Diez senderos por el Cinturón Verde lucirán nueva señalización

El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, con la colaboración de seis trabajadores de las brigadas del plan de empleo, comienza a señalizar 10 de las 13 rutas definidas en el Cinturón Verde de la capital burgalesa. En total se acondicionarán aproximadamente 40 kilómetros de recorridos para senderistas y también para ciclistas, según explicaba ayer la edil responsable del área y alcaldesa accidental, Carolina Blasco.Los trabajos han comenzado por una de las rutas de menor extensión, apenas 600 metros, en El Montecillo. Se trata de un camino que parte desde el aparcamiento exterior del Centro Comercial El Mirador y que concluye en la parte más alta de ese Montecillo, desde donde en un día claro se observan desde la Peña Amaya, hasta el Mencilla y el pico San Millán. Los trabajos comienzan con la limpieza de la senda, así como con la poda y el desbroce de los matorrales que invaden el recorrido para terminar con la señalización. Al comienzo de cada ruta se colocará un cartel identificativo con información de interés para el aficionado al senderismo.Así, como indicaba Blasco, se explicarán detalles como la extensión del recorrido, si es posible hacerla en bicicleta, si hay fuentes en el camino y el grado de dificultad, entre otras cuestiones.Tras señalizar el primer recorrido, durante el próximo mes se trabajará en otras nueve rutas como son: el alto de las Torrecillas, en el barrio de Cótar (de seis kilómetros); la Santimia, entre Villatoro y Villímar (5,55 kilómetros); el Grajo- Monte de Bellavista (tres kilómetros); La Lora- Cerro de la Galga, en Fuente del Rey (con 5,3 kilómetros); el Patillo, en Villalonquéjar (cuatro kilómetros); el campo municipal de tiro ‘El Cerro’ (un kilómetro); Rehoyo y los Llanos, en el Monte de la Abadesa (con ocho kilómetros); fuente el Pinto, con 5,3 kilómetros, y Campo Lilaila desde la calle Carcedo (con 3,5 kilómetros).Blasco indicaba que la inversión, además de la que proviene del plan de empleo financiado entre la Junta y el Ayuntamiento para la contratación de 42 trabajadores, apenas supone 8.000 euros que es el gasto que se corresponde con la cartelería que se colocará al inicio de cada sendero. Por otro lado, las otras tres restantes rutas que aparecen descritas en la publicación que se presentaba el pasado noviembre, Paseos por el Cinturón Verde, están en mejores condiciones y, de momento, no se ha previsto intervenir.

Además de la cartelería tradicional, todas las rutas están identificadas con las nuevas tecnologías y a través de un código ‘QR’ el senderista puede descargarse en el móvil un plano de la ruta.La alcaldesa accidental recordaba que el Plan General de Ordenación Urbana recoge que el Cinturón Verde es un elemento estructural fundamental «porque se considera que es un patrimonio natural básico» y, en su opinión, Burgos «ha apostado por mantener y promocionar este recurso». Así, a las ventajas medioambientales y sobre la calidad del aire, se suma que el Cinturón Verde es un espacio de ocio que se «abre a los ciudadanos».Blasco destacaba que con el consenso de todos los grupos se ha redactado un plan de gestión en el que se han identificado las distintas zonas del Cinturón Verde, se han definido los usos, así como las tareas necesarias para su mantenimiento. «Hemos unido ese plan de gestión con los recursos humanos del plan de empleo para actuar en sostenimiento de este corredor biológico natural», precisa la edil.En el primer paseo acondicionado, los senderistas podrán observar aves típicas de espacios abiertos como son la tarabilla común y la curruca rabilarga. En cuanto a la vegetación predominan las plantas aromáticas como el tomillo y la lavanda, como se detalla en el cuaderno de la ruta.