Un menor crecimiento y la deuda pública amenazan la economía
El economista y abogado Juan Antonio Rallo abordó la actualidad de la economía española en la Mesa de Actualidad Empresarial organizada por Fundación Caja Rural
Burgos
El actual nivel de la deuda pública «nos coloca en una situación de extrema fragilidad en cuanto haya cualquier perturbación financiera global». Así lo aseguró Juan Ramón Rallo, doctor en Economía y abogado, en la charla ‘El resurgir de la economía española: oportunidades y amenazas’, enmarcada en la Mesa de Actualidad Empresarial que organiza la Fundación Caja Rural Burgos.
Sobre la deuda pública, Rallo señaló que «aunque España entró en la crisis con una deuda del 35% del PIB, ahora es del 100%». Así, «si se deja de crecer a un ritmo considerable y aumenta la aversión al riesgo en los mercados financieros, España estará en una situación muy complicada para refinanciarse». Para reducir la deuda pública «es necesario generar superávit presupuestario y para ello o se aumenta la recaudación por encima del gasto o se congela el gasto mientras aumenta la recaudación». El problema es que «en los últimos meses solo hemos asistido a propuestas de subidas de impuestos»
Durante su intervención, Rallo abordó el escenario de la economía española después de la salida de la crisis y se centró en las claves que favorecerán el crecimiento económico de nuestro país dentro del contexto europeo y mundial. «Debemos recordar que España sufrió tres grandes burbujas. Financiera, en forma de sobreendeudamiento; productiva o inmobiliaria y estatal, en forma de sobredimensión del sistema público».Fue «a partir de los años 2008 y 2009 cuando el país trata de ir corrigiendo esas tres burbujas, la primera vía ahorro privado de empresas y familias;la del ladrillo con la emergencia de nuevos sectores productivos que han permitido generar más de 2 millones de nuevos puestos de trabajo en los últimos años y la estatal, con reducciones insuficientes del gasto público y subidas excesivas de impuestos».
El economista recordó que el país ha estado creciendo al 3% «de forma sana y saludable» y gracias a «la reducción acelerada del endeudamiento privado y a una ganancia de competitividad». De hecho, el país «está creciendo por primera vez con superávit exterior» o lo que es lo mismo, exportando más de lo que importa. Un crecimiento que «también se debe a una reducción del déficit público».
El problema latente es que ese crecimiento empieza a ralentizarse debido a que, «en gran medida, estaba basado en los denominados vientos de cola», situaciones externas a la economía española que «imprimían un impulso excepcional a nuestra economía». De hecho, Rallo avanzó que el crecimiento será del «2,2% el próximo año y del 1,9% en 2020». Cifras que «ya nos han demostrado que, antes de la Reforma Laboral, España era incapaz de crear empleo por debajo del 2%». Precisamente en este aspecto, el economista se mostraba crítico con la clase política porque «no ha hecho absolutamente nada para incrementar el crecimiento potencial de la economía, han visto el 3% y se han dormido en los laureles».En cualquier caso, Rallo aseveró que los cambios de Gobierno «no son demasiado relevantes» y recordó que «en los últimos 30 años ha habido una estructura política compartida y que haya gobernado un partido u otro no ha supuesto diferencias básicas, aunque sí en capacidad de reacción- por ejemplo Zapatero estuvo especialmente lento ante la crisis-. pero en cuanto a modelo de Estado, las diferencias no han sido tan marcadas».
En este punto, Rallo explicó la necesidad de impulsar diversas reformas para lograr un crecimiento superior al 1%. Entre ellas hizo hincapié en el aumento del ahorro interno porque «si queremos un tejido empresarial más potente necesitamos más inversión y para eso, es necesario ahorrar porque nuestro nivel de endeudamiento no permitirá que nos lo presten desde fuera». Un ahorro interno que «llegará si no se penaliza fiscalmente con diversos impuestos».Por otra parte, aseguró que es necesario «liberalizar profundamente los mercados, incluyendo el mercado laboral porque, la Reforma Laboral fue positiva en algunos aspectos pero insuficiente para solucionar la precariedad y la flexibilidad». Otra reforma clave es «la educativa» ya que «es importante contar con más flexibilidad y libertad de elección para los centros de enseñanza con el objetivo de adaptarse a las necesidades productiva del país». Por último, Rallo comentó la importancia de «desarrollar un adelgazamiento de la Administración tanto en materia regulatoria como de gasto y una rebaja general de impuestos». Sin embargo, para el economista, nada de esto está ocurriendo. «Todas las medidas que se toman van en la dirección impuesta, con más gasto, más impuesto y más deuda pública».
Sobre un posible incremento del Salario Mínimo Interprofesional, Rallo argumentó que «para subir el salario es necesario incrementar la productividad, que lleva estancada 30 años». Asegura que «hay estimaciones que apuntan que esa subida supondrá la destrucción de entre 40.000 y 120.000 empleos».Más información en la edición impresa