ciencia / ATAPUERCA
Localizan en la Sima de los Huesos la parte izquierda del cráneo de ‘Sara’
En Galería encuentran una hemimandíbula derecha de león que casa con la izquierda hallada en 1985 y que se expone en el MEH
BURGOS
Como piezas de un Lego, el sedimento ha ido depositando y guardando su información en las cuevas que el Arlanzón horadó en el sistema kárstico de Atapuerca. Durante 40 años los investigadores del Equipo de Investigación de Atapuerca han trabajado en desligar unas piezas de otras para contar la evolución humana en la sierra los últimos 1,2 millones de años.
El perfecto ejemplo de ello se ha dado en esta campaña. La 40. Ya tenían la parte derecha del cráneo 16. Este año han podido extraer el maxilar izquierdo, el segundo molar, el pómulo y la zona de la oreja de la parte derecha. Ahora saben que el cráneo es de una mujer adolescente, podría tener unos 13 años, que han apodado entre el equipo como ‘Sara’ o ‘Sarita’. Este cráneo, con 400.000 años de antigüedad como el resto de la población de la Sima de los Huesos, tiene ya una entidad propia al estilo del cráneo 5 (Miguelón), Cráneo 16 y cráneo 9 puesto que todos ellos presentan la cabeza y parte de la cara que «es muy frágil y raro que se conserve y este año hemos tenido que dedicar parte de la campaña a excavar de manera muy fina y con mucho cuidado estas piezas», señalaba en la rueda de prensa de presentación de los resultados, Juan Luis Arsuaga. Quien espera que la mandíbula se pueda completar en próximas campañas.
Esa misma sensación de deconstruir una estructura de lego paso a paso y nivel a nivel es la que da el hallazgo en galería de una hemimandíbula de león. «Es la parte derecha que falta a una hemimandíbula izquierda que apareció en este mismo yacimiento de Galería en el año 1985 y que se expone en el Museo de la Evolución Humana». Arsuaga, que excavó aquel fósil, recuerda que «en el MEH está encajada con una reproducción y este año está la auténtica que completaremos en su momento».
Otro de los hallazgos singulares tiene que ver con Elefante. El yacimiento no aporta en su nivel bajo, el más antiguo que se excava en la sierra, evidencias de presencia humana pero ha dado un fósil de Pigardo, se trata de un tipo de ave rapaz que hoy vuela por Eurasia pero que hace más de un millón de años estaba en Atapuerca.
Otro ave rapaz como el buitre es lo que introdujeron los neandertales a la cueva en la que vivieron, Galería de las Estatuas. «Es muy interesante porque nos adentra en los estudios del uso de las aves que hacían los neandertales para adornarse. Aquí de momento solo tenemos el hueso pero alguien lo tuvo que meter ahí con alguna intención», expuso Arsuaga.
TD6 en el horizonte
En esa gran estructura de lego en sedimento y roca hay un nivel al que el equipo desea llegar desde hace años. Esta zona ha dado ya unos 130 restos de Homo antecessor, una especie definida en estos yacimientos. Se han obtenido esta gran cantidad de fósiles excavando en un sondeo y un retranqueo en Dolina. Porque desde hace 22 años se trabaja en extensión en TD-10. Un gran nivel que esta campaña ha finalizado. «Ahora solo nos queda el nivel TD 9 que es pequeño y con pocos restos, el ocho que presenta elementos en conexión anatómica pero no hay restos humanos ni industria lítica y el siete que no tiene restos, en tres años, yo diré que cuatro estaremos ahí», explicó José María Bermúdez de Castro.
Paredeja, que ha arrancado este año, es mucho más potente de lo que se pensó en su momento «presenta una secuencia única de industria lítica neandertal por estar conectadas todas las secuencias». En Cueva Fantasma hay evidencias de presencia neandertal y animales coetáneos pero se espera llegar a conocer mejor cuando se amplíe la excavación «para lo que necesitaremos unos 15 o 20 excavadores aunque hay superficie para 50 pero vamos a empezar poco a poco». Y en Mirador y Portalón, los yacimientos más modernos, siguen apareciendo curiosidades. En Mirador hay más enterramientos y restos humanos y en Portalón, que se excava a dos niveles, ha aparecido una vasija con detalles ornamentales muy precisos, un peso de telar de época Neolítica. Y de los primeros agricultores de la Sierra, de hace 7.000 años, se han recuperado pequeños microlitos, piezas retocadas, utilizadas para realizar una herramienta compuesta como un hacha o un hoz para segar.Más información en la edición impresa