Imagina achaca su debacle a los efectos de la división y al voto masivo socialista

Aferrados a la actualización de los datos en la web oficial. La mirada de los primeros espadas de Imagina se centraba en ese 4,75% que superado el 90% de escrutinio los ubicaba a las puertas del Ayuntamiento. No pudo ser. Apenas unos minutos después, lejos de subir el porcentaje caía unas centésimas y Eugenia Sáez, con gesto resignado, daba por zanjado el tema. Recibía entre tanto el abrazo de todos los simpatizantes que cruzaban el umbral de la sede de Izquierda Unida, donde la candidatura ciudadana tuvo que digerir la debacle. Porque no tiene otro nombre pasar de seis concejales a cero. «Un ostión en toda regla», comentaban los más efusivos. Los más sosegados aseguraban que «se ha hecho todo lo que se ha podido».Y en esta línea elegía Sáez iniciar la valoración de esos apenas 4.273 votos, lejos, muy lejos de los 18.579 de hace cuatro años. «Estamos muy orgullosas de la campaña que hemos hecho y del modelo que proponemos, con unas primarias abiertas y un programa en el que cualquiera pueda aportar», indicaba, para lamentar acto seguido que la «división no haya permitido que Burgos tenga un gobierno de cambio».SIGUE EN LA EDICIÓN IMPRESA