La Isabel I destinará el 5% de su presupuesto anual a I+D+i

Innovación educativa, plataformas formativas on line, neurociencia, neuromarketing, ciencia de los alimentos, ciberseguridad, ciberderecho o técnicas forenses. Estas son algunas de las materias en las que se centrará la Universidad Isabel I (Ui1) en su estrategia de I+D+i que arranca este curso y se irá desarrollando hasta 2022. En este proceso «hemos trabajado desde el inicio con la puesta en marcha de nuestra plataforma educativa pero también en la elección de los perfiles de nuestros docentes, con un carácter investigador», explica el vicerrector de investigación y relaciones institucionales de la Universidad Isabel I, Víctor Cazurro.

La investigación, el desarrollo y la innovación que se cree bajo el sello Ui1 tiene en el ámbito on line su principal foco de interés pero no será solo virtual. Habrá laboratorios y experimentación física en ellos. Para ello está en fase de rehabilitación de un edificio anexo a las instalaciones del Seminario Mayor de 2.000 metros cuadrados cuyas obras finalizarán en el mes de febrero tras una inversión de seis millones de euros. De forma paralela la universidad destinará el 5% de sus fondos a la estrategia I+D+i, un porcentaje que, manteniéndose, supondrá más cantidad a juzgar por el crecimiento exponencial de la formación on line en general y de este centro en particular que en cinco años ha alcanzado los 7.500 alumnos. Este año son 500.000 euros los que se destinarán a lanzar los equipos humanos que desarrollen esa investigación.

Ya están constituidos 11 grupos de investigación reconocidos (GIR) con más de medio centenar de investigadores, muchos de ellos imparten clases en los 11 grados, seis dobles grados, cinco másteres oficiales y más de 20 cursos de postgrado que se imparten desde la universidad burgalesa en diferentes puntos del mundo mediante su plataforma educativa on line. El centro cuenta con 300 publicaciones de impacto de las cuales 70 en publicaciones indexadas de referencia. «Poco a poco han ido surgiendo los diferentes grupos de investigación reconocidos en función de las titulaciones que se imparten donde se han ido planteando líneas de investigación relacionadas con la tecnología e internet porque una universidad on line en la era digital tiene que hacer una investigación diferente a la tradicional y focalizándonos en nuestros puntos fuertes», destaca Cazurro.

«La casuística de un centro como este hace que las líneas de investigación y los laboratorios sean diferentes y que tengamos la suerte de poder realizarlo desde el principio con unas líneas y ejes estratégicos claros que nos permitan crecer igual que se ha hecho en la docencia», explica el coordinador de I+D, Jorge Izquierdo. Pero todo esto necesita «instrumental una infraestructura que permita definir estructuras de investigación físicas y digitales», señala. El nuevo centro de investigación también será utilizado en los grados donde se necesite instrumental y prácticas físicas. La instalación tendrá un centro sobre la actividad física y el deporte, otra zona destinada a investigación sobre nutrición y ciencia de los alimentos, otra planta se destinará a investigación en neurociencia y ciberseguridad aplicadas y un laboratorio pericial forense. «Es el primer paso y el objetivo es crecer pero de manera sostenible», señala Izquierdo. Y Cazurro afirma que «el edificio está bien pero, más allá, la universidad tiene una red de investigadores repartidos por todo el territorio nacional dada su naturaleza on line».

La estrategia de investigación pasa, también, por canalizar la financiación y colaboración que los grupos puedan captar del exterior «manteniendo informados a nuestros investigadores y colaboradores sobre convocatorias que se produzcan» pero, también, contarán con financiación propia. «La universidad cuenta también con un plan propio de financiación para los proyectos que se consideren interesantes dentro de nuestra propia estrategia», señalan. Pero no será un sistema cerrado sino que se apoyará la investigación «aunque no entre dentro de nuestra estrategia inicial, no queremos cercenar la investigación de nuestra comunidad educativa», señala Cazurro. Añade que «tenemos muchos y buenos investigadores repartidos por todo el territorio que, además, se interrelacionan con otras instituciones, personas, centros de investigación, empresas... y eso es una ventaja competitiva».

En esta línea también se enmarcan los apoyos para lograr que los estudiantes puedan desarrollar sus tesis y proyectos de fin de grado dentro de las estrategias del trabajo investigador del centro. «La ventaja de toda esta estructura es que el sistema se está retroalimentando constantemente con el objetivo de multiplicar el área», señala Izquierdo. De esta manera se busca integrar alumnos en las líneas de investigación del centro pero también en dinámicas de emprendimiento para generar startup y, a largo plazo, contar con una aceleradora de empresas así como canalizar la colaboración con el tejido empresarial, la transferencia de la tecnología que se genere en los laboratorios del centro... «Tenemos que ser prudentes, somos una universidad joven pero tenemos muy claro hacia donde queremos ir y cómo queremos crecer en este ámbito», señala Víctor Cazurro.

Un proyecto investigador prácticamente único en un centro on line del país que busca la dinamización de un centro on line para lograr resultados de un centro de investigación tradicional. Un proceso que afronta este curso y hasta el año 2022 su estrategia de lanzamiento pero que se buscará consolidar a futuro como una aceleradora de empresas con la transferencia de la tecnología y la innovación a la sociedad. «Este proyecto estaba previsto desde el inicio de la concepción del centro, hasta ahora hemos estado centrados en asentarnos en el ámbito educativo, ahora es el momento de trasladarlo al área de investigación», señalan.