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NAVIDAD

Roscón de Reyes, un dulce tradicional navideño con horas de elaboración

En su obrador de Villariezo, Panadería Zamorano muestra cómo se realiza el postre navideño por excelencia

El panadero echa una mezcla de azúcar y almendras a un roscón.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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Durante estos días obradores, pastelerías y panaderías de la capital burgalesa trabajan a destajo para poder dar respuesta a la enorme demanda de roscones. En Villariezo, en el obrador de la Panadería Zamorano, catorce personas trabajan «muy duro durante 48 horas para llegar a todos los pedidos», tal y como explica Javier Alonso, tercera generación de este negocio familiar.La receta del roscón de Reyes de esta panadería tiene décadas de tradición. «Nació con mi abuelo, que fue quien creó la panadería, después siguió con mi madre y ahora soy yo quien da continuidad a esta receta», explica el panadero. Aunque la base de la receta es la misma en cualquier punto del territorio nacional, en cada negocio «le ponemos nuestro toque personal», apunta Alonso, quien además recuerda que en su caso todas las materias primas «son productos de Burgos o de empresas burgalesas, al igual que los distribuidores».Cada Navidad, esta empresa familiar realiza «unos 1.300 roscones», que después vende «en 12 puntos de la capital burgalesa y en diversos pueblos de la provincia». El trabajo para poder llegar a esos más de mil dulces arranca a las tres de la madrugada. Harina, azúcar, mantequilla, huevos, leche y limón y naranja picados son los ingredientes básicos para crear la masa del roscón.«Ya con los ingredientes se arranca con el amasado, que ya por cuestiones de rapidez y comodidad se hace en una amasadora eléctrica», comenta el panadero, quien apunta que «el proceso de elaboración es lo más artesano posible». Una vez está preparada la masa, se deja fermentar durante 45 minutos. «El proceso de fermentación es fundamental para que quede un bollo esponjoso», señala.Tras esa fermentación inicial «se le da forma al aro y «se deja de nueva fermentar, en esta ocasión durante tres horas». Los últimos pasos en la elaboración del roscón son «pintarlo con huevo y colocar las frutas escarchadas y las almendras picadas y finalmente hornearlo». Una vez están todos los bollos hechos, «el proceso de relleno se realiza según la demanda de los clientes», un relleno que también se elabora en el obrador. «En este sentido somos clásicos y nos limitamos al de nata y de crema», explica el panadero, quien señala que «antes de incorporar el relleno se coloca en el bollo la figurita y el haba».Con el roscón preparado solo queda cargarlo en la camioneta y repartirlo. Algunos de ellos irán a parar al comercio que la empresa burgalesa cuenta en la avenida del Cid, el resto «a otros puntos de distribución y a varios pueblos de Burgos».Origen del roscónAunque la variedad confitera de las fiestas navideñas es infinita, si hay un dulce estrella es sin duda el Roscón de Reyes. Ya sea con uno u otro relleno, con frutas escarchadas o sin ellas, este bollo que tiene sus orígenes varios siglos atrás pone el broche de oro a varias semanas de reencuentros y comilonas. Aunque su origen no está del todo claro, la mayoría de las investigaciones sobre el tema coinciden en que se ubica en las fiestas Saturnales que se celebraban en la antigua Roma.En aquellas celebraciones, se elaboraban tortas redondas con dátiles, higos y miel, que se repartían tanto a plebeyos como esclavos. A partir del siglo III, en cada dulce se incorporó un haba y quien lo encontraba era designado ‘rey de reyes’ durante el periodo festivo.Tendrían que pasar muchos siglos para que a la península llegara la receta de este dulce tal y como lo conocemos hoy. La fórmula actual corresponde a un cocinero de la corte del rey francés Luis XV. El chef quiso obsequiar al soberano durante la fiesta de la Epifanía con un dulce con forma de corona y en el interior incluyó un collar de diamantes en cuyo interior escondió un collar de diamantes.El monarca español Felipe V, pariente del soberano francés, que estaba presente en aquella ocasión, quedó tan fascinado con el postre que pidió la receta y la trajo a España. En aquel momento, el roscón era un simple bollo seco con azúcar espolvoreado por encima, pero sin frutas escarchadas ni relleno.Las siempre controvertidas frutas no se incorporarían hasta finales del siglo XIX, mientras que el relleno de nata empezaría a extenderse en la década de los sesenta. Desde España, también se ha exportado este postre navideño a otros países de Latinoamérica como México o Colombia donde, en este caso la Rosca de Reyes, se ha convertido en un postre imprescindible de las fiestas. En Europa, países como Francia o Italia también disfrutan de postres similares: el gâteau des rois y la fugassa d’la befana.