SEGURIDAD
Crece el uso de la domótica para prevenir robos en casas
Las empresas de seguridad recomiendan la automatización y la «autoprotección»
«No notamos tanta diferencia en el nivel de robos en verano, sino que más en los puentes». Las empresas de seguridad de Burgos señalan que la temporada estival no es el punto de mayor incidencia en los saqueos de viviendas como si lo pueden ser la Semana Santa u otras festividades de varios días de duración. Aseguran que durante este año tampoco han notado un incremento en el nivel de robos en la provincia. Lo que sí que crece en estos días son las revisiones de última hora previas a los viajes fuera de la ciudad:«Ahora aumenta la inquietud y los clientes quieren comprobar que lo que tienen instalado funciona correctamente».
Las empresas de seguridad reconocen saber como actúan los ladrones:«En Burgos no es habitual que se señalen y vigilen ciertas viviendas. Ocurre apenas en uno de cada cincuenta casos». El más destacado de este tipo fue el ocurrido hace cuatro años en Villa Pilar, pero destacan que este tipo de robos son más propios de zonas de veraneo. Allí los pisos se quedan vacíos durante muchos meses. Lo que se suele emplear en ellos es la domótica, ya sea manual o automática. Con la automatización de la vivienda el propietario puede controlar desde su teléfono el apagado y encendido de las luces, la subida y bajada de las persianas o la apertura de puertas o ventanas. De esta forma se intenta aparentar que el sitio está habitado. En Burgos crece cada día más su contratación, sobre todo en adosados y en clientes de perfil joven.
Lo más habitual es que los ladrones intenten acceder por ventanas y terrazas. Sin embargo, recientemente, algunos delincuentes han recuperado la técnica del ‘bumping’ que utilizan los cerrajeros para abrir las puertas en caso de pérdida de llaves. Con ella se puede forzar de forma sencilla la cerradura y lograr abrir la puerta. Además, si se encuentran ante dos viviendas, una protegida y otra no, los ladrones sabrán cuál elegir. «Van a lo fácil, si ven que hay mayor seguridad, es más probable que no intenten entrar».
En empresas grandes existe el peligro de filtración del funcionamiento de los sistemas de seguridad debido a la contratación temporal de mucho personal para la instalación. En las más pequeñas se da menos este problema. Enrique de la Fuente, gerente de la empresa de seguridad con el mismo nombre, explica que «el personal es fijo, el trato es más familiar y conocemos a todos los empleados. Existe una mayor confianza y confidencialidad entre el contratante y la persona que procede a la instalación».
Tampoco notan un repunte en la contratación de sistemas de seguridad en estos meses. Lo más solicitado son alarmas y cámaras, sobre todo para interiores, ya que en sitios comunes entra en juego la protección de datos y no siempre todos los vecinos están de acuerdo. Consideran importante poseer un seguro o un sistema de seguridad para «no preocuparse y ganar en tranquilidad». Explica que es difícil medirlo, pero sí que se reducen mucho las probabilidades de sufrir un robo. Jorge González, gerente de la empresa de seguridad Óscar González, explica que las alarmas siempre se venden cableadas para evitar inhibiciones utilizando radios. Este tipo de sabotajes también es menos habitual en las instalaciones de compañías pequeñas.
Enrique explica que no hay un punto de la ciudad que concentre más hurtos. Quienes sí pueden ser más propensos a sufrir un robo son los edificios adosados o las casas en pueblos. Para evitar que esto ocurra recomienda la «autoprotección». Explica que mucha gente olvida hacer gestos tan sencillos como cerrar las puertas o ventanas. Un ejemplo muy habitual es el de quien abandona el hogar durante unos minutos para recoger al hijo del colegio y deja la ventana abierta mientras se hace la comida. Esto no debe generar preocupación entre la población, pero sí que es recomendable prestar atención a estos aspectos cuando se sale de casa.
De cara al verano, se recomienda seguir sencillos consejos como cerrar puertas y ventanas, pedir a alguien que recoja el correo del buzón o que los propios vecinos avisen de cualquier actividad extraña que noten durante la ausencia del propietario. También alertan de los peligros de difundir a través de internet que se está fuera del piso. Esta información se debe compartir solo con círculos cercanos y no debe «publicitarse abiertamente». También se sugiere no dejar en el hogar mucho dinero u objetos de valor que sean susceptibles de hurto.
Según un estudio de Prosegur de 2018, viviendas y negocios sufren a partes iguales los robos. En este segundo grupo, los chalets son los más afectados. Siete de cada diez robos a plena luz del día y el 90% de ellos son improvisados. Agosto es uno de los meses más potencialmente peligrosos y lunes y viernes son los días de mayor concentración de hurtos en hogares. Unespa informa que en Burgos existe un 24% menos de probabilidades de sufrir un robo que en la media de España. Desde AXA aseguran que la provincia tiene un nivel de protección de las viviendas un 30% mayor que la media nacional. Esta puede ser una de las razones de que en la provincia haya la mitad de robos que en el resto del país.
Un informe emitido por esta empresa alerta de que las viviendas que ya han sido robadas están más expuestas a un nuevo saqueo. Los ladrones apenas necesitan en torno a 10 o 15 minutos para entrar en el hogar y llevarse lo que quieren. Sin embargo, la mayoría desiste cuando tarda más de cinco minutos en intentar entrar. En más de tres cuartas partes de los casos la entrada al domicilio de los ladrones se produce por la puerta principal. El 35% de los robos se producen con el propio inquilino en el interior de la vivienda, especialmente entre las 9 y las 17 horas.