Más allá del cliché

El pueblo gitano toma la gran pantalla en noviembre de la mano del Aula de Cine y Audiovisuales de la Universidad de Burgos. El nuevo ciclo -que, como siempre, ocupará cada jueves a las 20.30 horas (2,5 euros) el salón de Caja de Burgos en la avenida Cantabria- incluye cinco títulos, cuatro largometrajes y un corto, que miran a un colectivo, el de los mil nombres: «romaníes, calés, gitans, tsigani, zíngaros, bohemiens o sinti», «cuya identidad se pierde en el tiempo y en el espacio», tal y como señala el programa.

Son varios los directores que en las últimas décadas se han detenido en la riqueza de la cultura gitana y han optado por dotar a los personajes de sus obras de «una mayor profundidad a través de diferentes matices sociológicos», afirma el texto de presentación del ciclo que, además, celebra que una parte del cine actual mantenga esta línea narrativa, «evitando caer en los clichés más burdos, y, aunque se mantienen alusiones a los grandes tópicos, se hacen desde un respeto creciente a sus peculiaridades o mediante una perspectiva renovada y original que subraya los aspectos menos conocidos de su historia».

A ello contribuyen las películas que conforman esta propuesta que, de paso, servirá para acercar a la ciudad dos estrenos. El primero, este mismo jueves: Solo el viento, del húngaro Benedek Fliegauf. La cinta, ganadora del Oso de Plata y el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín de 2012, se basa en hechos reales para hacer «una crónica demoledora de un día en la vida de una familia de gitanos y una explícita denuncia del racismo creciente visible en Hungría».

Toma el testigo el jueves 10 otro estreno, el de Clan salvaje, de Jean-Charles Hue, que retrata a la minoría yeniche, nómadas procedentes de Europa Central, a la que él mismo pertenece.

Tony Gatlif hace ‘doblete’ el día 17 con dos títulos: Canta gitano, un corto musical sobre la aniquilación de los gitanos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y Swing, película que, a través de los ojos de un niño de diez años, se centra en el jazz manouche.

El director español Isaki Lacuesta cierra la ronda el 24 de noviembre con La leyenda del tiempo, documental multipremiado que compagina la historia de Isra, un niño gitano que tras la muerte de su padre ya nunca podrá volver a cantar y sueña con viajar algún día lejos de la isla en la que nació, con la de Makiko, que viaja hasta esa isla para asimilar una tradición y una forma de entender la vida que le son ajenas, y con las que espera poder afrontar las emociones provocadas por la enfermedad de su padre.