Entre fuentes y récords

Villariezo es un municipio del Alfoz, situado a 10 kilómetros de la capital burgalesa. Este pequeño pueblo está muy ligado a la gastronomía, y sin duda se preocupa de demostrarlo a lo largo de su semana cultural. Ésta resulta uno de los mayores reclamos turísticos y se celebra el cuarto fin de semana de agosto, del día 20 al 27. En ella se realizan multitud de actividades relacionadas con la astronomía, actividades infantiles, marchas diurnas y nocturnas, teatros, conciertos y talleres.

Cada año, coincidiendo con esta semana, se recuperaba una fuente del lugar, aunque este año han decidido no hacerlo para dedicarse a limpiar las que ya han recuperado y marcar la ruta. Recuperemos nuestras fuentes es el nombre de la iniciativa, que cumple este año su sexta edición. Con ella, en los últimos 5 años Villariezo ha estado trabajando en crear ‘la ruta de las fuentes’ que recorrerá las fuentes del pueblo. La ruta será señalizada a través de tablones de madera, pero además se han ubicado piedras y bancos, ya que no solo se trata de visitar la fuente si no también de pasar allí un rato agradable disfrutando de un mirador con un bonito paisaje. Próximamente se realizará también un tríptico con toda la ruta. El objetivo de los habitantes de la localidad es que este proyecto sirva para conocer más el término del pueblo. El alcalde, Javier Sáiz, ha querido resaltar la imprescindible ayuda de la gente de Villariezo en este proyecto, «ellos son los que han realizado el trabajo, el Ayuntamiento solo ha proporcionado las herramientas que hacían falta», afirmaba.

El lugar ha llamado mucho la atención en anteriores años por sus comidas a lo grande. Año tras año los habitantes de este municipio fueron superando varios récord Guiness durante la semana cultural. Son estas creaciones a lo grande lo que la convirtieron en una localidad de récord, recibiendo varios premios. Desde el primero, hace ya 17 años, de una morcilla de 20,19 metros de longitud, la localidad no paró de hacer notar su presencia en este libro, hasta 2016 donde dejaron de realizar esta tradición. Las creaciones parecen de película, como la recreación de su iglesia revestida en chocolate o de su crucero en caramelo, tortillas gigantes de 800 huevos, quesos de 760 kilos e incluso pizzas con casi tres metros de diámetro.

Además, este año no faltarán las ferias gastronómicas que se vienen realizando desde hace años, donde se puede disfrutar de pinchos, el famoso rebujito y un buen ambiente: la feria andaluza, la feria de la sidra y la feria de la cerveza.

La localidad no descansa y tiene otros huecos para la diversión con otras fechas como la de San Pedro Cátedra, antigua fiesta principal del pueblo que se celebra el 22 de febrero. Pero los habitantes también pueden orgullecerse de la festividad de San Martín, el 11 de septiembre, donde se recauda dinero a través de la ventas de pinchos y se dirige a distintas ONG, este año ‘Amycos’. Tampoco queda atrás la de San Isidro Labrador, donde del 13 al 16 de mayo se cuenta con procesiones, bailes, juegos, verbenas y una destacable sardinada que dirige todo lo recaudado a distintas causas, este año también a ‘Amycos’.

Villariezo es también un tranquilo lugar con un paisaje natural y unos reclamos artísticos y arquitectónicos que no dejan indiferente a nadie. La localidad disfruta de un bonito paseo por la iglesia de San Pedro de Cátedra, con un campanario mudéjar que se remonta al año 1702, ermitas, un crucero de piedra del siglo XV y un puente romano del siglo XIX.