TROTABURGOS / MERINDAD DE VALDEPORRES
Desde la prehistoria hasta la próxima multiaventura
Merindad de Valdeporres conjuga patrimonio de diferentes épocas con un prometedor futuro como destino turístico de primer nivel
Tierra de tesoros patrimoniales y cuna de ciudadanos ilustres, Merindad de Valdeporres aspira a convertirse durante los próximos años en uno de los grandes referentes del turismo provincial. Mucho tiene que ofrecer este pequeño municipio, con capital en Pedrosa y 14 pedanías, cuyos orígenes datan de la prehistoria. Y es que existen pruebas fehacientes de que el territorio estuvo habitado desde el principio de los tiempos. El conjunto megalítico de Robredo de las Pueblas o el dolmen de Busnela constituyen dos pruebas irrefutables y un atractivo extra a la hora de visitar la zona.El paso de los siglos ha dejado en Valdeporres un envidiable legado que merece la pena contemplar in situ. La variedad de estilos arquitectónicos traza un recorrido histórico que se plasma en los principales inmuebles del municipio. Sobresale, sin lugar a dudas, la Torre de Cidad, construida en el siglo XIV bajo las pautas del gótico predominante en aquella época. Tampoco desmerecen las casas señoriales levantadas entre los siglos XIV y XVI como la de los Velasco en San Martín de Porres, la de Puentedey -servía también de fuerte para frenar posibles invasiones- o la de Brizuela. La variedad estilística de estos edificios, palpable en sus escudos, convive con las construcciones populares de elementos de uso común en el pasado como los lavaderos o las boleras.La mezcla de estilos arquitectónicos también está muy presente en los templos religiosos, donde predominan, principalmente, el gótico y el románico. Resulta curioso que la iglesia más visitada por los turistas sea la de Rozas, cuyas ruinas muestran el antiguo recinto amurallado que protegía las propiedades de sus ilustres moradores: los condes de la Revilla. También llaman poderosamente la atención las ermitas repartidas por los pueblos. En esa lista no pueden faltar -ni dejar de conocer- las de Santa Anta en Brizuela ni la de la Virgen de las Riberas, patrona de Valdeporres.A pesar de su bagaje histórico, la merindad encara el futuro con la intención de incorporar nuevos elementos que la conviertan en destino turístico de primer nivel. El proyecto más ambicioso en este sentido es la construcción de un gigantesco parque multiaventura que el Ayuntamiento lleva años promoviendo con la intención de ofrecer un aliciente único en Castilla y León y en la zona norte de la península. El complejo, que contará además con casas en altura y dos centros de interpretación, tarda en llegar más de lo previsto. Los trámites de turno y alguna que otra complicación han retrasado su consolidación más de lo previsto. En teoría, debía abrir sus puertas este año, aunque por desgracia lo más probable es que haya que esperar a 2018.Merindad de Valdeporres también puede presumir de convivir con el mítico túnel de La Engaña, que también aguarda con impaciencia un prometedor futuro que permitirá revitalizar el turismo. Para ello, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de Cantabria se han comprometido a impulsar un proyecto conjunto para la reconversión del lugar en vía verde, de tal manera que ambas comunidades obtengan un beneficio mutuo gracias al tránsito continuo de visitantes. La Corporación municipal se ha implicado en esta iniciativa, hasta el punto de que su alcalde, Belisario Peña, ya ha mantenido reuniones -junto al regidor de Merindad de Sotoscueva, José Luis Azcona- con ayuntamientos cántabros que también colindan con el túnel.A la espera de que se produzcan avances significativos, lo que se sabe hasta el momento es que la vía verde contará con un carril bici. También se contempla la opción de añadir raíles para que circule un tren eléctrico, lo que sin duda incrementaría el potencial turístico de un majestuoso entorno natural de singular belleza.Si los antepasados de Valdeporres levantasen la cabeza estarían orgullosos de los pasos que da su tierra natal en dirección al progreso y la reactivación económica del municipio. Y no son pocos. Ahí están los Velasco -con varios caballeros de Santiago repartidos en distintas generaciones-, el mártir religioso fray Manuel Ruiz o Cayetano López, reconocido como el ‘Ramón y Cajal de los veterinarios’. El ciudadano ilustre más joven de esta larga saga es el periodista musical Diego Alfredo Manrique, todo un símbolo de la radio y la televisión pública.