Tribunales
El asesino de Silvia Plaza se enfrenta a 28 años de cárcel
El juicio con jurado popular se celebrará a partir del 10 de febrero
El acusado del asesinato de Silvia Plaza se enfrenta a una pena de 28 años de cárcel en el juicio con jurado que está previsto que acoja la Audiencia Provincial el próximo lunes, 10 de febrero. Esa es la pena que pide la acusación particular, ejercida por las padres de la víctima, para J.D.L.C., por matar a golpes a Silvia la madrugada del 29 de abril de 2018.
La acusación particular pide 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, dos años por un delito de violencia habitual y un año de prisión por quebrantar la orden de alejamiento que tenía de la víctima.Además, reclaman indemnizaciones por valor de 179.507,37 euros.La Fiscalía pide 22 años por asesinato, dos por violencia habitual y uno por quebrantamiento de la orden de alejamiento. La defensa pide su absolución por considerar que los hechos no sucedieron como apuntan las acusaciones, ya que «los testigos no dijeron toda la verdad».El relato de hechos que recogen los escritos de la Fiscalía y de la acusación particular señalan que el acusado y Silvia, de 34 años, tuvieron una relación sentimental entre 2015 y marzo de 2018. Silvia presentó al menos dos denuncias por malos tratos contra el acusado.En la primera denuncia, en octubre de 2017, no se ratificó.La última denuncia dio lugar a una orden de alejamiento, por lo que el comportamiento del acusado era «violento», ya que «golpeó en varias ocasiones» a Silvia durante la relación como consecuencia de su carácter «celotípico y violento».Quería saber dónde estaba en cada momento, hasta el punto de llamaba al padre de Silvia para saber dónde estaba. Esto hizo que en marzo de 2018 Silvia dejara la relación y se fuera a vivir con sus padres. El 28 de abril de 2018, el acusado llamó a Silvia desde su móvil y como no cogía las llamadas lo intentó desde el teléfono de un amigo, con el que estuvo hasta cerca de las 23 horas, llegando a llamarla hasta en 41 ocasiones, incumpliendo la prohibición que tenía de comunicarse con ella. En torno a la una de la madrugada, el acusado estaba con dos amigos a la puerta del bar Las Candelas.El acusado estaba discutiendo con uno de ellos porque pensaba que tenía una relación con Silvia.En ese momento apareció Silvia procedente de la Barriada Inmaculada. Al verla el acusado, se fue hacia ella corriendo y la propinó un golpe en la cara con tal violencia que la proyectó hasta el otro lado, donde estaban los coches aparcados. Sin mediar palabra, con ella en el suelo y sin que pudiera reaccionar ni defenderse, comenzó a darle patadas en la cabeza y en el cuerpo.A pesar de que esta inerte, el acusado continuó dándole patadas.Un vecino que vio la agresión avisó a la Policía. Eran las 1.23 horas. Al llegar los agentes la encontraron sobre el suelo, consciente, con un gran hematoma en el ojo derecho, con numerosos golpes en la cabeza, sangraba por la boca y respiraba con dificultad. Fue trasladada al Hospital Universitario, donde falleció horas después.El agresor abandonó el lugar y la Policía desplegaba un dispositivo de búsqueda. Los agentes no lo localizaron en su domicilio, pero sí consiguieron encontrarlo en un trastero del inmueble, donde fue detenido.La defensa señala que la «única versión» de lo sucedido es la de un testigo que «demostraremos tiene mucho que ocultar». Por ello, solicita la absolución para el acusado. Señala que J.D.L.C. abusa de sustancias estupefacientes, con un consumo «casi crónico» de cocaína.Consumo que le «tenía días sin dormir» y que acompaña con alcohol. Apunta que en ese mundo conoció a Silvia, con quien tuvo«una tortuosa» relación.La defensa sostiene que ese día el acusado estuvo consumiendo drogas y alcohol «varias horas», por lo que no recuerda bien qué paso y los testigos«no dijeron toda la verdad». Y que al llegar a Gamonal, tras coger un taxi para ver a un amigo,«desde ahí nadie sabe qué sucedió».