El Correo de Burgos

MUNICIPAL / DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA CIUDAD

Lacalle minimiza la deuda y la oposición la lleva a primer plano

Fue criticado por pasar de «soslayo» sobre este asunto en 26 folios de intervención / A mitad de debate el PP anunció que la Junta había aprobado el plan económico

Un momento del Pleno celebrado ayer para abordar la actualidad de la capital burgalesa.-RAÚL G. OCHOA

Un momento del Pleno celebrado ayer para abordar la actualidad de la capital burgalesa.-RAÚL G. OCHOA

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N. E.
Burgos

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De nuevo la situación económica de la ciudad se llevó buena parte del tiempo de cada intervención de los grupos políticos del Ayuntamiento de Burgos en el primer debate sobre el estado de la ciudad desde el año 2001.

Y es que la actualidad de los consorcios del desvío del ferrocarril y de Villalonquéjar, con una reestructuración realizada y otra por votar, condiciona el futuro de la capital burgalesa con sendas hipotecas millonarias por pagar.Cada formación política vio «desde su cristal de colores», más o menos grave, el momento que vive el Ayuntamiento. Fue Gema Conde, la portavoz del PP, la que utilizó la famosa frase de Ramón Campoamor: «Nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira». La conocida como «Ley Campoamor» podría ser el resumen de lo vivido ayer durante casi cuatro horas en el Salón de Plenos.El alcalde, Javier Lacalle, abrió y cerró el debate. En sus primeros 50 minutos de intervención apenas dedicó dos párrafos a la deuda y volvió a separar la llamada «deuda municipal directa» de la «deuda de otros entes externos que ahora se computan con las nuevas normas de contabilidad europea».Solo aportó cifras de la deuda buena, «hemos pasado de 118 millones de euros de deuda en mayo de 2015 a 73,8 millones en la actualidad». Y continuó afirmando: «cada día en estos dos años hemos reducido esa deuda en 62.000 euros».Mientras, sobre la mala (la que viene de los consorcios 47,7 imputados al Ayuntamiento en el del desvío y 109 por renegociar en el de Villalonquéjar, pero que están contabilizados como administración pública) apenas indicó que son acuerdos que vienen desde hace 15 años. Nada más sobre este asunto.PLAN ECONÓMICO

A pesar de ser «externa», la deuda de los consorcios es la que ha llevado a la ciudad a aprobar el pasado mes de junio un plan económico que estaba a expensas de que la Junta lo aprobara. Pues bien, durante este debate fue la portavoz del PP y más tarde el alcalde quienes anunciaron que el plan económico-financiero estaba aprobado por la administración regional. Este documento detalla cómo se van a desarrollar las inversiones en la ciudad y cómo se va a abordar el endeudamiento durante los próximos ejercicios.Así, en mitad del Pleno llegó este balón de oxígeno para el Partido Popular, acompañado de otro. La Junta autorizaría también la propuesta de refinanciación del consorcio de Villalonquéjar de llegarse a un acuerdo en el seno de este ente y de validarse en el Ayuntamiento.Ambas novedades se trataron después del primer turno de intervención, pero cada portavoz ya había expuesto su parecer.El portavoz socialista, Daniel de la Rosa, dedicó más tiempo que Lacalle a hablar sobre los consorcios. «Usted hipotecó el futuro de la ciudad a través de los acuerdos que suscribió en 2014 con las entidades acreedoras», espetó. El PSOE presentó que la cuenta de los consorcios se eleva a 280 millones de euros y De la Rosa sostuvo que es el principal problema de la ciudad. Con respecto al del desvío recordó «la responsabilidad socialista» de apoyar la reestructuración «con nuestra abstención». «De este modo la deuda se incrementó en 47,7 millones en lugar de 166», añadió.Sobre el consorcio de Villalonquéjar matizó que los socialistas están esperando el acuerdo al que se comprometieron PP y C’s en enero de 2017. «Ese acuerdo es el que sostiene a Lacalle al frente de la Alcaldía», indicó, en referencia a la moción de censura fallida.El portavoz de Imagina Burgos, Raúl Salinero, habló de la situación económica relacionándola con «el despilfarro del dinero». Planteó que el coste del Coliseum se ha disparado de los 6 millones a 8,5 y recordó que la obra de la antigua estación tuvo que ser pagada por el Ayuntamiento en lugar de por los fondos europeos por la mala gestión del equipo de Gobierno.Salinero indicó que la deuda municipal ha alcanzado el porcentaje del 121% sobre el presupuesto de la ciudad, «fruto de la megalomanía de dilapidar el dinero de la ciudad». El portavoz de la coalición ciudadana recordó que la mayor parte de la deuda con las entidades bancarias se adquirió entre los años 2008 y 2009 en lugar de aplicar el «principio de prudencia cuando llegaba la crisis». Aseguró que aquellas operaciones fueron para pagar el bulevar y para tener 146 parcelas de suelo industrial en Villalonquéjar de las que solo están 15 adjudicadas. «El coste de los dos consorcios está en 280 millones de euros», la cifra que sumó Imagina Burgos, que añadió que lo que tendrá que pagar impropiamente el Ayuntamiento rondará «en el mejor de los casos 80 millones de euros».LA GRÁFICA

Desde Ciudadanos, Gloria Bañeres, comenzó hablando de la «nefasta» gestión del PP, el de Lacalle como alcalde y también el de las anteriores corporaciones, «sin un proyecto de ciudad» y basado «en las grandes obras, al estilo Ramses II». Enumeró, con ironía, un desvío del ferrocarril que llevó la estación «a tomar por saco», un bulevar «referente de la movilidad» y una ampliación de Villalonquéjar «abarrotado de empresas». Para Bañeres estas grandes inversiones «tan bien planificadas» tienen como consecuencia «un endeudamiento millonario, una deuda que nos ha llevado a la quiebra técnica del Ayuntamiento y a estar intervenidos por la Junta».

La líder de la formación naranja presentó un cuadro de la evolución de la deuda y mostró que de los 112 millones que había en 2008, en la actualidad se alcanzan los 205 millones de deuda viva. «Hablamos de la deuda no solo del Ayuntamiento sino de todo el sector público», matizó y añadió que la de 2016 es más del doble que la de 2015 al pasar de 97 millones a 205.Bañeres sostuvo el PP no ha querido escuchar las advertencias de que venía la deuda de los consorcios y pidió al resto de grupos que «no vuelvan a ser cómplices de una reestructuración porque las entidades bancarias son las que salen ganando». Además, solicitó que atiendan su propuesta porque la «Fundación Caja de Burgos es la está decidiendo por mayoría de votos lo que tienen que pagar los burgaleses, cómo, cuándo y a quién y no podemos permitirlo si los bienes son nuestros, que la gestión también lo sea».

La portavoz de Ciudadanos completó su exposición con el dato de que la deuda por vecino se eleva a 1.166 euros, frente a la de Valladolid situada en una media de 358 euros.

NO ADSCRITOS

Fue Silvia Álvarez de Eulate la primera de los dos concejales no adscritos en intervenir. La edil criticó el discurso de Lacalle por «pasar de soslayo» sobre que la actualidad del Ayuntamiento está condicionada por la reestructuración de la deuda de los dos consorcios.Recordó que hace justo un año se estaba tratando de llegar a un acuerdo, en julio de 2016, sobre la refinanciación de la deuda del consorcio del desvío mientras que un año después los corporativos abordan la de Villalonquéjar.Fernando Gómez fue el único que se desmarcó de esta línea de conversación. Gómez, como ex concejal de Cultura y Turismo del PP, se centró en estos dos ámbitos. En este sentido, criticó que las formaciones políticas llevan dos años «en la farsa de desmontar los chiringuitos que contaban con la participación de la sociedad civil para montar un club de lujo dirigido por un consejo de administración con 10 concejales». Además, habló de la comisión de investigación sobre sus viajes que hizo que este edil acabase fuera del PP.

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