Imagina apuesta por los productos saludables para las máquinas expendoras de los cívicos
La formación quiere incluir esta propuesta en los pliegos técnicos que autorizan la instalación de estos elementos
El grupo municipal de Imagina Burgos propone apostar por alimentos saludables y de Comercio Justo para las máquinas expendedoras de comida y bebida de los centros cívicos. Una propuesta que quieren dirigir hacia la mejora de los pliegos de prescripciones técnicas para la autorización de instalación de máquinas expendedoras de comida y bebida en estos espacios públicos Así, apuesta por la inclusión de alimentos saludables para las máquinas expendedoras de bebidas, café y productos sólidos en los centros cívicos, cuyos pliegos se encuentran ahora en elaboración.La formación cree que ésta medida puede contribuir a «mejorar las pautas alimentarias y disminuir los índices de obesidad entre la población». Además, los precios ofrecidos en las máquinas expendedoras de comida justa y saludable son «muy parecidos a los que ofrecen las máquinas expendedoras con comida menos saludable».La idea es que estas máquinas expendedoras contengan siempre productos sólidos que no cuenten con más de tres gramos de grasa saturada por cada cien gramos, menos de 0,25 gramos de sal por cada cien gramos de producto y más de tres gramos de fibra por cada cien gramos. Como ejemplo de alimentos sólidos saludables se proponen frutos secos naturales o tostados, ensaladas de diferentes clases, frutas, emparedados, fiambre de pavo o jamón cocido, yogures, sandwiches elaborados artesanalmente y aperitivos saludables.Para Imagina esta propuesta de introducir opciones de comida saludable que sean, además, atractivas para las personas usuarias de los centros cívicos «en un desafío necesario» para el Ayuntamiento, que «debe abogar por la instalación de éste tipo de máquinas con el claro objetivo de que la ciudadanía ingiera productos saludables y de Comercio Justo durante su estancia».
Ley de NutriciónAsevera que la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición recoge en su articulado que «debe incrementarse el desarrollo de esta estrategia para fomentar una alimentación saludable y promover la práctica de la actividad física», con el fin de invertir la tendencia ascendente de la obesidad. Esa misma ley insta a que en las «escuelas infantiles y centros escolares no se permita la venta de alimentos y bebidas con un alto contenido en ácidos grasos saturados, sal y azúcares».En este aspecto, la ley obliga a las administraciones públicas a que «cuando liciten las concesiones de sus servicios de restauración introduzcan en el pliego de prescripciones técnicas los requisitos necesarios para que la alimentación servida sea variada, equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales de las personas usuarias del servicio».Recuerda, además, que «la Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos (Aneda), firmó en 2005 un convenio por el que sus miembros se comprometían a no ubicar máquinas en zonas de fácil acceso para niños de Primaria e Infantil.