Aprobada por la mínima la disolución de la Asociación Plan Estratégico
La propuesta de Lacalle para liquidar el Plan necesitaba veinte votos y obtuvo 21, por seis en contra y tres abstenciones
Cuando comenzó a andar, el 17 de julio de 2000, día de la constitución del Plan Estratégico, quedó escrito en el artículo 3 de los estatutos que «la duración de la Asociación será indefinida». Dieciséis años y medio después esa misma entidad quedó sentenciada a muerte por una ajustadísima votación en el seno de su asamblea general propuesta por el Ayuntamiento de Burgos, su entidad creadora. El cierre patronal impulsado por el presidente de la Asociación, el alcalde de Burgos, para acordar la disolución precisaba de dos tercios de los votantes y, tras un debate sobre si los socios que no estuvieran al corriente del pago de sus cuotas podrían o no votar, finalmente quedó aprobado el cierre con 21 votos a favor, uno más de los necesarios.
Según ha podido saber este periódico, parte de los asociados que acabaron secundando la disolución votaron afirmativamente al comprobar que el Ayuntamiento -y el resto de partidos políticos- era el más interesado en abandonarlo privándole, por tanto, de sustento financiero y contenidos de trabajo. En contra mantuvieron su voto seis socios, entre ellos la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), cuyo presidente Miguel Ángel Benavente, que ayer delegó su presencia, se cuenta entre los más críticos con la gestión de los representantes del Ayuntamiento. FAE votó también no en nombre de otros socios del ámbito económico. Otros tres se abstuvieron.
Fue rechazada la propuesta del representante de FAE de posponer quince días la votación hasta disponer de un informe encargado a ese propósito que aclare las condiciones de la liquidación, incluidas las deudas y el personal del Plan, para que los socios pudiesen motivar mejor su voto sobre la disolución. En ese sentido varios de los representantes del mundo de la empresa reprocharon a la directiva que no hubiera exigido con anterioridad a la propuesta de disolución las cantidades que se adeudan al plan y que ascienden a 987.000 euros, especialmente al tener en cuenta que se han desperdiciado quince meses desde que se planteó en la anterior asamblea la posibilidad de cerrar las actividades de la asociación.«A fuerza, ahorcan». El presidente de la Asociación Plan Estratégico de Burgos y alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, sostiene que disolver la entidad como ayer acordó su asamblea general era la «única decisión razonable» después de que el Pleno municipal votase en contra de que el Consistorio siguiera aportando la mayor parte de los fondos a esta entidad. Sin financiación ni dirección municipal era inútil «prolongar la agonía». No obstante Lacalle asegura que ha promovido este cierre «no desde la satisfacción» ya que él y su grupo resaltan el «buen trabajo con importantes resultados» que se ha realizado desde el Plan, autor de «algunos de los mayores proyectos» realizados en la ciudad. Lacalle asegura que hubiera querido que el final de esta asociación se hubiera producido de forma «ordenada» y no sometido a las «urgencias» y al «radicalismo» de PSOE y Ciudadanos a los que culpó de las «consecuencias indeseadas» que ha generado su «obsesión» por cerrar el Plan de forma «precipitada» en clara referencia a la posibilidad de que la Asociación hubiera podido organizar el Devora sin «tanta urgencia» para su disolución y por el «vacío» que se genera.Más información en la edición impresa.