Cáritas, una mano tendida a quienes más lo necesitan
La entidad social de la Iglesia trabaja en el desarrollo integral de personas en riesgo de exclusión
Ayudar a la promoción humana y al desarrollo integral de las personas, sensibilizar a la sociedad y promover la justicia social son los principales objetivos de Cáritas Burgos. La entidad social de la iglesia católica en Burgos desarrolla desde hace décadas diversos programas de acogida; de empleo; de infancia y adolescencia; para personas sin hogar y de inserción social; un programa de drogodepencia así como un servicio de asesoría jurídica y la casa de acogida para mujeres Ain Karem.
El pasado año, la entidad social, atendió a 6.446 familias, alcanzando a 8.890 personas. De ellas 1.732 recibieron ayudas económicas directas para garantizar derechos básicos, como alimentación, vivienda, sanidad y educación. Tal y como apunta Fernando García, delegado de Cáritas, las cifras de personas atendidas desde los diferentes programas de la entidad se mantienen desde 2014, año en que se superaron las 6.000 familias, lo que indica que «pese a los datos macroeconómicos, la crisis ha acabado para algunos, pero no para todos» y es que «las personas con las que trabajamos son casi siempre los primeros afectados por la crisis y los últimos en salir de ella».
Precisamente, García advierte de que una errónea percepción de la salida de la crisis y una cierta pérdida de sensibilidad puede estar detrás del descenso de donativos. Cáritas cerró el ejercicio con déficit por tercer año consecutivo, en esta ocasión de 220.120 euros. Los recursos de la entidad alcanzaron el pasado año los 3,8 millones de euros, pero se invirtieron 4 millones euros en los diversos programas que se desarrollan en 87 espacios de la diócesis.
Actualmente Cáritas cuenta con 1.303 socios y 2.200 donantes puntuales, quienes con sus donaciones permiten financiar parte de los programas de ayuda. «Ser socio de Cáritas es una manera de formar parte de esta gran familia», comenta García, quien apunta que en los últimos meses la entidad ha hecho especial hincapié en seguir sumando apoyos. «Hemos aumentado el número de socios aunque no al nivel que nos gustaría, pero estamos contentos», señala y hace un llamamiento a las empresas. «Nuestros objetivos se centran ahora en sumar más colaboradores del mundo empresarial».
Además de los socios, otro de los pilares de la entidad social son sus voluntarios que, a día de hoy, alcanzan los 792. «El papel de los voluntarios es importantísimo, de hecho, somos una entidad fundamentalmente voluntaria», comenta García quien recuerda que «cualquier persona puede ser voluntaria» y que «su papel de acompañamiento allí donde no llegan los trabajadores de Cáritas es clave».
Aunque los frentes de actividad de la entidad son múltiples, en los último meses Cáritas ha hecho especial hincapié en el apoyo a mujeres que «tienen dificultades sociales para llevar adelante su embarazo o durante los primeros meses de vida de su hijo». Para ello, la organización cuenta con dos pisos de acogida a través del programa Ain Karem para el que «necesitamos apoyos tanto de voluntariado como financieros».
Uno de los grandes focos de actividad de Cáritas son las familias, especialmente aquellas con menores o monoparentales. En este aspecto, García se muestra crítico con la labor de las administraciones. «La política familiar es uno de los caballos de batalla de las políticas sociales», comenta y explica que «no se trata solo de entregar apoyos económicos en el embarazo sino de elaborar estrategias fiscales beneficiosas para las familias, mejorar la conciliación y la vivienda, el gran problema actual».
Cáritas también desarrolla diversos programas con niños y adolescente. Especial importancia tienen los centros ubicados en Lerma y Villarcayo. Dos espacios que, además de dinamizar las localidad para niños y jóvenes, también son una importante presencia «en lo que ahora llaman la España vaciada».
En definitiva, Cáritas se extiende en la provincia burgalesa como una red de apoyo para tender una mano a quienes más lo necesitan.