Veinte atestados de media al mes por delitos contra la seguridad vial
Ocho de cada diez casos registrados en la capital burgalesa tienen que ver con el consumo de alcohol y droga / 89 de cursaron como juicio rápido
Las calles de la ciudad como escenario de una conducta temeraria al volante puede conllevar si cabe más riesgos que una práctica de estas características en carreteras convencionales o en autovías.Es imposible saber qué puede ocurrir cuando doblas a la siguiente calle, si te va a salir un peatón de detrás de unos contenedores o si el vehículo de delante no señaliza cualquier maniobra inmediata. Especialmente supone un peligro si se supera la velocidad indicada por la vía, si se conduce sin permiso o si se supera la tasa del alcohol al volante. Son muchas las conductas de riesgo, pero las hay de diferente gravedad y las más peligrosas son aquellas consideradas delitos contra la seguridad del tráfico.La Policía Local de Burgos contabiliza en los primeros ocho meses del año un total de 160 atestados por delitos contra la seguridad vial que acaban ante el juez de turno, algunos de ellos se pueden tramitar como juicio rápido, en este caso 89 entre enero y agosto.La media es de 20 casos por mes durante este 2018 y, por ahora, a falta de los datos del último cuatrimestre, es más elevada que la del pasado ejercicio 2017 cuando terminó el año con una media mensual de 18,6 delitos contra la seguridad vial y un total de 224 atestados.Desde Policía Local llaman la atención sobre el hecho de que la mayoría de los delitos que cometen los conductores al volante tienen que ver con el consumo de alcohol y de drogas. Según los datos facilitados, ocho de cada diez atestados registrados este año tienen que ver con este tipo de excesos, un total de 131 frente al total contabilizado hasta agosto de 160.Para un conductor novel o un profesional el límite de alcohol en aire expirado máximo que ya conlleva sanción administrativa es de 0,15 miligramos por litro, pero la habitual y más conocida es el máximo de 0,25. No se considera delito contra la seguridad vial hasta que se supera el 0,60 y supone posibles penas de prisión o trabajos en beneficio de la comunidad y retirada del carnet por alcoholemia.Los atestados tras un test positivo de alcohol son 125, mientras que suman cuatro los de consumo de sustancias estupefacientes. También se contabilizan otros 6 por negativas a realizar las pruebas cuando los agentes lo indican y se considera igualmente delito grave, como contempla el Código Penal.Durante 2017, entre los 224 atestados por delitos se contabilizaban 187 por alcoholemia o drogas, lo que representa un porcentaje del 83,48, frente al 81,88% del presente año.Los casos tras una infracción de las normas de circulación y tras accidente en las calles de Burgos con otros vehículos implicados o bien en situaciones de atropello suman los siguientes bloques más importante de delitos contra el tráfico. 61 atestados se registraron tras cometer una infracción de las normas de circulación grave como saltarse un semáforo o superar la velocidad permitida. En este último caso, para que se considere delito contra la seguridad vial es necesario que el vehículo circule a 116 kilómetros por hora en cualquier vía considerada urbana. Por cierto, que en el caso de las carreteras convencionales o autovías se necesita superar los 200 kilómetros por hora para que se catalogue como conducta delictiva.TRAS ACCIDENTE
Por otro lado, 56 atestados se realizaron a conductores implicados en un accidente, 45 de ellos en siniestros en los que no hubo víctimas y otros 11 accidentes con personas heridas.Otro tipo de delitos contra la seguridad vial que se han producido en la capital burgalesa en lo que va de año son aquellos en los que se habla de una «temeridad manifiesta» al volante poniendo en peligro a terceras personas, cuando se carece de permiso de conducir o cuando se le ha retirado previamente por quedarse sin puntos.Así, la Policía Local realizó un total de 17 atestados por tener retirado el permiso o la licencia de conducir, mientras que suman otros siete los casos en los que el conductor directamente carecía de carné y fue sorprendido al volante de un vehículo por los agentes.En el caso de una conducta definida como temeridad manifiesta, durante este año se contabilizan tres casos frente a uno que se registró durante todo 2017.Mientras, en el caso de atestados por tener retirado el permiso se produjeron 15 durante 2017 y otros 20 por carecer de licencia para conducir.Los datos de la memoria anual de Policía Local del pasado ejercicio indican que 110 atestados dieron lugar a un juicio rápido, mientras que entre enero y agosto llevan ya un total de 89.