Más casos de cáncer pero menos muertes

La Organización Mundial de la Salud define el cáncer como un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres lo padecerán a lo largo de su vida. Solo el año pasado y solo en la provincia de Burgos 2.469 personas, más de seis cada día de media, hacían frente a un diagnóstico en auge según confirman los informes del Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).Esta misma estadística, sin embargo, arroja un descenso (en similar proporción, es decir, leve) de la mortalidad anual por esta causa. El cáncer, cuyo Día Mundial se celebra mañana, 4 de febrero, provocó en el ejercicio anterior un total de 1.019 defunciones.Comparar ambos datos con los registrados en 2014 dibuja una evolución agridulce. Por un lado, confirma el aumento de los casos pronosticado por los expertos y por otro, y pese a este incremento, muestra una reducción de los fallecimientos. Estas variaciones se producen tanto en las cifras absolutas ya citadas como en las tasas por cada 100.000 habitantes, mucho más certeras. En este caso, la incidencia -el número de nuevos casos- crecía un 6%, de los 649 a los 692. Ronda el mismo porcentaje pero en negativo la tasa de mortalidad, con 303 en 2014 y 285 en 2018.La tercera ‘pata’ de los informes de la AECC la conforma la prevalencia a cinco años, es decir, el número de pacientes que no han fallecido desde que en ese periodo se les detectara la enfermedad. La cifra actual roza los 7.000 mientras que hace un lustro era de 6.740, pasando la tasa de 1.837 a 1.956.No obstante, la interpretación de los fríos números requiere siempre de cierta cautela antes de sacar conclusiones. A ello se refiere precisamente la especialista en Oncología Radioterapéutica del Hospital Universitario de Burgos, Virginia Ruiz, que apunta esas otras variables que pueden influir en la evolución estadística. «Sin renunciar a la esperanza que ofrecen algunos indicadores hay que tener cuidado. Y es que probablemente las nuevas técnicas de diagnóstico dan lugar a cierto sesgo de anticipación. Esto significa que antes hasta que el tumor no tenía determinado tamaño o características no lo veíamos y ahora somos capaces de detectarlo cinco años antes de ese momento, lo que puede generar una falsa sensación de que hay más supervivientes», explica.De vuelta a los datos, los mencionados informes revelan notables diferencias por tipo de cáncer. El localizado en colon o recto registra la mayor incidencia, con 347 nuevos casos el año pasado, cifra más o menos estable en los últimos ejercicios. Supone de hecho un 14% del total y junto a los otro cuatro tumores más frecuentes, próstata (295), mama (269), pulmón (253) y varios tipos vinculados a la piel (217) copan más de la mitad de los diagnósticos repartidos en hasta 35 clases.Las diferencias entre este listado y el relativo a la mortalidad evidencian las dispares conductas de la enfermedad. Dos de los cinco tumores más detectados no aparecen de hecho entre los que más fallecimientos provocaban en 2018 y por el contrario el más letal ocupa el cuarto lugar en diagnósticos. En concreto, el cáncer de pulmón se llevaba a 183 burgaleses, en 142 defunciones la enfermedad se localizaba en la zona colorrectal. Solo estos dos tipos suman un tercio del total de óbitos por esta patología. Les siguen los 68 casos de estómago, 64 de vejiga y 60 de próstata. También en este caso los cinco más frecuentes acumulan más de la mitad del total.En la misma línea de la realidad que esbozan las cifras se pronuncia Ruiz: «No todos los cánceres tienen el mismo comportamiento. Los hay muy agresivos, que van por delante de los tratamientos y son muy difíciles de controlar, y la mayoría, sin embargo, presenta un crecimiento moderado y lento, algunos incluso se estancan», señala la especialista. Sobre estas diferencias, la especialista reconoce que la menor mortalidad de algunos tumores como mama, próstata y colon es fruto de los avances en investigación de los últimos diez años, periodo en el que, lamenta, poco se ha logrado en otros como los de pulmón, de páncreas y cerebrales.Con todo, la radioncóloga subraya que, en términos generales, el aumento global de la incidencia de esta enfermedad tiene mucho que ver con el envejecimiento de la población. Y de nuevo el informe de la AECC le da la razón. El desglose por grupos de edad arroja que esta patología está especialmente presente en mayores de 75 años. De hecho, el año pasado encajaban en este perfil 976 de los 2.469 nuevos casos y hasta 596 de los 1.019 fallecidos.Por sexos, los datos indican que, en global, el cáncer afecta más a los hombres. Es una constante, de hecho, la proporción de nuevos casos femeninos y masculinos, siendo casi exactamente los primeros un 40% frente al 60% de los segundos en cada uno de los últimos cinco años. Lo mismo y en similar medida ocurre en cuanto a mortalidad.Respecto al resto de provincias de la región, el dato de Burgos la ubica como la cuarta en incidencia y la tercera en mortalidad.