DO RIBERA / MOVIMIENTOS EMPRESARIALES
Ribera del Duero despierta el interés de las grandes bodegas
Los grandes grupos nacionales buscan bodegas de tamaño medio para aumentar sus portafolios / En la última década cambian de dueño 11 bodegas sólo en Burgos
Ribera del Duero se ha convertido en los últimos años en una de las zonas vitivinícolas con más atractuvo para los inersores que apuestan por esta Denominación de Origen en lugar de de otras regiones productoras de mayor tradición e historia como La Rioja. En la década que va desde 2010 a la actualidad se han vendido y comprado once bodegas en la Ribera del Duero, sólo en territorio burgalés, que es el de más extensión dentro de la Denominación de Origen.Cabe preguntarse qué ha cambiado para despertar ese interés de los inversores del mundo del vino.La primera circunstancia que incide en los movimientos empresariales que implican a bodedas de la DO es que el perfil de inversor ha evolucionado y han desaparecido aquellos compradores que en los años de crisis, entre 2009 y 2015, buscaban adquirir a precio de saldo bodegas arruinadas o con serios problemas financieros sin un plan de viabilidad definido.Así lo entiende Alfonso Velasco, gerente de Red Bottle Internacional, asesoría enológica y gestora de operaciones de compraventa, la misma consultora que pilotó la última operación en Ribera del Duero con la adquisición de Bodegas y Viñedos Ortega Fournier por parte del poderoso grupo jerezano González Byass.El perfil actual del inversor, explica Velasco, «sin duda ha ido evolucionando» de forma que en los últimos años «vienen atraídos por el buen comportamiento de las ventas y por la imagen de calidad de una de las denominaciones de Origen que junto a Rioja y Rueda -en blancos- fueron las pocas zonas vinícolas que aguantaron el tirón durante la crisis».Bajo esta perspectiva, continúa, el inversor de hoy suele ser un grupo empresarial, nacional o internacional, con una gran distribución comercial, que busca por lo general un tamaño medio de bodega, como ocurre en muchos de los pagos de Ribera, con la que poder ganar tamaño por la vía de la adquisición.Detrás del interés de la gran mayoría de los grandes grupos bodegueros está, en su opinión, una estrategia para aumentar sus portafolios y consolidar así un mayor peso en su red de distribución.«Para los distribuidores mayoristas es más fácil confiar en un grupo grande que le surta de varios productos ya que con ello reducen el número de proveedores y simplifican tanto la parte administrativa como logística», señala.Velasco se ha percatado, con su actividad profesional, de que la crisis ha provocado que el canal de distribución tradicional se reduzca de forma notable, con la desaparición de múltiples distribuidores de vinos y bebidas en el plano nacional y también internacional.¿Por qué Ribera y no Rioja? La respuesta se encuentra, según su análisis, en la propia estructura de Rioja, una Denominación de Origen con tradición y un mercado muy maduro que tiene desde hace años el mercado cerrado a nuevas plantaciones de viñedo.Ribera del Duero, en cambio, es una DO «relativamente joven, en auge, que ofrece alternativas a corto y medio plazo para aquellos inversores con planes estratégicos». La teoría se comprueba con los datos que aporta el Consejo Regulador. En los últimos diez años la superficie de viñedo ha pasado de 20.905 a 23.205 hectáreas. «Aunque no es libre del todo, aquí se puede plantar y también pueden encontrar bodegas a buen precio sobre todo si no tienen marcas muy conocidas», señala.En cuanto al interés internacional cabe resaltar cómo en los últimos años los inversores chinos han mostrado un gran interés y, sin embargo, muy pocas operaciones se cierran pese al frenesí comprador en otros sectores de los inversores de este país.«Es difícil encontrar alguna bodega de la Ribera del Duero que en estos diez últimos años no haya recibido una solicitud de un inversor chino», apunta, y recuerda que en todo este tiempo solo se ha cerrado una venta de una bodega a un empresario chino. Ocurrió en 2015 cuando Shu Ping Xu, adquirió la bodega Páramo de Fresnedo en Aranda de Duero. Hoy opera bajo el nombre de Alilian.La mayoría sin embargo, se quedó por el camino. «Siempre llegaban con el mismo discurso, cargados de yuanes y con ganas de comprar pero la realidad ha sido muy distinta y se ha confirmado que en la mayoría de los casos, lo único que pretendían era conseguir toda la información posible sobre una Denominación de Origen en auge que es ejemplo en muchos países», afirma el gerente de Red Bottle International, Alfonso Velasco, consciente del creciente aumento de bodegas y viñedos que se están abriendo en China. «La bodega más grande del mundo ya está en China, en concreto en Changyu que embotella un millón de botellas al día», termina.