada afectada de un tumor raro y muy agresivo en el cerebro y es que ayer la familia de la pequeña burgalesa recibía la confirmación por parte de la Administración regional. A partir de ahora, Ana tendrá un año para recibir este tratamiento, que tendrá lugar en la localidad francesa de Orsay. "Serán los médicos quienes decidan qué momento es el idóneo para que Ana acuda a Orsay", explica María, la madre de la pequeña.
Por su parte, el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado explicó ayer, en su visita a Burgos, que no es la primera vez que la Junta asumiría un coste de un tratamiento médico en el extranjero, aunque ha reconocido que es una cuestión poco frecuente. A la menor se le diagnosticó el pasado agosto un extraño tumor en el cerebro del que fue operada con éxito en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, pese a lo cual requiere de un tratamiento específico a base de protones para que el tumor no reaparezca, que se realiza en países como Francia o Italia.
La familia de la menor pretende que la Junta alcance algún tipo de acuerdo con alguno de estos países para poder recibir el tratamiento, puesto que la otra alternativa sería costear los 100.000 euros que dicho tratamiento tendría en una clínica privada internacional.
Este periódico contaba el caso de Ana en su edición del pasado 16 de octubre.Sus padres, María Pietro y Raúl Peñalver, mostraban ayer su alegría por el anuncio del consejero, ya que, de confirmarse, sería una ayuda muy importante. Estos padres narraban esta experiencia, de cómo «Ana era una niña sana y sin ningún problema, pero en el mes de agosto notamos que empezaba a torcer el cuello, que andaba más a lo loco y que estaba más irritable», explicaba María. Sus padres la llevaron al servicio de urgencias del HUBU. Al contarle a la pediatra qué le pasaba, el diagnóstico de esta profesional fue determinante para saber su dolencia. «Según le comentamos los síntomas, consideró que había que hacer a mi hija una prueba de imagen». Un TAC sacó a la luz un tumor cerebral que había que operar de inmediato. María recurrió a una amiga que trabaja en el hospital 12 de Octubre y que le habló de un neurocirujano pediátrico muy bueno.«No nos lo pensamos y pedimos que derivaran allí a Ana».La operación a la que fue sometida salió bien. El tumor de Ana era de grado 4, el más agresivo, y«lamentablemente muy raro y poco estudiado».A partir de ese momento, su vida dio un giro de 180 grados. Tuvieron que dejar Burgos para vivir en Madrid, lo que también ha hecho que hayan tenido que separarse de su otra hija, Julia, de 4 años. Aunque la operación fue bien, al ser un tumor muy complicado, Ana debe someterse a un tratamiento que combina quimioterapia y radioterapia. El tratamiento de radioterapia con protones reduce de un 80 a un 20% las secuelas de la radioterapia y aunque no garantiza la cura sí ofrece una mejor calidad de vida, según señalan los padres.
Mientras llega la respuesta de la Junta de Castilla y León, la Asociación Infantil Oncológica de Madrid y un equipo de profesionales del 12 de Octubre se ocupan de su rehabilitación. Un apoyo «fundamental» para los padres, así como la ayuda psicológica y de respiro familiar que les proporcionan laAECC y la AsociaciónEsparta contra el cáncer infantil.