Un sabroso regalo de Reyes

Por segundo año consecutivo, los trabajadores de las cocinas del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) y el chef burgalés Ricardo Temiño y su equipo consiguieron hacer la estancia hospitalaria de los pacientes un poco más dulce en el esperado día de Reyes.Este año se han elaborado unos 450 menús compuesto de una ensalada de bacalao, alcachofas y vinagreta de piñones como entrante; una crema de ave reina con ravioli de foie y trufa de primero; un medallón de lechazo en salsa de mostaza y menta de segundo plato; y no podía faltar el postre con el tradicional roscón de Reyes. Para la elaboración de este menú se ha tenido la premisa de que los pacientes se sientan como clientes del restaurante ‘La Fábrica’, propiedad de Temiño, «y que se olviden un poco que están aquí en estas fechas tan señaladas para todos», destacó el propio chef.«Esta vez hemos trabajado con más tiempo de margen, comenzamos ya en septiembre con el diseño del menú. Ha sido en este últimos mes y, sobre todo en esta semana, cuando hemos desarrollado todas las elaboraciones que tienen estos platos», explicó Temiño.También se ha aprendido de los fallos del pasado año y esta vez el menú se ha escogido teniendo muy en cuenta las particularidades y limitaciones del servicio de comida de un hospital. «Gracias a la experiencia de la vez pasada, hemos elegido elaboraciones más viables; pero siempre con la idea de no perder la calidad y pensando en alimentos que los demás cómenos en nuestra casa estos días de Navidad» declaró Temiño.Un menú de estas características «es el 50% más caro que uno diario del Hospital. Pero un día como hoy, lo único que nos interesa es alegrar a los pacientes y buscar la mejor calidad de los alimentos, si contamos con trufas que sean las mejores. Los pacientes se lo merecen», explicó el jefe de cocina del HUBU, Víctor Hernando.De los 450 menús «el 40% son sin sal. Aunque sí es verdad que en los días especiales como este intentamos que no sea soso del todo. Porque al final estos platos sosos pierden un poco el sabor. Eso sí siempre con el visto bueno del servicio médico», declaró Hernando. Cuando por prescripción médica algún paciente no puede comer algunos de los ingredientes desde el equipo de cocina «lo que hemos hecho es modificar un poco los platos para que la mayoría de nuestros pacientes pudieran disfrutar de esta comida tan buena».El chef burgalés quiso destacar al «equipazo que hay aquí. Nosotros venimos aquí y nos tratan como estrellas del rock. La verdad es que nos lo ponen todo muy fácil y es una maravilla trabajar con todos ellos». La plantilla, que está compuesta de unas 80 personas en total que se dividen en tres turno, se mostró durante todo el proceso muy ilusionada. «Comenzamos el año con otro humor gracias a este menú especial. Es el primer paso para un dar inicio a un buen año», subrayó Hernando.El día de ayer en las cocinas comenzó a las 7:30 horas para que todos tuvieran su comida servida antes de las 13:00 horas. A las 11:30 se comenzó con el emplatado, «aunque es verdad que ayer dejamos todo prácticamente preparado. Fue la jornada más dura de todo este proceso», explicó el cocinero burgalés.Esta acción para Temiño a nivel personal «es un orgullo y muy gratificante. Esto no es un tema económico, al final nosotros ya trabajamos durante todo el año para ganar dinero; esto nos hace sentir muy bien». A pesar de todos los premios, que tanto el chef como su equipo han recibido en los últimos años, lo que «realmente nos llena interiormente son cosas como estas».Algunos de los pacientes que disfrutaron del menú el año pasado, han acudido durante estos meses a ‘La Fábrica’. «Que alguien te diga que gracias a tu menú sonrió y se tomó de otra forma su ingreso y su enfermedad en estas fechas, lo vale todo y no te acuerdas de nada más», subrayó Temiño. Una de las anécdotas que le dejó esta experiencia el pasado año a Temiño fue el agradecimiento de una señora que probó por primera vez en su vida la trufa en el hospital.Lo que queda claro es que esta iniciativa seguirá más años si depende de Hernando y Temiño. Y que los pacientes del HUBU disfrutaron de un regalo muy sabroso en el día de Reyes.