Las bibliotecas aumentan sus usuarios pero retroceden en préstamos y visitas
Un tercio de la población burgalesa cuenta con carné de bibliotecas o de centros cívicos, en total 58.305 personas / Los préstamos cayeron en 2017 un 5,2% y las visitas un 6,5%
La dinamización de las bibliotecas y de los centros cívicos ha supuesto que uno de cada tres burgaleses cuente con carné de usuario de estos espacios. Cada vez más, bibliotecas municipales y centros cívicos se presentan como puntos de encuentro culturales y de ocio donde niños y mayores pueden disfrutar de la lectura, sacar el máximo partido a las horas de estudio y realizar trabajos con compañeros de clase, o donde los más pequeños pueden disfrutar de una enorme variedad de actividades y talleres centrados en los libros y la lectura.Este modelo de actividad ha supuesto que cada año se incremente el número de burgaleses que cuentan con un carné de bibliotecas o de centro cívico. De hecho, mientras que en diciembre de 2016, 55.529 personas tenían este tipo de carné, en diciembre de 2017 esa cifra crecía hasta las 57.325 personas, 1.796 burgaleses más o lo que es lo mismo un 3,2% más.La cifra de carnés siguió creciendo en el primer semestre de 2018 y es que según los datos recogidos por el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, a finales de junio, 58.305 burgaleses contaba con un carné de bibliotecas o de centros cívicos y se generaron 825 altas nuevas.En el otro lado de la balanza se sitúan la asistencia a las bibliotecas y los préstamos y es que ambos puntos sufrieron un descenso en 2017 respecto al año anterior. En el caso de la asistencia, mientras que en 2016 las bibliotecas municipales- Gonzalo de Berceo, Teatro Principal, María Teresa León y Miguel de Cervantes- sumaron más de medio millón de vistas, 505.088, el año 2017, la asistencia se situó en las 472.124 visitas, lo que implica un descenso del 6,5% en doce meses.Por centros, las bibliotecas de Gonzalo de Berceo y Miguel de Cervantes siguen siendo las de mayor asistencia, con más de 183.341 visitas y 113.540 visitas respectivamente. Les sigue en tercera posición la biblioteca ubicada en el Teatro principal con 111. 386 visitas en el año 2017 y cierra la lista María Teresa León, con 63.875 visitas.Las cifras de asistencia mejoran en el primer semestre de 2018 y es que de enero a junio del presente año, las bibliotecas públicas de la ciudad han registrado 256.526 visitas, el 54% de las registradas en todo el año anterior y a falta del segundo semestre.En lo que se refiere a los préstamos, la reducción ha sido del 5,2% al pasar de los 234.966 en el 2016. a los 222.675 del año 2017. En ese último año, del total de préstamos, los libros suponen el 56,3%, con 125.591 préstamos; un 33,9% fueron vídeos, con 75.704 préstamos; un 5% revistas, con 11.290 préstamos; el 4% audios, con 8.921 préstamos; el 0,5% documentos electrónicos, con 1.164 préstamos, y el resto, mapas. En este ámbito, Gonzalo de Berceo se sitúa a la cabeza de las bibliotecas en cuanto al préstamo, y le siguen Miguel de Cervantes, María Teresa León y Teatro Principal.En cuanto al primer semestre del 2018, el número de préstamos alcanzó los 112.907. Del total, 65.835 corresponden a libros; 36.245 a vídeos y 5.939 a préstamos de revistas.
Con la llegada del verano, burgaleses y visitantes pueden disfrutar ademas de los tradicionales puntos de verano situados en el Parque de la Luz del G3, en el Paseo de la Isla y en las Piscinas municipales El Plantío.Gonzalo de Berceo, cuatro años ‘en obras’Desde que se inaugurara en el año 1992, la Biblioteca Gonzalo de Berceo ha sufrido el deterioro lógico por el paso del tiempo pero alguno de esos desperfectos llegaron a suponer un peligro para los usuarios con las caídas de parte de los enfoscados de las cornisas en la entrada. Con el objetivo de ‘dar un lavado de cara’ al espacio y mejorar la accesibilidad, en el año 2014 el Ayuntamiento de Burgos iniciaba una fase de obras para subsanar esos desprendimientos, penetraciones de agua y el deterioro de los zócalos del edificio.Completadas las fases 1 y 2 del proyecto, quedaban pendientes las fases 3 y 4, correspondientes a las mejoras en accesibilidad, cerramientos y urbanización. Una obras que más de cuatro años después siguen sin completarse. La falta de presupuesto en unas ocasiones y la temporada de lluvias en otras son algunos de los pretextos que desde el Consistorio burgalés se han ofrecido para justificar el retraso de las obras.Aseguran los técnicos que «si se tiene en cuenta la tremenda fase de lluvias que hemos padecido en una obra que es fundamentalmente exterior y en la que no es posible realizar determinadas tareas con los materiales húmedos el ritmo es bueno».A esta circunstancias añaden que «se está realizando una ampliación de partidas para mejorar las condiciones de trabajo y estas partidas requieren nuevos suministros, lo que también ralentiza el trabajo». En cualquier caso, el director de las bibliotecas municipales, Juan Carlos Pérez Manrique, confía en que la rehabilitación de la biblioteca «finalice lo antes posible».