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SOCIEDAD

La caída de donativos y herencias lastra el balance anual de Cáritas

La organización diocesana cerró 2016 con un déficit de 352.732 euros pues, pese al descenso del 35% de este tipo de fondos, mantuvo su actividad, con 12.558 beneficiarios

María Gutiérrez, coordinadora de Acción Social; Jorge Simón, director de Cáritas; el arzobispo, Fidel Herráez; y Juan José Dueñas, secretario general.-RAÚL G. OCHOA

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L. B. / BURGOS
Burgos

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Cáritas cerró 2016 con un déficit de 352.732 euros alimentado por el pronunciado descenso del dinero percibido por donativos y herencias. Y es que frente a los 1,4 millones que la organización diocesana percibía por estos dos «imprevisibles» conceptos en 2015, el año pasado recibió 940.733. Tal caída lastra el balance general pues, pese a ella, mantuvo la misma actividad, que benefició a 7.003 familias, casi idéntica cifra que la registrada en el ejercicio anterior, llegando a 12.558 personas con 75.062 intervenciones, un 10% más.

Si bien la existencia de remanentes de años anteriores permitía compensar el inédito saldo negativo y no preocupa a los responsables de la entidad como «hecho puntual», el director de Cáritas Burgos, Jorge Simón, reconocía que trabajan para evitar que se convierta en una tendencia. Si ocurriera la sostenibilidad de la organización se vería comprometida y por esa razón quieren «apelar a la sociedad, para que no decaiga la percepción de la crisis, lo que puede estar detrás de la disminución», indicó.

La entidad social se plantea además desarrollar campañas específicas de sensibilización en este sentido, como la que ya diseña para fomentar el legado solidario.

De vuelta a los datos recogidos en la memoria de actividad de 2016, cabe señalar que, en total, Cáritas Burgos ingresó 3,87 millones, de los cuales apenas el 9% los aporta su masa de socios estable (1.159 personas), proviniendo el grueso, hasta 1,3 millones (el 34%), de ayudas de distintas administraciones públicas. Fundaciones y entidades privadas suman otro 9%.

En sentido contrario, el gasto ascendió a 4,22 millones, de los que una parte importante sirve para sufragar la acogida parroquial que incluye diversas actuaciones de ayuda directa. Le sigue como principal desembolso el requerido por el programa de empleo, que consumía 907.000 euros, y los de atención a personas sin hogar (611.854 euros) e infancia (379.077 euros), que son los que tradicionalmente copan la inversión de recursos, tal y como apuntaba Simón.

El análisis que los responsables de la organización realizaron de la estadística anual vincula el citado incremento de las atenciones prestadas pese al mantenimiento del número global de beneficiarios en el conjunto de la provincia «a un modelo de intervención más intensivo y un mayor refuerzo del acompañamiento».

En concreto, el secretario general de Cáritas, Juan José Dueñas, precisó que el año pasado se distribuyeron 30.022 ayudas directas, económicas -para sufragar gastos corrientes y facturas- y en especie, por un importe de 1.100.990 euros.

A estas se suman las destinadas a cooperación internacional, con dos proyectos específicos en Ruanda y Ecuador que recibían 85.000 euros.

Dueñas quiso subrayar la firme apuesta que la entidad mantuvo el año pasado por el empleo, ámbito en el que atendía a 2.072 personas, logrando 928 inserciones laborales, de las cuales 566 fueron a través de acciones directas mediante su agencia de colocación y prácticas en empresas. «Pensamos que este es un mecanismo óptimo para lograr la plena inclusión social», señaló.

Destacaba también en este ‘capítulo’ las distintas iniciativas de economía social «dando especial protagonismo a Embico», la empresa promovida por Cáritas «para dar una segunda oportunidad a personas en riesgo de exclusión social, víctimas de la cultura del descarte» que emplea ya a 50 personas, 34 de ellas a través de contratos de inserción.