Personal externo del Creer denuncia que la UTE incumple el convenio

A los treinta empleados de la UTE que asume los servicios externalizados del Centro de Referencia Estatal de Enfermedades Raras se les ha agotado la paciencia. Hartos de acumular retrasos en el pago de las nóminas y desatendida en reiteradas ocasiones su reclamación de contar con un calendario laboral anual, como manda el convenio, se concentraban ayer a las puertas del edificio propiedad del Imserso para proclamar sus quejas.

La portavoz de la plantilla, Patricia Hernando, recordaba que los trabajadores llevan a cabo labores de limpieza, lavandería, cocina, cafetería, transporte y recepción y criticaba la desidia de la empresa, formada por Clece y Selectia, dos grandes firmas del sector, ante el malestar del personal.

Hernando reconocía que pese a que tal tándem se hacía con este contrato en 2012 -y renueva año a año con alianzas que cambian de nombre- ha sido en 2017 cuando comenzaban las tardanzas en el cobro de las nóminas. «El convenio marca el día 5 de cada mes como fecha máxima y de un tiempo a esta parte han llegado a efectuar los ingresos el día 8», detalló, demora que achacaba a que «tiran tanto los precios de las ofertas con las que se llevan el concurso que eso repercute en todo».

A los tiempos de pago se suman en este sentido «la calidad de los productos que utilizamos, que ha descendido progresivamente en los últimos años, y a la renovación de uniformes, que tenemos que pelear y mucho», añadía la delegada de personal.

A tales problemas se añaden las «serias dificultades» para conciliar la vida laboral y familiar relacionadas con disponer de los horarios mes a mes y apenas una semana antes de que comience el siguiente. «Nos causa verdaderos problemas de organización. Hemos protestado y nada, la empresa no reacciona, algo sorprendente porque no les cuesta nada hacerlo bien», indicó Hernando.

Esta situación se ve agravada por la ausencia de trabajadores para cubrir vacaciones o bajas. «La propia plantilla asume esta tarea y es un esfuerzo añadido que para nada se ve ni siquiera reconocido», lamentaba la representante de los empleados.

Las reclamaciones del personal ‘externo’ del Creer no se centran en exclusiva en la empresa, se extienden también a la administración que, hasta la hecha, ha hecho oídos sordos a sus quejas. «Hemos trasladado la situación a la Inspección de Trabajo en dos ocasiones y no han hecho nada», criticaba Hernando, que apela también al Imserso, órgano dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, responsable del centro. «Debería velar por las prácticas de las empresas que contrata y por las condiciones en las que los trabajadores desempeñan sus labores pues al fin y al cabo influyen en la calidad del servicio que se presta a los usuarios, así que también es su responsabilidad», apostillaba.

La concentración de ayer buscaba avisar a la UTE del creciente enfado del personal. «Si mantiene la actitud» habrá nuevas movilizaciones, a la espera además que se resuelva el concurso que adjudicará el contrato para el próximo ejercicio. Se lo lleve quien se lo lleve, eso sí, debe subrogar a la actual plantilla tal y como establece la normativa.