Mi cabello bien vale una sonrisa
Virginia Melón Estilistas es una de las peluquerías asociadas a Mechones Solidarios, una ONG que fabrica pelucas para pacientes con cáncer / La peluquería también ha realizado un calendario solidario
En los tratamientos contra el cáncer basados en quimioterapia y radioterapia, la pérdida del cabello es uno de los efectos secundarios más angustiantes por los que deben pasar los pacientes. Esta pérdida, en muchas ocasiones afecta de forma profunda al autoestima del enfermo y requiere de un apoyo especial. Para hacer un poquito menos duro ese proceso surgió la asociación Mechones Solidarios.Esta organización realiza pelucas de pelo natural de forma altruista para quienes las necesiten. Para lograrlo se ayudan de las donaciones de pelo que puede hacer cualquier persona de forma individual o a través de las peluquerías asociadas en cada ciudad, pero, además, también recogen pelucas de quienes ya no las necesitan y es la propia asociación la que se encargada de realizar el proceso de lavado, desinfección, rehabilitación del cabello, arreglos, ajuste a medida y nuevo corte y peinado para el nuevo usuario.Precisamente en el capital burgalesa existen siete peluquerías asociadas y una de ellas es Virginia Melón Estilistas. «La idea de colaborar con esta asociación surge porque nosotras trabajamos de un forma muy personalizada y lo que le ocurre a nuestro clientes, también nos afecta», comenta Virginia Melón, gerente de la peluquería, «un día llegó una de nuestras clientas habituales y nos comentó que le habían diagnosticado cáncer, nos afectó mucho y nos sentimos obligadas a ayudar de alguna manera, no sabíamos como hacerlo hasta que descubrimos Mechones Solidarios por Facebook». Virignia se puse en contacto con la directora para conocer su labor de primera mano.Un año hace que empezó esta colaboración y «la respuesta de nuestros clientes ha sido extraordinaria», asegura Melón y es que en doce meses «hemos enviado unas mil coletas a la asociación». De todo tipo de pelo, rubio, moreno, teñido, si teñir, con permanente, liso, y es que la estilista hace hincapié en vale «cualquier tipo de pcabello a no ser que esté muy estropeado». Eso sí, como mínimo la coleta donada debe medir 20 centímetros.Dentro del pelo recogido, las propias peluquerías pueden especificar si va destinado a realizar pelucas de adultos o infantiles- se hace una separación que además facilita el trabajo de la propia asociación- porque «sí es cierto que aunque nos vale cualquier tipo de cabello, las pelucas para niños se hacen con pelo natural sin ningún tipo de tratamiento». Además, existe la posibilidad de que «al donar tu pelo quieras que se destine a realizar una peluca para una persona en concreto, como un familiar o un amigo que la necesite».«Muchas de nuestras clientas proponen ellas mismas la donación», comenta Melón, «aunque en algunos casos si llega alguien con una melena larga y quiere hacerse un cambio de look atrevido y no conoce esta donación se la proponemos». Parece mentira pero «cortarse el pelo 20 cm a muchas mujeres les da ‘respeto’ o pena», comenta la estilista, quien asegura que esta iniciativa le ha cambiado la forma de pensar. «A mi me encanta una melena larga, pero el pelo crece y con esta acción puedes mejorar el estado de una persona que lo necesita».En este proceso, la peluquería corre con los gastos de envío, por eso «cobramos el corte de pelo» porque «los envíos suelen ser muy costosos por el peso de los paquetes». El envío suele realizarse cada dos meses y «a lo largo del año ya hemos enviado seis cajas a la asociación». La generosidad ha sido enorme, hasta tal punto que «actualmente la asociación tiene muchísimo pelo y ha tenido que buscar un espacio para almacenarlo».Sin embargo, la organización necesita fondos económicos porque la ejecución de una peluca «ronda los 300 euros» y «su venta en el mercado asciende a los 800 ó 1.000 euros». Para su creación, «la asociación contrata a personas en riesgo de exclusión, por lo que la cadena de solidaridad no se rompe nunca».Calendarios solidariosAsí las cosas, con el objetivo de recaudar fondos para la asociación, Virginia Melón Estilistas ha lanzado, por segundo año, un calendario solidario en dos formatos, de pared, por 12 euros y de mesa, por 6 euros. «El año pasado realizamos un casting entre nuestras clientas e hicimos el calendario con fotos de ellas y de mi equipo, gracias a la colaboración del fotógrafo Yeray Barrado», comenta Virginia, «logramos recaudar 800 euros».En esta ocasión, las protagonistas del calendario son las profesionales de Virginia Melón Estilistas y la moda nupcial porque «trabajamos con muchas novias y nos hacía especial ilusión». Las profesionales aparecen con vestidos de Novias Désirée, que «nos dejó tanto los vestidos como el espacio de forma altruistas y, de nuevo, hemos contado con al ayuda de Barrado para las fotos». A cargo de Melón corre la impresión de los calendarios porque «aún no hemos encontrado una imprenta que quiera colaborar».Los calendarios ya se pueden adquirir en Virginia Melón y en Novias Désirée, aunque la estilista comenta que «si hay otros locales interesados en apoyar la venta sólo tienen que ponerse en contacto conmigo».