497 propiedades de inicios de los 60 deben pasar la ITE en 2019
A estas alturas de 2018 el porcentaje de cumplimiento está en el 33,1% de las 598 incluidas
Un total de 497 inmuebles de la capital burgalesa, la mayoría edificios de viviendas comunitarios y también casas unifamiliares, construidos entre los años 1960 y 1964, han entrado en el padrón de las propiedades que tendrán que pasar la Inspección Técnica de Edificación (ITE) antes de enero de 2020.
La concejal responsable del área de Licencias, Ana Bernabé, informaba ayer de que se ha hecho público el listado con las referencias catastrales a través de la página web del Ayuntamiento y del tablón de anuncios, ubicado en los bajos de la Casa Consistorial, para que los interesados conozcan la obligación que tienen en relación con la conservación de sus propiedades.Son varias las zonas de la ciudad donde se enclavan estas construcciones. Así, por ejemplo, se continúa con la Barriada Inmaculada que ya este año 2018 ha tenido que iniciar este proceso de inspección, pero también entran los bloques de Juan XXIII (donde no se hicieron reformas en las fachadas), así como en la Ventilla-Villayuda, y junto al Crucero, en la calle Ángel García Bedoya y la calle Ebro. En el sur de la ciudad se incorpora el bloque de la calle Caja de Ahorros Municipal, así como Romanceros y Alfareros. También se unen varios edificios del centro en la avenida del Cid, la calle Sagrada Familia y la calle San Francisco.La Ley de Urbanismo y el Reglamento de Castilla y León impusieron en el año 2012 la obligatoriedad de las Inspecciones Técnicas de Edificación y en el Ayuntamiento de Burgos se estableció un listado con las 6.000 propiedades, de más de 40 años, que deberían ir pasando estos controles entre los años 2012 a 2022. A estas alturas de 2018 son ya 4.157 las construcciones que han presentado la documentación acreditativa de la inspección en el área de Licencias, por lo que son casi un 70% sobre el parque de viviendas que ha cumplido más de 40 años de antigüedad.Bernabé explicaba ayer la evolución que han tenido estas inspecciones. Así, reconocía que los burgaleses están muy concienciados con esta obligación de velar por la conservación de los edificios y, por otro lado, indicaba que se ha notado que cada año, en la medida que se van revisando edificios más modernos, el porcentaje de ITEs favorables va en aumento. Como ejemplo, Fidel Ruiz, jefe de la sección de Arquitectura de Licencias, indicaba que durante el último ejercicio completo del que se tienen datos, 2017, el 86% obtuvo ese informe favorable.La responsable de Licencias recordaba que en 2012, en aquel primer padrón que se publicó entraron edificios del siglo XIX -la mayoría construcciones de entre 1800 y 1890-, el número de desfavorables fue mayor que los que se van obteniendo en las últimas anualidades cuando se están viendo inmuebles de las décadas de los 40, 50 y próximamente los 60.«Dentro de Castilla y León la capital burgalesa es la que cuenta con mayor grado de presentación de los informes técnicos y es también una de las ciudades con mayor conciencia social», precisaba. A la vez, destacaba la labor de los funcionarios del área de Licencias por la información y el seguimiento personalizado que se realiza de cada una de las propiedades que en estos años han entrado en los padrones.Este 2018, tienen que pasar esta inspección construcciones realizadas entre 1956 y 1959, y a estas alturas del año han presentado la documentación un 33,11%. La edil señalaba que este porcentaje es el habitual en estas fechas del año ya que la mayoría de las comunidades de propietarios esperan a esta época de fin de año para completar el procedimiento.Los funcionarios de esta área municipal realizan un seguimiento de aquellas propiedades que no han cumplido con su obligación. Así, por ejemplo, se envían cartas de requerimiento informando de que deben pasar esa inspección y advirtiendo de la posibilidad de incurrir en las sanciones que posibilita la normativa, aunque a día de hoy no ha sido necesario que el Ayuntamiento realice de forma subsidiaria ninguna ITE, como explicaba el jefe del área de Arquitectura.