El Correo de Burgos

El emprendimiento social como futuro laboral

La primera edición de Burgos Social Start-Up reunió a jóvenes y profesionales para llevar a cabo proyectos empresariales sociales

Los asistentes obtienen la información de la mano de las asociaciones y posteriormente desarrollan sus ideas en base a sus necesidades.-I. L.M.

Los asistentes obtienen la información de la mano de las asociaciones y posteriormente desarrollan sus ideas en base a sus necesidades.-I. L.M.

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VALERIA CIMADEVILLA
Burgos

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El Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Burgos (UBU), Amycos ONGD y Startup Burgos organizaron ayer la primera edición de Burgos Social Start-Up, una jornada en la que 6 equipos, formados por tres o cuatro jóvenes cada uno, dieron rienda suelta a sus propias ideas para llevar a cabo proyectos de emprendimiento social. Aunque uno de los requisitos para conseguir el premio -una semana en Nápoles para asistir a un intercambio internacional sobre emprendimiento social- era tener una edad comprendida entre 18 y 30 años, es cierto que algunos la sobrepasaban. «La inscripción era abierta a cualquier estudiante universitario o emprendedor social, pero el que se excediese de la edad no podía viajar», apuntó Francisco Villar, profesor de Economía Aplicada de la UBU y uno de los organizadores.

Fueron diez las organizaciones y emprendedores sociales los que se encargaron de exponer su experiencia y realidad particular, incluyendo esos problemas que no pueden resolver. Todo ello para servir de orientación a los asistentes a la hora de desarrollar sus planteamientos. «La información de las ONG es inspiradora. Se trata de que cuenten desde dentro su problemática», indicó Villar.

Una vez recibida esta información los equipos comenzaron a trabajar amparados por 13 mentores de diferentes especialidades, que les ayudaron y aconsejaron en sus propuestas. Se utilizó la metodología ‘lean startup’ y el modelo ‘canvas social’, una evolución del ‘canvas’ tradicional para negocios de estas características. Para ello se colocaron unos tablones donde la gente fue pegando unos post-it con sus hipótesis y al ir revisándolos, bien los corregían o los cambiaban por otros con nuevas propuestas.

Asimismo los participantes recibieron una sesión formativa a cargo de Marta Pérez, profesora de Comunicación Audiovisual de la UBU, para corregir aquellos defectos que pudiesen tener a la hora de exponer su proyecto en público. «La jornada pretende conectar a los estudiantes con la realidad social, hacerles trabajar en equipo y que desarrollen su espíritu emprendedor», afirmó el profesor. Según su opinión esta «vertiente» más real vinculada a los profesionales tendría que ser una prioridad con los alumnos.

Un jurado formado por dos emprendedores sociales, Joserra González y Cristina Palacios, y por el responsable de programas de emprendimiento de la Fundación Caja de Burgos, Francisco Javier Cuasante, se encargó de la difícil tarea de elegir solo a cuatro ganadores.

Esta iniciativa se propuso por parte de Amycos ONGD, que formaba parte de un proyecto europeo llamado ‘Social Entrepreneurship for Social Change’ financiado por el programa Erasmus + y promovido por UdrenzenjeMost (Bosnia-Herzegovina. Como explicó Alessandro Zuottolo, técnico de proyectos europeos de la asociación y también organizador del encuentro, en realidad sería la segunda parte del mismo. «Hicimos un curso de formación entre las asociaciones internacionales que forman parte de esta red y quisimos crear cada uno en su contexto local actividades para desarrollar emprendimiento social». A raíz de aquello y después de la última edición del Startup Weekend de Burgos, se puso en contacto con la UBU. El último punto será reunir a los 4 jóvenes ganadores de todos los países participantes en Nápoles con el fin de compartir sus trabajos. «Para dar más fuerza a lo que han desarrollado».

Uno de los consejos que ofreció Eduardo Elúa, presidente de Startup Burgos y otro de los organizadores, fue el empatizar con los clientes finales, escuchándoles para ver qué necesitan. «Buscar una solución a sus problemas y darles la que mejor encaje con su problema», En este sentido recalcó que hay que hacer un «traje a medida», y nunca darle más de lo que necesita realmente, «ni más, ni menos». «Entras en un circuito de feedback en el cual construyes, mides y aprendes y vuelves a empezar el ciclo. Así vas desarrollando tu producto y modelo de negocio para que sea lo más óptimo posible», aseguró Elúa.

El organizador manifestó que a las ideas ganadoras se les hará un seguimiento a posteriori con mentorizaciones constantes. «Para que sigan madurando y encuentren la viabilidad».

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