El Correo de Burgos

La atención sanitaria en la provincia cuesta al día 1,2 millones

El gasto en personal, materiales, bienes y servicios sumado al canon del HUBU superaba los 400 en 2016

Un equipo  médico del HUBU realiza una operación a un recién nacido.-ISRAEL L. MURILLO

Un equipo médico del HUBU realiza una operación a un recién nacido.-ISRAEL L. MURILLO

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L. B.
Burgos

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Poner en marcha el engranaje sanitario en la provincia tiene precio. Y Sacyl da cuenta de ello en su web, en la que desde hace un año despliega su vocación de transparencia. En ella lucen ya los datos económicos relativos a 2016, ejercicio en el que el gasto asistencial se mantuvo respecto al anterior, superando en Burgos los 327 millones, que crecían hasta los 406 al incorporar el desembolso de 79 millones para abonar el canon anual del HUBU, cifra que no figura en el documento publicado en www.saludcastillayleon.es.Así, un sencillo cálculo basta para concluir que la atención sanitaria en la provincia ‘cuesta’ al día más de un millón. En concreto, 1.237.992 euros, el resultado de dividir entre 365 jornadas los 406.212.441 euros que suma el gasto de personal, material y servicios tanto en Primaria como en Especializada, amén del citado canon abonado a la concesionaria del Universitario por un importe próximo a los 55 millones el año pasado a los que se añadían otros 24 vinculados con reequilibrios financieros.Esta cuantía correspondiente al canon eleva en 300.000 euros diarios (hasta 1,2 millones) el coste de la maquinaria al servicio de la salud de los burgaleses que, por cabeza (a partir de las 357.224 tarjetas sanitarias registradas),‘ tocan’ a 3,4 euros al día.Estimados los grandes números y repartido el desembolso total cabe entrar en detalle para comprobar que la red de centros de Atención Primaria se lleva una mínima parte del gasto global. Los casi 60 millones que requirió su normal funcionamiento en 2016 supusieron un 15% del total.De ellos, el grueso, 54,2 para ser exactos, se destinaban a sufragar el coste de los profesionales que sostienen esta asistencia de proximidad: 39,5 millones fueron a parar a los sueldos de la plantilla, 4,4 a los complementos por carrera profesional, 8,1 se abonaron en concepto de atención continuada (guardias) y 2 millones se invirtieron en sustituciones. Los 5,4 millones restantes que ‘alimentaron’ consultorios y centros de salud el año pasado se dedicaron al mantenimiento de bienes y servicios.Así, la provincia de Burgos es la cuarta de la región con mayor gasto en Primaria, tras la suma de las dos gerencias en las que está dividida la provincia de León, que juntas superaron los 83 millones en 2016, las dos de Valladolid, con 79, y la de Salamanca, que ronda los 65 millones. Entre las cuatro citadas acumulan de hecho más del 60% de los 456 millones que precisó este ámbito asistencial en el conjunto de Castilla y León el año pasado.Dista, no obstante, esta cifra total de la destinada al dispositivo hospitalario autonómico. En este caso el gasto se elevó en el último ejercicio por encima de los 1.800 millones. A la provincia de Burgos le corresponden 267,2 a los que habría que sumar el canon. En esta partida se incluye también el presupuesto destinado a sufragar los gastos de personal, con 150 millones entre los tres complejos hospitalarios de la provincia: el de la capital burgalesa (115,8), el ribereño Santos Reyes (16,7) y el Santiago Apóstol, de Miranda (18,1).De nuevo, al igual que ocurría en Primaria, el grueso de este dinero se empleó en abonar salarios (112 millones), cuantía a la que se sumaban los complementos por carrera profesional: cerca de 8 millones, las guardias: 21 millones y las sustituciones, que en 2016, supusieron un desembolso superior a los 8,5 millones. La formación, sin embargo, apenas costó 116.000 euros.En el apartado material, el gasto total de la provincia el año pasado superó -siempre entre los tres hospitales- los 115 millones, sin canon, de los que el grueso, hasta 54 millones, servía para financiar la farmacia hospitalaria y el uso de hemoderivados. A adquirir material -incluyendo instrumental, pequeño utillaje, implantes, material de laboratorio, radiología y medicina nuclear- se destinaban 42 millones.Los 8 millones de gastos de estructura se repartían entre reparaciones, mantenimiento, conservación y otros servicios -en el caso del HUBU no incluidos en el contrato con Eficanza. y hasta 11,2 servían para sufragar distintos conciertos con clínicas privadas para la prestación de determinados tratamientos y, especialmente en el caso de los centros comarcales, la realización de pruebas diagnósticas.A la suma de las partidas desglosadas tanto en Primaria como en Especializada habría que sumar la cuantía correspondiente a Emergencias, que roza los 50 millones en el conjunto de la región pero no figura detallada por provincias en los datos aportados por la Consejería de Sanidad en su página web.

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