La creación artística para concienciar sobre la violencia contra la mujer

El pasado mes de mayo, la Fundación Jesús Pereda de CCOO reconocía en la décima edición de sus Premios Diálogo el trabajo por la igualdad y la prevención de la violencia de género que desarrolla la psicóloga y profesora de la Universidad de Burgos. La profesora, que imparte las asignaturas de ‘Igualdad y perspectiva de Género’ y ‘Educación sexual y perspectiva de género en el ámbito escolar’ desarrolla desde el año 2016 ‘Descosiendo violencias. Creando Dignidades’, un proyecto con el establece conexiones entre el arte, la literatura, el género y la docencia, implicando a sus alumnos y a la propia sociedad para, a través de la creación artística, fomentar la comprensión de la idea de género, sobre todo en lo que respecta a violencia e igualdad.«Trabajo en la aulas la perspectiva de género desde el año 98», explica la docente quien apunta que «aunque ahora es un tema que está muy en boga, la realidad es que seguimos sin contar con perspectiva de género en la educación y la población, en general, desconoce qué es la violencia contra la mujer y cuando se lo explicas genera resistencias».Con el objetivo de dar un salto de calidad a la formación sobre violencia y perspectiva de género, Tapia quiso probar con otras metodologías, en concreto con la creación artística. «El arte se está utilizando como una nueva pedagogía, una forma de hacer reflexionar al individuo y es que el objetivo siempre debe ser que las personas sean conscientes de su realidad y el arte tiene la capacidad de favorecer esa acción».Un taller sobre sexualidad «en el que incluí diversas acciones creadoras y que tuvo muy buenos resultados», apunta la docente, fue el precursor. El proyecto ‘Descosiendo violencias. Creando dignidades’ no surgía como tal sino que la docente desarrolló dos proyectos previos en los que «se incorporó a otros creadores y profesionales». Tras esas dos primeras experiencias, ambas con un resultado «muy satisfactorio», Tapia ponía en marcha ‘Descosiendo violencias. Creando dignidades’.Durante dos ediciones, el proyecto se ha desarrollado en el Museo de la Evolución Humana y ha estado en Zamora. «Con él se hace visible la violencia contra las mujeres de una forma plástica». Dependiendo del espacio en el que se vaya a situar, Tapia crea unas obras u otras, pero por norma general todas están realizadas con lo que la docente considera «materiales que se han relacionado siempre con el mundo de las mujeres», como telas, hilos, lanas o pinzas.De forma paralela a las exposiciones siempre se hacen visitas guiadas, charlas o intervenciones de otras personas que complementan la acción artística y permiten al visitante «conocer y entender mejor» el significado de la muestra, comenta la docente, quien recuerda que «el proyecto no se trata solo de hace una exposición sino sensibilizar a la gente y que esas personas tomen conciencia de una forma más relajada, profunda y personal» porque «los asistentes interpelan con las obras de arte no conmigo».De esta manera, Tapia asegura que «el visitante logra identificarse con cosas que le han pasado y que en muchas ocasiones no identificaba con violencia». De hecho, la docente hace hincapié en que «la mayoría de las veces asociamos la violencia como algo físico y extremo y las cosas pequeñas las toleramos porque desconocemos que lo sea».En todos los proyectos realizados, Tapia busca la complicidad y la participación de sus alumnos. «En mis asignaturas pido a los alumnos que, siempre que sea posible, los trabajos prácticos tengan un componente artístico». Así surgió una performance sobre violencia contra la mujer, que luego «fue la encargada de abrir el proyecto ‘Cooperación Necesaria’.En la última edición de ‘Descosiendo violencias. Creando dignidades’, la docente contó con la colaboración de los alumnos de cuarto curso de Diseño de Moda de la Escuela Artes y Superior de Diseño. En base al texto ‘Blanca niña blanca’ de la propia Tapia, el grupo construyó varias piezas artísticas, que conformarían la clausura de la exposición. Todas ellas en blanco y violenta, los dos colores que Tapia utiliza como protagonista de todas sus obras. «El blanco es el color que asocio a la mujer porque sintetiza todos los colores y al pasar por el prisma, los desprende todos, es como recoger a todas la mujeres, en todas sus vertientes y con todas sus historias», explica y añade que el violeta «es el color de la colaboración entre mujeres».La docente es clara. «El arte tiene la capacidad de llegar a las personas y es fundamental abrir las aulas, romper esta estructura tan rígida que es la enseñanza- aprendizaje en las aulas, tal y como lo conocemos», apunta y asegura que «es muy gratificante trabajar de forma conjunta con los alumnos y hacerlo fuera de las aulas».A pesar de la apuesta personal de Tapia por dar a conocer qué es la violencia a través del arte, asegura que «aún mucha gente no identifica que es un hecho violento» y es específica que «les cuesta más a los chicos que a las chicas». De ahí que «si no saben qué es una actitud violenta contra las mujeres nunca van a dejar de hacerlo, no van a dejar de mirar a la mujeres de determinada manera, o de tocarlas cuando no las apetece, etc y si ellas no saben qué es violencia, no van a exigirles que no hagan determinadas cosas».A pesar del actual momento de apogeo del movimiento feminista, Tapia cree que «no se está produciendo sensibilización y educación en el ámbito ‘ micro’, en el espacio local y diario» y asegura que «sigue sin haber formación en violencia, materias como las que imparto no se ofrecen en los grados de Educación Social de otras universidades y así es imposible avanzar».Tapia aboga por hacer esta formación «extensible a los centros escolares y universitarios» y hacerlo «de forma transversal para crear una sociedad formada y educada en la igualdad y en la lucha contra la violencia sobre las mujeres». Para la docente también es necesario que «todas las asociaciones y entidades que trabajamos este ámbito hagamos una reflexión evaluativa para saber qué funciona y qué no» y «sobre todo unificar esfuerzos, rentabilizar la lucha y unir fuerzas».FORMACIÓNEn un momento de plena efervescencia política y con la apuesta de Vox por derogar la Ley Orgánica Integral contra la Violencia de Género para sustituirla por una Ley contra la Violencia Intrafamiliar, la docente asegura que «estamos en un periodo de confusión y si ya muchos no sabían qué es la violencia contra la mujer, este tipo de propuestas hacen más evidente esa ignorancia».Asegura que «este tipo de propuesta no son tanto un paso atrás sino una piedra en el camino, creo que debemos entenderlo como un reto frente a un grupo de personas cargadas de desconocimiento» y apunta que «esto nos demuestra que debemos seguir formando e informando y educando». Y es que, tal y como afirma Tapia:«el futuro que nos espera se conforma de los pasos que vamos dando ahora».