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SANIDAD

De la primera piedra al escombro

El Hospital General Yague está ya reducido a polvo / Su construcción representó un momento de gran ilusión para los burgaleses allá por 1947

Imagen del hospital desde una avioneta, a la derecha se puede ver el antiguo Gobierno Militar y al fondo el Yagüe.-ARCHIVO MUNICIPAL

Publicado por
MARTA CASADO / BURGOS
Burgos

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En 1947 la posibilidad de contar con un centro sanitario moderno empezó a ser algo más real. El Instituto Nacional de Previsión adquirió un terreno de 30.000 metros cuadrados ubicados en la zona conocida como Fuente Nueva. El 21 de junio de 1948 se presenta el proyecto y la solicitud de licencia para empezar su construcción por parte de José Luis Rodríguez Pulido. Aunque para entonces las obras ya habían arrancado. Se coloca la primera piedra el 27 de febrero de 1948.

En el cartel de la obra figuraba, tal y como cuenta el doctor Martín de Frutos en el libro ‘Hospital General Yagüe. De las 300 camas al complejo asistencial universitario de Burgos’, Residencia Sanitaria de 300 camas, apelativo que le acompañó desde entonces aunque el 25 de junio de 1954 recibió el nombre de Residencia General Yagüe. El primer caso que ingresó en un hospital que abrió en verano de 1960 fue una mujer de 27 años aquejada de apendicitis crónica. Ocho días después salió por las puertas del renovado hospital que se ubicaba como única construcción en la zona de Fuente Nueva. Nada alrededor de la residencia hospitalaria. Hoy todo está edificado, viviendas, parques, carreteras donde no hay espacios para el coche. Pero las más de 30.000 hectáreas iniciales son ya hoy polvo y escombros.

Durante más de 50 años, tras la inauguración para lo que se trasladó hasta Burgos el mismo Francisco Franco, fue el lugar de peregrinación de los burgaleses para sus momentos vitales más importantes. De ahí el sentimiento que deja el hueco que ha dejado esta instalación. Durante los primeros ocho años de la puesta en marcha del centro estaban al frente tres médicos: el director Esteban González Murga y dos médicos residentes Norberto del Val Gutiérrez y Acacio Sáenz León. Junto a ellos trabajaban una docena de monjas de la congregación de San Vicente de Paúl. Algunas de ellas tenían el título de enfermeras, otras ejercían con cocineras y lavanderas u otras tareas no asistenciales. Las hospitalizaciones en los primeros días del Yagüe eran escasas. Muchos burgaleses veían que aquel edificio era muy grande para sus necesidades, muy caro de mantener y pillaba a desmano. Palabras que podrían asumirse al nuevo Hospital Universitario de Burgos. En aquellos años, con tan poco personal, las hospitalizaciones eran escasas. En el primer semestre de vida de la instalación a penas pasaron por sus 300 camas, 1.800 pacientes. Hasta el año 1966 el hospital no había abierto todas las plantas habilitadas para uso sanitario. En los años 70 empezó a dotarse el centro de más personal y a partir de 1975 se empezó a profesionalizar empezando por el área de enfermeras que dejó de estar al cargo de la congregación religiosa para contratar a una persona civil y con formación. Las religiosas se mantuvieron en plantilla del hospital hasta 1995.

Y es que el Hospital General Yagüe fue creciendo conforme crecía la población aunque desde inicio pareció ser una instalación insuficiente para la ciudad. «Las limitaciones de espacio detectadas al poco de su puesta en marcha obligaron a firmar conciertos con otras clínicas y residencias para poder derivar pacientes». El Dr. Frutos explica en 1970 se externalizaban operaciones que no se podían realizar en un edificio nuevo. Burgos cambió mucho durante aquellos años. En la inauguración del edificio la ciudad contaba con 70.014 habitantes, cuando se inauguró había crecido hasta los 89.846 vecinos pero al ser considerada la ciudad como Polo de Promoción Industrial mucha gente de los pueblos de alrededor se acercaron a la ciudad y en 1970 la población ya ascendía a 116.797 habitantes.

Así las 300 camas empezaron a ser insuficientes y el personal con el que se había dotado a la instalación iba creciendo. A mediados de los 60 el centro sufrió una gran ampliación, con una inversión de 160 millones de pesetas, para superar las 700 camas y se realizó una jerarquización más profesional de servicios. Así a los tres médicos y los cuatro cirujanos y 12 enfermeras se aumentó la plantilla hasta las 130 personas. En 1971 la Residencia disponía de 110 enfermeras y 45 auxiliares y se encaminaba el hospital hasta los 500 trabajadores entre médicos, enfermeras y celadores. Por los pasillos del Hospital General Yagüe calcula el doctor Frutos que han pasado unos 16.000 profesionales. En cuanto a pacientes ingresados se rozaron el millón durante los 52 años en los que el centro estuvo activo.

De ahí que algunos nostálgicos, profesionales pero también pacientes, hayan organizado un evento de homenaje a la instalación hoy ya desaparecida, que se celebrará el próximo 17 de noviembre. Un homenaje a los profesionales que se han formado allí y han ejercido durante toda su vida profesional, pero también un homenaje por parte de los ciudadanos. Quienes deseen participar en una jornada de debate, ponencias, música y recuerdos deben recoger una de las 1.300 invitaciones que se repartirán desde OTR Burgos. Se priorizará a los profesionales que podrán recoger en horario de oficina las invitaciones del 2 al 9 de noviembre. Las que queden libres se podrán repartir entre el público general a partir del 10 de noviembre.