Un fallecido en la N-I en Briviesca al chocar su coche contra un camión
Se produjo en el mismo lugar en el que el pasado año perdieron la vida dos personas
La carretera Nacional-I ha sumado una nueva víctima mortal a su larga lista con el primer siniestro grave que se registra en lo que va de año. El accidente se produjo a las 15,54 horas de la tarde de ayer en el kilómetro 278, en el término municipal de Briviesca, a la altura de las estaciones de servicio de la capital burebana cuando un turismo que circulaba en sentido Miranda colisionó frontolateralmente contra un camión que se dirigía hacia Burgos. La brutal colisión, justo en el lado del conductor, desplazó al turismo más de una veintena de metros desde el punto del impacto, atravesando los bolardos de separación de la vía de acceso a la AP-1 y cruzando la calzada para quedar detenido en la salida de la estación de servicio.
Por su parte el vehículo pesado sufrió graves daños en sistema de dirección y se retorció hasta volcar el remolque, cargado de folios, que se arrastró varios metros por la vía de salida de Briviesca a la N-I.
La cabina quedó en posición vertical evitando colisionar con los bordillos ajardinados de ese punto, que hubieran alcanzado al conductor del camión de forma irremediable. Alertados los servicios de emergencias se desplazaron al lugar una ambulancia de Soporte Vital Básico, Policía Local de Briviesca, bomberos de Briviesca y Burgos y efectivos de la Guardia Civil. Se activó inicialmente el helicóptero medicalizado, que fue anulado posteriormente.
Por desgracia los facultativos nada pudieron hacer por el conductor y único ocupante del turismo, un varón de 50 años sin datos de filiación al cierre de esta edición, ya que perdió la vida de forma instantánea. Sí pudieron atender de las lesiones sufridas al conductor del camión, identificado como J.M.S.F., varón de 47 años, que fue trasladado al hospital universitario de Burgos.
Por su parte los voluntarios briviescanos rescataron el cuerpo del finado del turismo y procedieron a asegurar la zona del siniestro, ya que el estado del camión, con un importante derrame de combustible, suponía un riesgo para los actuantes.
El intenso tráfico que se registraba en el lugar del accidente llevó a los agentes locales y de la Benemérita a utilizar la vía de servicio de acceso a la AP-1 como paso alternativo hacia Miranda y el estacionamiento del establecimiento hotelero como vía de fortuna hacia Burgos. Esta precaución evitó grandes retenciones en la N-I durante las labores de los equipos de emergencias y de los medios encargados de retirar el vehículo pesado y los restos del siniestro de la calzada.
Cabe recordar que este primer siniestro mortal del año en la N-I se produce en el kilómetro 278, que en el mismo mes de julio del pasado año se cobró la vida de dos personas y que también abrió la trágica cuenta que se cerró con tres fallecidos más en la vía convencional. Tras ese siniestro, sin una explicación oficial, se procedió a la retirada de los muros de hormigón que separaban los carriles de acceso y salida, substituyéndose por bolardos para mejorar la seguridad en caso de accidentes.
De hecho la supresión de la popularmente conocida como ‘ratonera’, pese al trágico resultado del siniestro, ha evitado que más conductores se vieran implicados en el accidente ya que los vehículos implicados quedaron fuera de la calzada tras la colisión, facilitando maniobras evasivas.
Un dato que destaca tras este último siniestro es que antes de las obras de mejora del tramo entre Monasterio de Rodilla y Cubo de Bureba en este punto kilométrico la cifra de accidentes era prácticamente nula y en ningún caso mortal. De esta positiva circunstancia se ha pasado a tres fallecidos y numerosos heridos en varios siniestros desde el fin de la actuación algo que resulta especialmente llamativo, pese a la negra historia del tramo burebano de la N-I, donde han perdido la vida decenas de personas en los últimos años.