El Correo de Burgos

El voluntariado se resiste a trabajar con los mayores

El apoyo a este colectivo es el menos demandado

Voluntarios en la sede de Banco de Alimentos, una de las ONG que más colaboradores moviliza al cabo del año.-RAÚL G. OCHOA

Voluntarios en la sede de Banco de Alimentos, una de las ONG que más colaboradores moviliza al cabo del año.-RAÚL G. OCHOA

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Diez años cumple la Oficina de Atención al Voluntariado de Burgos, pionera de la región. Una década de labor que convierte a su responsable, Idoia Larrea, en voz más que autorizada para analizar el ‘sector’. Sus datos apuntan a la discapacidad, la inmigración y la infancia y juventud como ámbitos de apoyo con más tirón. Y evidencian como el «menos atractivo» el trabajo con personas mayores, lo que demuestra, según Larrea, que «aún nos queda camino por recorrer». El andado hasta la fecha (desde que en 2007 el Ayuntamiento de Burgos y Voluntared rubricaran el convenio de colaboración que servía para poner en marcha este servicio) permite constatar la evolución local en este terreno de altruismo ciudadano.

Las cifras pintan un panorama positivo y cambiante, con 73 entidades registradas frente a las 47 de hace diez años. «La nueva regulación ha propiciado este incremento pues identifica distintos ámbitos de intervención y pongan en valor esta forma de participación que antes no contemplaban como tal», explicó Larrea.

Al hilo, la responsable de la Oficina de Atención al Voluntariado subrayó que si bien «tradicionalmente esta práctica se ha vinculado estrictamente a lo social» en la actualidad su campo de acción se está diversificando, dando lugar a una «realidad muy heterogénea» en la que el 80% de las entidades se define como de acción social, un 8% son organizaciones de cooperación al desarrollo, más de un 2% se dedican al voluntariado ambiental y en torno al 10%, «una cifra más que anecdótica», trabajan en el ámbito deportivo y «reclaman que se les reconozca como tal», afirmó Larrea.

Junto al servicio citado -que solo existe en Salamanca y León en Castilla y León- la capital cuenta con una estructura de trabajo en red, la plataforma de entidades de voluntariado que aglutina a 40 organizaciones, y un consejo sectorial municipal «que facilita la interlocución con la administración pública y, por lo tanto, la negociación de políticas», relató la responsable de la Oficina de Atención al Voluntariado, para concluir que «en Burgos se pone en valor la importancia de la acción voluntaria y de quienes la promueven».

Sobre el perfil, pocas novedades se aprecian en los últimos años. No obstante, el cambio respecto al panorama que mostraba el estudio que se realizó en 2005 es evidente. En aquel entonces el voluntario tipo era un hombre mayor de 65 años. «Hoy, aunque no contamos con un informe exhaustivo como aquel, sí podemos apreciar mediante nuestra actividad ordinaria que la mayoría de las personas voluntarias son mujeres con una edad media de 31 años y estudios universitarios», explicó Idoia Larrea, que supone que habrá influido en tal transformación «la línea de trabajo iniciada en 2009 para acercar el voluntariado a los más jóvenes».

RETOS DE FUTURO

Para los próximos diez años, o más, los retos están claros. La formación se mantiene como prioridad y también la mencionada apuesta por la gente joven. Además, adaptarse a este «tiempo de incertidumbre» se revela crucial para cumplir el objetivo último que comparten todas las entidades de voluntariado: «Queremos cambiar la sociedad para dar respuesta a las necesidades y hacer un mundo mejor», apostilló.

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