La lluvia eleva las reservas de los dos pantanos y roza la alarma en el Arlanza

La acumulación de precipitaciones a partir de los primeros días de noviembre ha elevado el nivel de agua embalsada en los dos pantanos burgaleses de la cuenca del Duero hasta un nivel conjunto muy superior a los de los dos años anteriores para estas fechas y ha puesto en alerta a la Confederación Hidrográfica del Duero por la subida del caudal en el Arlanza.Las lluvias se han concentrado en las estribaciones de la Sierra de la Demanda aportando volumen de agua tanto al Arlanza como al pantano de Arlanzón que ya está al borde del desbordamiento, mientras que el año pasado no empezó a desbordar agua hacia el embalse de Úzquiza hasta mediados del mes de febrero. A fecha del 28 de noviembre, el pantano de Arlanzón contenía 21,9 hectómetros de agua. Su capacidad es de 22 hectómetros, cifra que a buen seguro se ha podido alcanzar ya dado que desde el pasado jueves las lluvias no han cesado. La represa de Arlanzón encierra el doble de agua que el año pasado por las mismas fechas, cuando se embalsaban 15,4 hectómetros, ligeramente por encima de los 12,4 que de promedio se acumulan en la última década, según datos de la CHD. En la semana del 22 al 28 de noviembre, el nivel del agua embalsada en el pantano de Arlanzón creció en 6,2 hectómetros cúbicos debido a unas intensas lluvias que acumularon 67,1 litros por metro cuadrado en la cabecera del río. Dicho sea de otro modo, en apenas una semana ha caído un 22% del total de la lluvia recogida en la zona alta de la sierra que vierte al pantano de arriba.En 2018, esta represa sólo llegó a la cota de desbordamiento puntualmente en febrero y durante la primera quincena de mayo, cuando es habitual que rebose. Sin embargo, que contenga agua hasta los bordes a estas alturas del año es bastante inusual.Al colmatarse el pantano de Arlanzón, el llenado del de Úzquiza se acelerará ya que el de arriba no se alivia mediante compuertas sino por rebosaderos y vierte en el embalse de aguas abajo. Por el momento se encuentra en un nivel similar al del año pasado, aunque ligeramente por debajo. Según los datos de la Confederación del Duero, el pasado jueves acumulaba 39,9 hectómetros cúbicos, por los 41 de 2018. La media de la década es de 39,6. Esto significa que actualmente está al 53,2 por ciento de su capacidad después de haber incorporado sólamente un hectómetro en la última semana.El pantano de Úzquiza está siguiendo una curva similar a la del año precedente, aunque ligeramente por debajo, pero muy superior a la del año hidrológico de 2017/2018 en el que la sequía castigó las reservas de agua y lo rebajó mes a mes hasta dejarlo a las mismas alturas del año, a principios de diciembre, por debajo de los 20 hectómetros.Hoy en día, en cambio la abundacia de precipitaciones ha favorecido que, en conjunto y al igual que en la totalidad de los embaleses de la Comunidad de la cuenca del Duero, los dos pantanos acumulen 61,8 hectómetros cúbicos de agua de una capacidad total de 97, un 63,7 por ciento. Una cifra muy positiva cuando queda por delante tres semanas de otoño y todo el invierno, que es la época en la que los pantanos reciben mayor aporte por la abundancia de precipitaciones.Esos 61,8 hectómetros cubicos embalsados en los dos pantanos suponen 5,4 más que hace un año y diez más que la media de la década.La Confederación Hidrográfica del Duero ha emitido un aviso dado que está prestando especial atención al río Arlanza, a su paso por Salas de los Infantes, cuyo caudal se situaba en el umbral de alarma ya a primera hora de la tarde. Según los datos del sistema de información de la cuenca del Duero, el Arlanza bajaba por Salas con más de 25 metros cúbicos por segundo y una altura de 1,15 metros. Aguas abajo, con la aportación de ríos como el Pedroso y el Salcedal, el Arlanza discurre con 69,7 metros cúbicos por segundo a la altura de Covarrubias y una altura de 1,47 metros, mientras que en Lerma alcanzaba los dos metros de altura y en la cuenca baja, a la altura de la estación de medición de Peral de Arlanza ya superaba los 100,75 hectómetros cúbicos y 2,59 metros. En el caso del Arlanzón, a la altura de Burgos baja con casi un metro de agua y 8,85m3/s, con una subida apreciable en el caudal con respecto a los últimos días. En Aranda el Duero lleva 18m3/s con una altura de 1,3 metros.En la Confederación del Ebro el río baja a su paso por Miranda con 128,45 m3/s y una altura de 1,73 metros, unas cifras que no han motivado ningún aviso por parte de la CHE.Para los próximos días está previsto que las lluvias se mantengan hoy domingo y en las primeras horas del lunes, para dejar paso a cielos despejados a partir del martes y una significativa bajada de temperaturas que convertirá en nieve las posibles precipitaciones en las zonas altas de la provincia.