Una villa cautivadora y hospitalaria

Situada a 45 kilómetros de la capital y en pleno centro de la comarca de Odra- Pisuerga, se encuentra Padilla de Abajo. Una villa burgalesa dedicada al cultivo de secano, concretamente al cereal.El alcalde de Padilla de Abajo, Ignacio Grajal alaba el poder de acogida que tiene en el pueblo y lo interesante que es, «con todo lo que tiene». El visitante que acuda a conocerlo podrá, «encontrar un entorno de tranquilidad, naturaleza y de mucha amigabilidad», destaca Ignacio.El municipio que surge a raíz de la despoblación del S.X, guarda restos de edificaciones romanas como la Vía Aquitania. Gran apuesta por parte de la ‘Asociación Amigos del Camino Vía Aquitania’, y los pueblos vecinos, realizada el pasado año, a favor de la restauración de los 12 kilómetros de trazado de la calzada histórica. El trayecto que comunica Padilla de Abajo con Melgar, Osorno y Villacazar de Sirga está en la actualidad abierto.«La Vía Aquitania que pasa por Padilla, está abierta y señalizada. Y la verdad es que la gente lo ha acogido con muchas ganas, esperamos que contribuya a que se conozca un poco más el pueblo y a que venga gente a visitarnos», comenta el alcalde de la villa, Ignacio Grajal.

Junto con la calzada romana se conservan, «dos miliarios de la antigua vía romana de hace 2.000 años y los tenemos en el Ayuntamiento donde se pueden ver», aclara Grajal.A pesar de la transitabilidad de la vía por Padilla de Abajo, de momento no tiene un gran movimiento de personas. Debido a que, «el inicio de la vía en otros pueblos se está todavía ejecutando y esperamos que este año este totalmente abierta», declara el alcalde.El papel histórico de Padilla de Abajo a través del siglo XIV, está reflejado en el manuscrito ‘Becerro de las Behetrías’, donde figura el nombre de la villa junto con el linaje de Padilla. Este linaje dio al reino de Castilla, puestos de altos cargos, como por ejemplo, cuatro maestres o dos comendadores mayores de la Orden de Calatrava entre otros. Además la alcurnia a la que pertenecía la reina María de Padilla, esposa de don Pedro I el Justiciero, tiene su continuidad hasta el fin del sistema feudal.

Siglos más tarde y debido a su situación geográfica los habitantes del pueblo, del mismo modo que los de la comarca -y sobretodo después de la posguerra-, emigraron a las ciudades como mano de obra industrial. De esta forma, se generó una despoblación que a día de hoy sigue sufriendo la comarca.Padilla de Abajo es un municipio dedicado a la agricultura, precisamente al cultivo de secano, con cereales como la cebada, el trigo o centeno. A los que también se sumaría el vino y las legumbres.

En cuanto a su patrimonio, los vecinos de Padilla disfrutan de un templo que tiene una mezcla de estilos gótico y renacentista, la Iglesia de los Santos Juanes. Esta iglesia parroquial está dedicada a los dos santos -evangelista y bautista- de nombre Juan y ha sido restaurada hace poco. «Hemos restaurado lo que era posiblemente el antiguo cementerio y también unos muros que había exteriores a la iglesia», explica Ignacio Grajal.Del edificio destaca la portada renacentista con las esculturas de los dos santos y la torre. «Es una iglesia que es bien de interés cultural y es muy recomendable», comenta el alcalde. A lo que añade que el edifico posee, «tres naves imponentes y un retablo también muy valioso artísticamente».

En lo que respecta a la restauración interior, «solo se ha arreglado algo la cubierta»Por otro lado, situada a medio kilómetro de la villa y por, «un camino muy bueno», se alza la ermita de Nuestra Señora de Torreón del año 1298. «Es una ermita que es un paradigma del románico de la zona y apunta a la transición al gótico», remarca el alcalde de la villa. Y en la que además, destaca la presencia de, «un ábside con canecillos labrados y que es prácticamente única en la zona. La verdad es muy recomendable de visitar». En el interior, el templo conserva una talla del S. XVI, que a día de hoy veneran todos los vecinos de la comarca.Para los amantes de la naturaleza y el deporte, la villa «es un paisaje de llanuras que la mayor parte del tiempo están verdes».Existe un gran número de caminos y una serie de rutas, de las que destaca por ejemplo, la del Odra y del Pisuerga. Compuesta por 65 kilómetros entre los ríos que llevan el nombre del itinerario -Odra y Pisuerga-, y que transcurren por la zona central del oeste burgalés. Hay itinerarios que se pueden hacer tanto andando como en bicicleta, «son trazados en general agradecidos, bastante llanos y que comunican entre sí los distintos pueblos»De esta manera, de los paisajes de Padilla de Abajo su alcalde destaca, «la amplitud de los horizontes, que limitan únicamente por las montañas a unos 20 o 30 kilómetros y los atardeceres que son espectaculares».El pueblo se encuentra en estos momentos disfrutando de sus fiestas patronales que han comprendido los días 29, 30 y hoy 31 de agosto. Unas fiestas en las que aprovechan siempre los fines de semana y suelen comenzar antes con diversas actividades culturales.Este año, el pregón tuvo lugar el pasado sábado 24 de agosto de la mano de Carmen Padilla Castañeda. Al día siguiente, el pueblo pudo disfrutar de un concierto del ‘Trío del Camino’ compuesto por un pianista y dos sopranos: Emilio González Vián, María Sánchez Melchor y Almudena Martínez Huidobro.

Ignacio Grajal recalca como en las fiestas, «solemos incidir también bastante en la historia de Padilla».En el día de hoy tendrá lugar a las 15:00 horas en la plaza una, «comida popular en la que nos juntaremos unas 400 personas». Junto con la bajada bailando desde la ermita de Nuestra Señora de Torreón hasta el centro del pueblo, «de hombres y mujeres, y se baila luego la jota en la plaza» que se desarrollará a partir de las 12:30 de la mañana. La jornada continuará por la tarde con unos hinchables para el disfrute de los más pequeños y ya por la noche los cohetes y tracas a las 23:30 horas. Finalmente el día concluirá al ritmo de la ‘Macro Discoteca Puzzle’.Durante estos días festivos hay que señalar la participación de los jóvenes con diversas actividades como una gymkana, hinchables, fiesta de la espuma o talleres infantiles entre otras.

En cuanto a la gastronomía local, además del clásico lechazo, queso fresco y la morcilla, los vecinos de Padilla de Abajo disfrutan de platos tradicionales como las jijas y los titos.«Las jijas las solemos poner para los meses fríos, normalmente noviembre y diciembre», explica Ignacio Grajal. Por otro lado, los titos, «se toman tradicionalmente el día de Santa Catalina a finales de noviembre». Para la festividad de Santa Catalina, «se suele aprovechar el festivo más cercano».

Además la cofradía que recibe el mismo nombre que la festividad, reúne a todo el pueblo y ofrece titos, «a toda la gente que quiera», aclara el alcalde de Padilla de Abajo. De esta forma, puede participar cualquier vecino y foráneo de manera gratuita en esta degustación.Otras fiestas en Padilla de Abajo son las de San Juan El verde que tienen lugar el 24 de junio y la Romería a la ermita de la Virgen del Torreón, el 12 de octubre.