El Correo de Burgos

La Espuela / Félix Martínez, presidente de la Asociación Andando Burgos

«La ciudad sí es para mí, nunca me he sentido como Paco Martínez Soria»

Madrileño del 78, llegó a tierras cidianas para estudiar Obras Públicas. Consiguió trabajo, conoció a su mujer y se quedó. Sus inquietudes sociales las heredó de su hermana mayor y hace un año se erigió en defensor de los derechos del peatón

Félix Martínez.-Israel L. Murillo

Félix Martínez.-Israel L. Murillo

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A.S.R.
Burgos

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Pregunta- ¿Andando, andando, dónde quiere llegar?

Respuesta- A hacer ver y entender la ciudad de otra manera y generar una reflexión social sobre cómo debe ser y dónde debemos posicionarnos como personas en ella.P.- ¿Cómo es la carrera de obstáculos que se encuentra un burgalés en su ciudad?

R.- En relación a otras estamos muy bien, pero sigue habiendo no solo barreras físicas sino de otro tipo comunes a cualquier ciudad.P.- ¿De qué tipo?

R.- De desamparo ante circunstancias económico-sociales que son comunes no solo por la crisis que estamos viviendo sino por una tradición de pensamiento. Es algo cultural.P.- ¿De difícil solución?

R.- Es difícil, pero unos pocos damos pasitos. Andamos para ello.P.- ¿Y cómo son los físicos?

R.- El diseño de las ciudades tiene un cariz muy automovilístico y al final encontramos situaciones similares a otras. ¿Que hemos avanzado mucho? Sí. ¿Que hay zonas peatonalizadas? También. Pero sigue habiendo inconexión entre barrios, mal ajuste del tiempo del semáforo, accidentes y atropellos constantes. Son obstáculos no de apreciación tan directa pero que afectan negativamente.P.- ¿Se sintió atropellado cuándo?

R.- Nunca me he sentido especialmente atropellado en ninguna faceta de mi vida, desilusionado por alguna cuestión puntual, sí, pero me repongo fácilmente. A las situaciones adversas intento darlas la vuelta o ver el lado positivo, aunque sí es cierto que me como mucho la cabeza.P.- Señor peatón. ¿Mira con envidia a qué urbes?

R.- Ahora mismo a Pontevedra y podríamos hablar de aspectos muy concretos en Sevilla, Barcelona e incluso el casco histórico de Burgos, pero aún tenemos mucho trabajo por hacer y, aunque hay actuaciones puntuales muy buenas, encontrar referencias de ciudad peatonal cuesta.P.- Burgos es un paraíso comparado con...

R.- Con cualquier ciudad grande. Cuando te sales de la provincial tienes problemas. Aunque esas metrópolis dispongan de espacios buenos, bonitos y a veces espectaculares, lo suyo es moverse en una pequeña.P.- En su ciudad soñada no falta...

R.- Respeto, empatía, silencio y aire limpio.P.- Caminante. ¿Cuándo no hizo camino al andar?

R.- En todos mis pasos he procurado hacer camino, quizás sí se me atravesó la etapa académica, pero ha sido un aprendizaje continuo.P.- ¿Quién es el mayor enemigo de un viandante?

R.- Me duele decirlo, pero es el coche.P.- ¿Por qué le duele decirlo?

R.- Porque en cierta medida lo hemos asimilado como algo cultural y tiene su utilidad, pero los datos demuestran que es culpable.P.- ¿A Dios pone por testigo de en qué terraza nunca volverá a sentarse?

R.- (Ríe). ¡No lo puedo decir! Hay muchas que incumplen no solo la reglamentación sino también el sentido común. Esto no significa que no me gusten las terrazas y que no deban existir, pero no se puede distribuir el espacio como a uno le dé la gana. No es positivo.P.- ¿Es Burgos el refugio ideal de las baldosas asesinas?

R.- (Ríe). Cuando la deficiencia está en la calzada parece que se apremia más la reparación que cuando es en la acera.P.- ¿Los políticos son más conductores que peatones?

R.- Hoy en día está bien visto políticamente ser progre en este sentido y muchos políticos presumen de ir en bici, caminando, en autobús... Sí hay voluntad de cambio, no sé si en el camino adecuado.P.- ¿Las bicicletas son para el verano?

R.- Son y deben ser para todo el año.P.- Se quedó inmóvil cuándo se enteró de qué.

R.- Sería mojarme un poco...P.- ¡Mójese!

R.- Me quedé inmóvil al ver que siguen gobernando los mismos, a pesar de todo, y cuando digo los mismos no necesariamente me refiero a un partido político.P.- ¿Cuándo dijo la ciudad no es para mí?

R.- Cada vez que voy a Madrid me es muy hostil. Me he acostumbrado a la tranquilidad de una ciudad mediana y no es que me sienta como Paco Martínez Soria pero sí noto diferencias. Estoy cómodo en distancias en las que puedo ir caminando, con una percepción muy grande de seguridad, y en Madrid, aunque pasan menos cosas de las que creemos, tengo mis reticencias.P.- ¿Y cuándo sí se sintió Paco Martínez Soria?

R.- La ciudad sí es para mí y nunca me he sentido así.P.- ¿Está equivocada la Real Academia Española cuando dice que acera es Orilla de la calle o de otra vía pública, por lo general ligeramente elevada y enlosada, situada junto a las fachadas de las casas y -ahí vamos- particularmente reservada al tránsito de peatones?

R.- Es una definición muy técnica, ceñida a la circulación y que obvia que en la acera se dan otras actividades: conversación, encuentro, descanso... Probablemente, venga de la Reglamentación General de Circulación o similar.P.- ¿Le falta calor a la RAE?

R.- Le falta asomarse a la realidad (ríe).P.- ¿Qué melodía pondría a los semáforos peatonales?

R.- Primero haría cumplir que existiese la que debe haber para las personas ciegas. ¿Una melodía? Sería alegre porque el peatón es quien genera vida en la ciudad.P.- ¿Un experto en movilidad ve la vida en gris cemento?

R.- Primero, la palabra experto asusta muchísimo. Está la vida repleta de expertos y no solucionamos nada. ¿Si la veo en gris cemento? Estamos en el camino de cambiarlo, pero ahora sí hay un gran porcentaje de ese color.P.- ¿Y cuáles echaría en su paleta?

R.- Verde y marrón, que son los de la naturaleza y el primero, además, de la esperanza, azul de cielo limpio y cualquier color alegre primaveral.P.- Callejeando se perdió dónde.

R.- Callejeando he tenido la suerte de conocer muchas ciudades, pero me vienen a la cabeza gratos paseos por Toledo sin turistas por la noche.P.- ¿Se perdió?

R.- Me encontré (risas).

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