BURGOS CF
La servidumbre con la autovía se come un cuarto de la ciudad deportiva
El Burgos tendrá que justificar que el proyecto es de interés general para poder recalificar cerca de 3 hectáreas de las 12 de la parcela
Burgos
Los planes del Burgos Club de Fútbol para levantar una ciudad deportiva en unos terrenos agrícolas en Cortes se van a topar con serios inconvenientes urbanísticos que complicarán y alargarán en el tiempo la conclusión del proyecto.
El club anunció la semana pasada que ha adquirido una parcela de 12 hectáreas (120.000 metros cuadrados) en el barrio de Cortes, justo al sur de la autovía de ronda, pegada a la carretera que conduce a los depósitos de CLH y el ecoparque en la que planea ubicar los campos de entrenamiento de la primera plantilla y las divisiones filiales.Esos terrenos son actualmente de uso agrícola y así consta en la ficha del Plan General de Ordenación Urbana en la que la mayoría del suelo está clasificado como terreno rústico con protección agropecuaria, una calificación que obligará al Burgos Club de Fútbol a solicitar un doble cambio de uso para levantar su proyecto de ciudad deportiva. Así lo reconoció el máximo accionista del club, Antonio Caselli, a los socios en la asamblea general celebrada el lunes.Pero en esa misma parcela existe una franja de aproximadamente tres hectáreas de superficie paralela al trazado de la autovía que está catalogada como suelo rústico con protección de infraestructuras en la que no será tan sencillo poder recalificar.Esa servidumbre respecto a la autovía de circunvalación de Burgos se come una cuarta parte de la parcela y, según el plano que ha hecho público el Burgos CF, obstaculiza la construcción tanto del edificio principal como de tres campos de juego como se aprecia en la infografía.Según el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León en suelo rústico con protección de infraestructuras, como la que afecta a esa franja de la parcela del Burgos CF, no es posible levantar un equipamiento dotacional deportivo como el que se plantea. Aunque sí es posible solicitar un cambio excepcional para otros usos «sean dotacionales, comerciales, industriales, de almacenamiento, vinculados al ocio o de cualquier otro tipo», según el artículo 57 del Reglamento, siempre que «puedan considerarse de interés público». El Reglamento insiste en que el cambio de uso debe tener conformidad con la naturaleza rústica de los terrenos y compatibilidad con los valores protegidos por la legislación.Para que el Burgos CF, por tanto, pudiera llevar a cabo su proyecto en la parte de la parcela sujeta protección de infraestructuras en la que la normativa no permite la urbanización y la edificación debería obtener una autorización de uso excepcional «previa a la licencia o declaración responsable». En este procedimiento deben evaluarse las circunstancias de interés público que justifiquen la autorización, en los términos previstos en el Reglamento e imponerse las cautelas que procedan, según reza la norma.La clave de la operación es que se interprete que la construcción de un recinto privado por parte de una sociedad anónima como es el Burgos CF con fines comerciales favorece a un hipotético interés general que motive el levantamiento por parte del Ayuntamiento de la protección de la zona de servidumbre de la autovía y también la recalificación del terreno. La normativa no determina qué se considera de interés general, lo que ha dado lugar en Castilla y León a actuaciones, generalmente vinculadas al ocio, cuyo interés público ha sido discutible y tremendamente lesivas para el territorio y sus recursos naturales.Trámite municipal
En el caso de la futura ciudad deportiva del Burgos Club de Fútbol, la autorización de uso excepcional se tendrá que tramitar y resolver en el Ayuntamiento de Burgos. Los servicios técnicos municipales tendrán que examinar la documentación necesaria para conocer el objeto y características esenciales del uso excepcional, incluyendo planos del emplazamiento propuesto, que reflejen la situación, límites y accesos de la parcela, así como las construcciones e instalaciones existentes y propuestas.A partir de ahí, el Ayuntamiento debe abrir un plazo de información pública de veinte días para recoger las alegaciones que se presenten y evaluarlas y a la vista del resultado de ese trámite resolverá de forma motivada si autoriza el uso excepcional, impone condiciones o bien lo deniega. Incluso cabría la posibilidad de que la resolución municipal pudiera ser recurrida a posteriori por cualquier afectado por la vía administrativa o contencioso administrativa.En todo caso, aunque la tramitación discurriera con la mayor diligencia por este trámite municipal, el proyecto de la ciudad deportiva del Burgos Club de Fútbol se enfrentará a meses, quizá años, para completar el expediente y dar curso a los planes de la familia Caselli.