El Correo de Burgos

URBANISMO

Los próximos dos años se edificarán 220.000 m2 bajo el estándar Passivhaus

Burgos acoge la XI Conferencia Passivhaus que reúne a 400 asistentes / Esta filosofía de construcción logra el consumo energético casi nulo

De izquierda a derecha: María Pardo, Juan Carlos Suárez- Quiñones, Bruno Gutiérrez y Roberto Saiz.-SANTI OTERO

De izquierda a derecha: María Pardo, Juan Carlos Suárez- Quiñones, Bruno Gutiérrez y Roberto Saiz.-SANTI OTERO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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Desde ayer y hasta el sábado la capital burgalesa acoge al XI Conferencia Passivhaus que organiza la Plataforma Edificación Passivhaus. Una cita que «se ha consolidado como el principal evento anual de ámbito nacional y de referencia en el campo de la alta eficiencia energética, los edificios de consumo casi nulo y los edificios realizados bajo el estándar Passivhaus y que reúne a más de 400 asistentes», tal y como apuntó el presidente de la plataforma, Bruno Gutiérrez.El Passivhaus, o casa pasiva, es un estándar de construcción nacido en Alemania en 1991 que se ha ido extendiendo por el resto del mundo. Combina un elevado confort interior con un consumo de energía muy bajo y un precio asequible, gracias al máximo cuidado de la envolvente del edificio y a un sistema de ventilación controlada.Cada vez más «el sector de la edificación y la construcción está apostando por estos estándares», señala. Prueba de ellos son las cifras de los últimos años y es que «en la actualidad hay 120.000 metros cuadrados construidos bajo la filosofía Passivhaus mientras que hace ocho años no había ninguno», pero «de cara a los próximos dos años están en construcción y con compromiso de certificarse más de 280.000 metros cuadrados».La cita se dirige no solo a los técnicos involucrados en el sector de la construcción sino a «las administraciones que están apostando por este estándar» y a los promotores, «una figura clave en la creación de edificios y es muy importante que estén formados en estos estándares».De hecho, Europa ya ha puesto sus cartas sobre la mesa con la normativa 2010/31 que «recoge que a finales de 2020 todos los edificios deben ser de consumo casi nulo». Eso sí, en España la «definición se queda vacía de contenido porque una normativa de 2016 traduce esa ley en que un edificio de consumo casi nulo es todo aquel que cumple la legislación vigente, algo que en España está en continuo movimiento por lo que edificios que hoy se están construyendo, en un futuro estarán obsoletos».Algo que no ocurrirá con los edificios que se realicen bajo los estándares Passivhaus, que «serán edificios de consumo casi nulo hoy y mañana» y de ahí que desde la asociación se abogue por «construir ya con ese certificado».En cuanto a la provincia burgalesa y a Castilla y León, Rodríguez señaló que «han hecho una fuerte apuesta por la edificación Passivhaus» y «prueba de ello es el proyecto de la Escuela Infantil de Río Vena, que se convertirá en el primer edificio de carácter municipal con consumo casi nulo».La Plataforma Edificación Passivhaus cuenta entre sus filas con más de 700 socios, 80 instituciones y más de 70 empresas.La filosofía Passivhaus, clave «en la lucha contra el cambio climático»El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó ayer en la primera jornada de la XI Conferencia Passivhaus que se celebra en Burgos hasta el sábado de que hoy en Burgos la importancia de la edificación Passivhaus «está en total sintonía con los objetivos y políticas de las administraciones en la lucha contra el cambio climático».Suárez- Quiñones recordó en su intervención que «la edificación produce entre el 30 y el 40% del consumo de energía y de las emisiones de dióxido de carbono» y señaló que «todo lo que podamos hacer para mejorar la eficiencia energética y de consumo de los edificios es un cuestión fundamental en la lucha contra el cambio climático y por la sostenibilidad medioambiental».Para el consejero, el concepto Passivhaus «ha sido muy asumido por el sector de la construcción y la edificación» y por las administraciones públicas. En este sentido, el consejero señaló que la Junta de Castilla y León «lleva en sus políticas públicas la filosofía Passivhaus a través, por ejemplo, de las áreas de regeneración urbana y de rehabilitación». Precisamente sobre esta cuestión, Suárez-Quiñones recordó que el Plan de Vivienda puesto en marcha de la mano del Gobierno central «ha permitido la rehabilitación de 90 áreas en la Comunidad y 13.500 viviendas». Ejemplo de estas intervenciones es el ARU de San Cristóbal, que «ha convertido los edificios con nuevas envolventes térmicas y nuevos sistemas de calefacción, haciéndoles más eficientes y confortables y con menor consumo energético».

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