Las montañas del rey

El libro becerro de las Behetrerías señala «este lugar es del Rey y fue siempre de los reyes». Se refiere a Medina de Castella Veteris al arrancar el pasado milenio, que pasó a ser Medina de Pomar tiempo después. Un señorío marcado por los Velasco siempre fue un lugar de paso y descanso de reyes. Alfonso VIII la convirtió en capital de Las Merindades, Isabel la Católica y su hija Doña Juana se detuvieron aquí en 1496 en su viaje hacia Laredo que llevaría a la princesa a esposarse con Felipe el Hermoso. Por aquí también descansó Carlos I de España y V de Alemania antes de su retiro en el Monasterio de Yuste. María Cristina de Habsburgo-Lorena, reina regente, concedió el título que le da nombre en árabe. Medina (ciudad en árabe) es ciudad en los papeles oficiales desde 1894.

Un pasado señorial que convierte el patrimonio histórico y monumental en una pieza clave del orgullo de una ciudad que refleja la grandeza de la vieja Castilla que es patente por todos los rincones del Alcázar de los Condestables. El Museo Histórico de las Merindades, conocido como Las Torres, fue un palacio y castillo defensivo que en 1931 fue declarado BIC. El museo se distribuye en cuatro plantas y en su interior alberga documentos, manuscritos, restos arquelógicos y enseres que muestran la historia de la ciudad y la comarca. En la planta baja está la sala de las Merindades y la sala de Exposiciones. En la primera planta está la sala noble del Alcazar, con ambientación del siglo XVI y la sala de Arqueología. En la tercera planta está la sala de Historia y Patrimonio y la zona de Etnografía. En la parte superior las vistas de la terraza, en la que la propia ciudad se convierte en lo mejor que mostrar, y la sala de Bellas Artes.

En la zona sur se puede disfrutar del Monasterio de Santa Clara, junto al Hospital de la Vera Cruz y cerca de la Ermita de San Millán. En su interior se puede ver una iglesia, el panteón familiar de los Fernández de Velasco y el Museo de los Condestables de Castilla. Este rincón habitado por las Clarisas fue declarado BIC en 1992 y cumplió su VII centenario en 2013. En su interior, entre otros objetos, se conserva y expone el Cristo Yacente de Gregorio Fernández, una de sus mejores obras y para muchos la pieza de mayor valor del patrimonio medinés. También destaca por su singularidad la iglesia panteón de Santa María del Salcinar y del Rosario, desde el triunfo de la batalla de Lepanto en 1571. Entre sus singularidades está un órgano barroco de 1770 que volvió a sonar en 2009 después de 70 años mudo. No es el único ejemplo de arquitectura religiosa porque la Parroquia de la Santa Cruz, recostada sobre la antigua muralla, también destaca entre las edificaciones medievales de la localidad.

PATRIMONIO NATURAL

El paraíso verde que se puede disfrutar en Las Merindades es visible a cada paso, pero en el propio centro urbano de Medina de Pomar es también un valor en alza para el visitante y los vecinos que lo disfrutan en cada paseo. De esta manera, destaca La Chopera, situada junto a la zona escolar, con el polideportivo municipal, las piscinas climatizadas y el paseo de la virgen. También se puede disfrutar del parque de Nuestra Señora del Rosario, ubicado junto al santuario, que está entre la chopera y el campo de fútbol. Un lugar con diferentes tipos de árboles y plantas que lo convierten en un lugar de relax. Aunque el parque más grande de la ciudad, que se convierte en zona de baño en verano, es el parque de Villacobos. Regado por el río Trueba cuenta con un parque, una zona de merenderos y zonas infantiles. Una pasarela de madera cruza el río y comunica este espacio con el parque de Villamar y el Pozo de la Peña, una piscina natural muy socorrida en temporada estival.

Una localidad recomendable cualquier día del año pero que cuenta con festividades específicas que la convierten en epicentro de la provincia. La ruta de Carlos V, la Noche en Blanco, las fiestas de Nuestra Señora del Rosario o San Isidro son algunas de sus efemérides.