Joel, el primer bebé de 2020 nacido en Burgos
De madre arandina y padre burgalés nació a las 03.45 horas un parto que duró apenas tres horas
Esther Peñalba y Rubén Galerón con su hijo recién nacido.-ISRAEL L. MURILLO
N.M.J./ ICALEl primer bebé burgalés del 2020 nacido en la red hospitalaria pública de Sacyl, Joel, vio la luz hoy día 1 de enero a las 03.45 horas de la madrugada en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Se trata de un varón, que al nacer pesó 3.350 gramos y midió 52 centímetros. Según señalaron sus padres, Rubén Galerón y Esther Peñalba, fue un parto “muy rápido”, puesto que en apenas tres horas el pequeño ya estaba fuera.“A las 01.20 horas rompió aguas y a las 2.00 estábamos ya en el hospital”, recuerda el padre del pequeño, que les dejó tomarse las uvas. "Es el primer bebé del año y de la década”, afirma el orgulloso padre, quien no ocultaba su gran alegría, destacando lo “maravilloso” del momento. “Es un plus inolvidable”, dijo en referencia a que su pequeño haya sido el más madrugador de 2020 en la ciudad burgalesa. "Va a ser un recuerdo que guardaremos”.El pequeño Joel es el segundo hijo de esta pareja, que ya tiene una niña de cinco años que está deseando conocerlo, así como sus abuelos y demás familiares. “Lo estáis viendo todos antes que la familia”, bromeó el padre, en referencia a la visitas que han recibido a lo largo de toda la mañana por parte de los medios de comunicación. Ambos padres son naturales de la provincia burgalesa, el padre de Burgos capital y la madre de Aranda de Duero, aunque residen actualmente en la ciudad.Por otro lado subrayaron que no esperaban que su pequeño naciera hoy, sino unos días después, el día 5, aunque tal y como indicó el padre en realidad lo esperaban el 19 de enero, puesto que ha sido un “embarazo trabajoso”, aunque se mostraron contentos e ilusionados con su llegada. “Es un bebé muy sano y la madre está estupenda”, dijo Galerón.Asimismo, quisieron también destacar el “impecable” trato recibido en el hospital, afirmando que las matronas no lo han podido “hacer mejor”. “Han sido súper amables, simpáticas y muy atentas con Esther”, dijo el padre. Además, como anécdota, contó que tras nacer el niño y sacar la placenta les hicieron un corazón con el cordón umbilical. “Se han detenido mucho en nosotros”, resumió el padre.